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La versatilidad, el sello de la nueva UD del autor Pepe Mel

El técnico ha planteado varias maneras de jugar que tuvieron éxito ante tres ‘gallitos’

Pepe Mel –izquierda–, técnico de la UD, junto al delegado Rubén Fontes, antes del choque ante el Valladolid. | | ANDRÉS CRUZ

Quiso Pepe Mel, minutos después de que su equipo ganara a la SD Huesca, que llegó como líder al Gran Canaria el pasado viernes antes de caer (2-1), hacer un balance general de tres partidos más que de uno. Porque así planteo en su cabeza el inicio del campeonato ante tres de los conjuntos teóricamente más potentes y llamados a luchar por el ascenso. Frente a ellos la UD sumó cinco puntos de nueve, lo que significa que no perdió frente a ninguno, pero sobre todo demostró que tiene un aroma nuevo que invita al optimismo desde la pretemporada.

Y entre las virtudes de la nueva UD destaca su versatilidad y capacidad de modificar su planteamiento en distintos partidos o en el mismo. En tiempos en los que la tendencia es a definirse por una única manera de jugar, Pepe Mel ha querido que los suyos sepan adaptarse a múltiples situaciones. Así que la famosa pregunta de a qué juega Las Palmas no tiene por respuesta una sola cosa.

En cada uno de los encuentros, ante el Real Valladolid, el Girona CF y la SD Huesca, el técnico ha planteado diferentes formas de salir al campo para hacer daño a los rivales o minimizar sus virtudes y ha tenido éxito. El mayor de todos, hace dos días, cuando los amarillos se impusieron a los aragoneses para culminar el Tourmalet inicial con el primer triunfo antes sus aficionados en 20 meses.

La plantilla, mejor

Pero si la UD lo logró no fue sólo por el planteamiento, sino también por los jugadores que lo ejecutan. El salto de calidad de la plantilla con respecto a la de la temporada pasada es evidente desde la pretemporada y las buenas sensaciones que dejaron casi todos los nuevos se han confirmado con el comienzo del campeonato liguero. La conjunción de todo, en definitiva ha despertado el interés de los aficionados, que, como los futbolistas, el cuerpo técnico y la directiva, ya miran más hacia arriba.

Ante el Huesca el madrileño recuperó el sistema 4-3-3 con el que había salido en la jornada inaugural sabedor de que el cuadro de Nacho Ambriz, que venía de ganar al Eibar y al Cartagena, iba a querer tener la pelota y adelantar mucho las líneas. La inclusión de dos puñales en las alas como Pejiño y Peñaranda, sumados a la primera titularidad de Jesé, que con poco deja muestras de que es un delantero diferente, fue letal para los azulgranas.

Bastaron dos cabalgadas del barbateño –en la segunda, la jugada acabó en un penalti que transformó Jesé– y otra del venezolano –regaló el tanto a Pejiño tras irse de dos defensores–, con espacios y solos frente sus respectivos laterales como oponentes, para que la UD marcara dos goles en apenas un cuarto de hora. Ningún plan sale sin efectividad, pero Las Palmas la tuvo y por eso sonrió. Pero luego perdonó. Lo importante: que la idea dio frutos.

Esa apuesta por el ataque sin dominio –la UD sólo tuvo el balón un 36% del tiempo– contrastó con el planteamiento de días antes en Gerona. Allí, Mel dispuso un sistema con tres centrales, dos carrileros, cuatro centrocampistas –incluido Fabio– por dentro y un sólo delantero con el objetivo de frenar al Girona. También le salió bien, porque apenas sufrió con la defensa poblada, aunque la contrapartida fue un bagaje muy pobre en ataque: no tiró una sola vez dentro de los tres palos –dos fuera de ellos–.

Como todo iba como quería el técnico, a falta de un cuarto de hora quitó a un defensa para volver al 4-3-3 y Las Palmas llegó más arriba, aunque ya tenía poco tiempo. A cambio de no hacer daño arriba, no padeció salvo en la última jugada del choque tras una acción embarullada. La UD demostró en definitiva que puede elegir plantear un partido más cerrado.

Antes, frente al Valladolid, el dibujo había sido el mismo que el del viernes pasado, pero con otros cromos que variaron la manera de afrontar el choque. Entonces, Mel quiso tener músculo ante el que considera el mejor equipo de la categoría, con Maikel en el centro del campo –junto a Kirian como compañero en el interior–, y sin Jesé, que aún no estaba con el tono físico adecuado.

Siguiente fase

Tampoco sufrieron en exceso los amarillos. Si bien la sensación ofensiva fue un tanto agridulce por las sensaciones que había dejado el equipo en la preparación, no ser inferior a un recién ascendido se dio por bueno.

Así, Las Palmas superó la fase de dura en el inicio del curso con una victoria y dos empates ante tres de los gallitos de la Liga y ahora afronta una nueva etapa ante otro tipo de rivales. Lo que viene a la UD es una visita a Anduva –contra el Mirandés–, donde nunca ha puntuado, y dos citas frente a dos recién ascendidos: el Ibiza, en casa, y el Burgos, fuera. Está por ver qué plantea Pepe Mel, autor de libros y de la nueva UD versátil.

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