«Mira, no es porque yo sea inglés, pero es que ese estadio lleno es algo increíble. No creo que tenga comparación. Para mí, y es una opinión, es el mejor estadio del mundo. La sensación de jugar con toda esa gente es increíble. Cuando el stadium está lleno de aficionados, no creo que haya un lugar en el mundo como este. Jugué muchas veces ahí, tuve esa fortuna, y es espectacular. Es nuestro gran plus: jugar en casa».
Al aparato, en su casa de Marbella, donde reside prácticamente desde su retirada, está Vinny Samways, exjugador de la UD Las Palmas. Ese será su campo de juego mañana: el salón de casa. «Mi hijo sí que se va a ir con unos amigos, dice, pero yo me quedo aquí concentrado, que ya tengo una edad, sabes», suelta entre risas. Ni él ni nadie de su generación ha visto a Inglaterra en una final de un gran campeonato. Vinny nació en 1968, dos años después de que Inglaterra, también en Wembley, levantara su único título: el Mundial que organizó en casa.
«Hemos llegado hasta aquí y la ilusión que tenemos es tremenda. En el Mundial de 2018, nos quedamos en la semifinales en la prórroga; en 1996 en ‘nuestra’ Eurocopa, perdimos en los penaltis... Ahora estamos ante una gran oportunidad», comenta.
Generaciones perdidas
Por el camino, los padres del fútbol han visto como camadas que parecían que cambiarían el rumbo errante de Inglaterra en los torneos internacionales se han marchado de vacío. Lineker, Shearer, Rooney, Gascoigne, Bryan Robson, Beckham, Ferdinand o Peter Shilton. Todos se retiraron sin nada con los Three Lions. «Mira todo lo que ha hecho España en los últimos 15 años... Alemania e Inglaterra han ganado un montón de cosas también en estas décadas. ¡Hasta Portugal y Grecia! Y nosotros, siempre ahí... Es la primera final en 55 años para un país donde el fútbol es una religión. Desde el 66 nada, con muchas generaciones que se fueron sin poder celebrar un título», comenta Samways, que sabe lo que sentir el aliento de Wembley de cerca.
Con el Tottenham, en 1991, levantó la FA Cup junto a Paul Gascoigne y Gary Lineker, tras ganar en la semifinal al Arsenal y acabar con el Nottingham Forest en la final (1-2 en la prórroga). «Somos un país de fútbol y no tocar un título con la selección, que es el orgullo de todos, es muy frustrante», reconoce el exmediocentro amarillo.
Ahora es el turno de Raheem Sterling, Jack Grealish, Harry Maguire, Jordan Henderson y compañía. Pero si hay alguien que para Vinny Samways está por encima del resto, ese es el capitán Harry Kane. «Es cierto que la defensa ha estado muy bien, impresionantes. Sterling, puede marcar las diferencias, pero por encima de todos está Kane. En los primeros partidos recibió muchas críticas de la prensa y de aficionados, que incluso pedían que lo mandaran al banquillo. ¡Vaya locura!», argumenta el exinternacional inglés con la sub 21. «Es un auténtico goleador: si tiene dos oportunidades, mete una seguro. Si cierras los ojos un momento, te ha marcado», prosigue.
Unas críticas que pasaron rápido y que apenas ha recibido Gareth Southgate, seleccionador inglés, por el pobre juego ofensivo de un equipo que rebosa talento cerca del área rival. «Aquí lo que importaba era hacer un buen torneo. Si gana la final nadie se va a acordar de cómo jugaba el equipo. La gente ha puesto por delante ganar a hacerlo bonito. Es verdad que no juegan de una forma brillante, pero es un equipo muy sólido, duro, un bloque, organizado. Lo hemos aceptado sin problemas: menos atractivo, pero más cerca de ganar», apunta.
En Marbella, los ingleses son mayoría. Con Vinny tienen mediocentro y furia para rato. «Tengo fe aunque será un día difícil. Con mi corazón, pienso que Inglaterra va a ganar, pero Italia es un grandísimo equipo, que sobrevivió a España. No va a ser nada sencillo, desde luego», sentencia. El amuleto es Wembley.
