El ex-entrenador de la UD Las Palmas, Quique Setién, que dirigió al equipo amarillo en Primera División durante dos temporadas -de 2015 a 2017- lleva más de un año sin entrenar a un equipo desde que dejara la disciplina del FC Barcelona. En una entrevista en Jot Down, el técnico cántabro se sincera y asegura que “ahora mismo no me veo entrenando otra vez, he perdido todo el interés”.
A lo largo de la entrevista, Setién analiza toda su etapa en los banquillos y habló de su paso por la UD Las Palmas, que comenzó en octubre de 2015 al sustituir a Paco Herrera en el retorno del equipo amarillo a la máxima categoría del fútbol español. Además, asegura que el presidente, Miguel Ángel Ramírez, le llamó para volver “hace cuatro o cinco meses”.
“En Las Palmas estuve muy a gusto. Al principio, me costó un poco porque llegué con la temporada empezada y había muchas cosas que no se identificaban con mi manera de ser y con mi manera de hacer las cosas, así que costó, pero, bueno, lo conseguimos enseguida: el equipo empezó a jugar bien, empezaron a tomar protagonismo muchos jugadores que eran muy buenos pero estaban un poco deprimidos y la verdad es que estuve muy contento”, afirmó.
“Yo fui muy feliz ahí, pero un problema grave que tenían era el presidente”, reconoció Setién que aseguró que Ramírez le llamó “para volver, hace cuatro o cinco meses. Me llamaron los satélites que tiene, para decirme que había cambiado, que estaba dispuesto a dejarme llevarlo todo…”.
“Yo les dije: Lo primero que tiene que hacer es llamarme él y decirme todo esto a la cara. Y cuando llamó, le dije que no”, añadió.
“Los últimos tres meses allí con él fueron muy duros y menos mal que la gente ya le tiene calado, asumen que es lo que les ha tocado y hay que vivir con ello. Por eso me marché, si no, me hubiera quedado encantado”, concluye.
El cántabro se declara un admirador del jugador canario, aunque afirma que “Yo intentaba mantener el rigor, la disciplina, hacer las mismas cosas…Lo que pasa es que la mentalidad del jugador canario hay que entenderla y no es fácil, hay que aceptar un montón de cosas para sacarles rendimiento porque no son chavales que, apretándoles, vayas a conseguir que te den lo mejor de sí mismos. Los canarios son especiales, llevan otro ritmo, juegan para divertirse, les encanta el fútbol y hay que entenderlos. Quieren ganar, claro que quieren ganar, pero hay otras cosas más importantes en la vida”.
