Las fisuras de Anduva. Rutómetro para acabar con la maldición rojilla. El estadio del CD Mirandés, un cementerio para la UD Las Palmas tras cinco visitas oficiales - 450 minutos, cinco derrotas, nueve goles en contra y tres a favor-, ha sido profanado hasta en catorce ocasiones en las últimas cuatro temporadas. Desde la edición liguera 2017-18, dos cursos en la categoría de bronce y dos campañas en Segunda, Racing de Santander (2), Ponferradina (2), Real Sociedad B, Leioa, Extremadura, Vitoria, Cádiz, Real Sociedad en Copa, Albacete, Rayo Vallecano, Logroñés y Sabadell han logrado poner patas arriba un feudo inexpugnable para los amarillos. El último patinazo burgalés de local se remonta a la 42ª jornada de la 2020-21 ante el Sabadell (0-2) -con Juan Hernández y Stoickhov de realizadores. El pasado 30 de mayo.
Junto al cuadro arlequinado, que terminó descendiendo a la Primera RFEF, lograron poner una pica en Anduva SD Ponferradina (0-1), Albacete Balompié (0-2), Rayo Vallecano (0-2) y Logroñés (0-1). Curiosamente, tres de los cuatro conjuntos que descendieron -Sabadell, ‘Alba’ y Logroñés- salieron con una sonrisa del infierno ‘pío pío’. Otro detalle ilustra que para conquistar la plaza burgalesa hay que dejar la portería a cero.
En el pasado curso, tres de los cuatro descendidos tomaron el estadio burgalés
De los ocho tantos que encajaron Raúl Lizoain Cruz y Limones, para morder el polvo, en ese serial de cinco reveses, cuatro fueron antes del minuto 45 y cuatro tras el ecuador del pulso liguero. La UD de José Mel Pérez, que dejó la portería a cero en Montilivi ante el Girona (0-0) en la segunda jornada, debe lucir su arista pragmática para ganar. Serenidad defensiva, como primera pista ineludible.
Aplastar el ‘síndrome de las hermanitas de la Caridad’ deja abierta la posibilidad de hacer historia. En la temporada 2019-20, el Cádiz (1-2), de nuevo Ponferradina (1-2) y la Real Sociedad en Copa del Rey (0-1), lograron dinamitar la muralla rojilla. Cabe recordar que en la pasada temporada, el Mirandés, dirigido por José Alberto, logró la victoria en los dos choques ante la UD Las Palmas -(0-2) en el Gran Canaria, en la tarde que falleció Maradona, y (2-0) en Anduva con los tantos del tinerfeño Cristo y de Jirka-. En el último batacazo, cada tanto vino precedido de un desliz defensivo. En el 1-0, Ale Díez y Javi Castellano no fueron expeditivos con el esférico y el ex del CD Tenerife se sacó un remate a la escuadra desde la frontal. En el segundo, ya con el tiempo agotado, Dani Castellano perdió la marca del ariete eslovaco.
En el curso 2018-19, con el Mirandés en Segunda B, solo Racing (0-1) y Vitoria (1-2) conquistaron el fortín. Y en la 2017-18, Real Sociedad B (0-2), Racing de Santander (0-1), Extremadura (0-2) y Leioa (1-2) muestran el camino a la UD.
Posesión sí, posesión no
No dejar espacios, acumular efectivos y salir al contragolpe como centellas. El balance táctico de las catorce derrotas del CD Mirandés en su estadio en las últimas cuatro temporadas desnuda la hoja de ruta. El Cádiz de Álvaro Cervera comprendió el guion a la perfección. El cuadro de Iraola -preparador en la 19-20- dispuso de un registro de dominio de la pelota insultante (68%). Pero fue el bloque gaditano el que atacó con cianuro. La labor de Raúl Fernández, arquero amarillo y ex del CD Mirandés, es capital. Rostros como Lemos, Ferigra, Raúl Navas y Benito tienen trabajo extra. El domingo (17.15 horas) cada balón vale una vida.
De las cinco derrotas amarillas en Anduva, dos fueron con Mel en el banquillo. Otras dos con Sergio Lobera bajo la dirección técnica de la UD y en 2015, Paco Herrera tampoco supo encontrar el Santo Grial (2-1). En aquella 34ª jornada de la campaña del ascenso, el técnico catalán alineó un ataque de lujo con Araujo, Viera, Roque Mesa, Culio y Alfredo Ortuño.
En el segundo tiempo, Vicente Gómez, Juan Carlos Valerón y Asdrúbal Padrón elevaron el colmillo. Los dos tantos de Pedro Martín fueron una losa diabólica. Tome nota Mel. El camino de las baldosas luminosas lo marcan Ponferradina y Racing. Se puede tomar el más allá.
