El Plantío,una pasarela hacia el paraíso. El 21-J del novelista. Juego viril y pasaporte sellado hacia la tierra prometida. Catapulta medieval hacia Primera con un (0-0). José Mel Pérez, técnico de la UD Las Palmas, vuelve al fortín del Burgos que le trae un recuerdo imborrable como delantero del CD Castellón. No fue un 21 de junio como la fecha dorada del ‘Chino’ en el Gran Canaria sino un 18 del mismo mes de 1989 en la penúltima jornada de la división de plata.
La formación orelluts precisaba de un punto ante el Real Burgos para colmar el objetivo de forma matemática, de hecho se trata del último ascenso a la máxima categoría de esta entidad fundada en 1939 (82 años) y que ahora se encuentra en Primera RFEF -junto a otros históricos como el Deportivo, Albacete o Sabadell-.
El técnico Luiche recurrió a su guardia pretoriana y en esa relación de elegidos figuraba el delantero Pepe Mel con 25 años, que terminó con 21 dianas en segunda posición de la relación de grandes pistoleros de la 1988-89, solo superado por Quique Estebaranz -en las filas del Racing de Santander-. El que luego sería atacante del CD Tenerife, FC Barcelona y Gimnástica Segoviana, le hurtó la eternidad. Techo que sí besaría en la siguiente temporada en las filas del Real Betis -22 tantos, pichichi y ascenso con los de Heliópolis-.
El exdelantero y estratega de Las Palmas, desde marzo del 2019, arrancó el punto que exigía el protocolo para dejar el Castellón en el cielo y luego se enroló en las filas del escudo de las trece barras. Como anécdota, reseñar que en el despacho de Mel en el ciudad deportiva de Barranco Seco, brilla el banderín del partido homenaje a Rubén Castro entre el Betis y la UD -celebrado en agosto del 2019 con Pedri como invitado estelar-. En su carrera de artillero, estos dos ascensos a Primera consecutivos. Todo se gestó en El Plantío.
Con el club verdiblanco, en la 1989-90, tropezó por la mínima (1-0) con el histórico Pumpido bajo palos. Juric logró el tanto del Real Burgos en el minuto 76. Al término de esa campaña, el Betis subiría para luego perder la categoría. José Mel Pérez encadenó cuatro campañas en Heliópolis y luego regresaría como entrenador. Colgó las botas en el Angers francés (1998) para luego iniciar de forma inmediata su carrera en los banquillos hasta la fecha -en el club amarillo ya suma 107 duelos-.
El cuadro isleño busca la primera victoria foránea, que llegó en enero en la pasada temporada
Para combatir el pesimismo del entorno por los dos tropiezos consecutivos ante Mirandés e Ibiza, el grupo Ultra Naciente escenificó ayer una despedida a la expedición con bengalas y voladores. Mel y los jugadores agradecieron el gesto. En la pancarta principal se podía leer el lema rotulado: ‘En las buenas, en las malas’.
La UD trata de combatir esta noche el ‘síndrome del chárter’. Le cuesta horrores a los amarillos ganar lejos del Gran Canaria. En la pasada edición liguera, la primera alegría lejos de Siete Palmas llegó ante el RCD Mallorca en enero (0-1). En relación a la temporada 2019-20, la primera conquista foránea tuvo lugar en El Toralín ante la SD Ponferradina con la dupla Viera-Pedri haciendo de las suyas.
Llega la tercera ocasión de sumar una victoria fuera del Archipiélago tras empatar ante el Girona y salir goleados ante el Mirandés. Tras El Plantío, aguardan en el horizonte una salida de riesgo ante el potente Almería y el Anxo Carro de Lugo. Solo en el final de 2019, Mel se mostró intratable como visitante con Las Palmas: puso una pica en Ponferrada, Lugo, Almendralejo, Martínez Valero y en la cita del KO en Castalia.
En el margen superior, el entrenador de la UD José Mel Pérez agradece la iniciativa de Ultra Naciente. Debajo, el exjugador del Castellón con su técnico Luis García. Cierra la secuencia, los ‘orelluts’, con Mel (1ºi de pie), antes de golear al Castilla (6-0). |
