La UD Las Palmas esperó por Jesé y al final el jugador vestirá de amarillo la próxima temporada. Su renovación todavía no es oficial, pero es un hecho que la próxima temporada formara parte de la plantilla que habrá de luchar por conseguir un objetivo mayor que la simple permanencia. Al menos, conseguirla cuanto antes para soñar con algo más. El grancanario, a sus 28 años, se suma finalmente a la causa y ahora le toca mejorar las prestaciones que ofreció la última media campaña tras su regreso en el pasado mercado invernal.
Pero todavía no está disponible para Pepe Mel, porque el delantero dio positivo por covid-19 la semana pasada y aún se encuentra en aislamiento. El protocolo de LaLiga establece que debe estar en cuarentena durante 10 días desde el momento en que conoció el contagio y después dar negativo en dos test PCR antes de unirse al resto de sus compañeros. Por eso se espera que su incorporación a la pretemporada ocurra el lunes o el martes de la próxima semana.
Aunque tarde, era el deseo del jugador y de Pepe Mel, que confía en que el atacante, con un periodo de preparación normal, pueda recuperar su mejor nivel o al menos aproximarse. Por delante tendrá cinco semanas de puesta a punto –una menos que el resto– antes del comienzo del campeonato el fin de semana del 14 y 15 de agosto frente al Real Valladolid en el Gran Canaria. Él también sabe que empezar de cero junto a sus compañeros le va a favorecer.
Su renovación, pese a que las partes estaban predispuestas a la continuidad, ha tardado más de lo esperado. Por mucho que la intención del club era cerrar el acuerdo cuanto antes, el jugador prefirió esperar para pensar si seguía en la Isla o aceptaba alguna de las ofertas que tenía para jugar fuera del país. Al final se decantó por lo primero, aunque tampoco dudó demasiado: está contento en Gran Canaria y tiene ganas de seguir.
El salario de Jesé será uno de los más elevados de la plantilla, aunque en ningún caso cobrará las cantidades que le ofrecían fuera. La idea de crear un proyecto más ambicioso que el anterior, al menos sobre el papel –se espera la llegada de Jonathan Viera para finales de año, tal y como ha repetido el presidente Miguel Ángel Ramírez en varias ocasiones– también ha contribuido a su decisión, al igual que la continuidad de Pepe Mel, al que le une una magnífica relación.
Ahora corresponde al jugador coger el tono cuanto antes y tratar de recuperar la semana perdida cuanto antes. Su balance desde enero hasta mayo no fue bueno para un delantero: sólo dos goles en 16 partidos, uno de ellos de penalti y el otro en la penúltima jornada en un choque intrascendente. Por contra, su presencia en el campo en determinados encuentros favoreció el juego del equipo por su movilidad y la atención que generó en las defensas rivales.
Su continuidad, por otro lado, implica que tres de los delanteros de la temporada pasada siguen en la plantilla: el propio Jesé, Sergio Araujo y Rafa Mujica. Entre todos sumaron 14 goles –11 Araujo y uno Mujica–, una cifra pobre para un equipo que quiere aspirar a alcanzar el playoff.
El único que se ha marchado es Edu Espiau –a la Ponferradina, tras terminar contrato–, por lo que la entidad amarilla trabaja para fichar un atacante que incluso pueda competir el puesto a los dos llamados a ser titulares.
Ese rol corresponde en principio a Jesé y al Chino, aunque el grancanario podría jugar también en uno de los extremos. El estado de forma que alcanzó desde que comenzó a entrenar con la UD en enero no era el óptimo para el despliegue físico mayor que requiere jugar en la banda, pero ahora, después de cinco semanas de pretemporada, debería comenzar el curso en mejores condiciones.
En cualquier caso, Jesé irá paso a paso a partir de la próxima semana. La incógnita sobre su renovación está despejada: se queda. Ahora sólo le queda demostrar que está involucrado y que puede llegar a parecerse al que era.
