Los ángeles del infierno amarillo. Máquina de torturas y parque temático. El reino de Viera y Jesé.Así se forja un candidato. Del Ferrari a los Globetrotters del novelista. Esta UD mete miedo. Un sello de calibre ofensivo de otra dimensión. El bloque amarillo, en el estreno realizador de Jonathan Viera Ramos -desde el punto de penalti-, destrozó (4-1) al Cartagena de Rubén Castro y se cuela por la puerta grande en la zona VIP del playoff.
Los fuegos de artificio -los tres primeros goles fueron en once minutos de frenesí- definen la partitura táctica de un conjunto ingobernable, con Pejiño y Cardona como guías espirituales. Moleiro ejerció de dandi y el sentido lo dan Nuke y Fabio -una asistencia-. Paso a paso, la UD rompe el cascarón. Si ante Huesca (2-0 a los 14 minutos) y Ponferradina (2-0 a los 24’), el éxito se fundamentó en una puesta en escena diabólica -para luego deleitar a la contra-, lo de ayer se gestó en el 31’ y desde el punto de penalti. Del sopor y las dudas al alumbramiento. Con las ausencias de Enzo Loiodice, Sergio Ruiz y Raúl Navas, el cuadro amarillo convirtió el penalti a Viera (32’) en el origen de un tornado. Unos minutos antes, demostrando su soberbia lectura del pulso, Mel ubicó a Pejiño por la izquierda -pierna natural- y comenzó el banquete. La tormenta perfecta.
Viera, Pejiño, Jesé y Peñaranda fueron los ejecutores de un triunfo desconcertante. ¿Dónde reside el techo de esta propuesta de seda y dinamita? Rafa Mujica desperdició un penalti (90’) y Viera tuvo el segundo cuando solo debía empujar el esférico a la red. Además, a Cardona se le anuló un tanto, tuvo la oportunidad de vengarse en el tramo final con un tiro cruzado -que rozó el palo derecho de Martínez- pero parece gafado.
666 días después
La UD salió melancólica, como presa de una siesta eterna. Lenta, previsible y parsimoniosa. Pijama, orinal y un Cartagena dueño y señor de la contienda. Viera pasó de su posición natural de enganche al costado zurdo. Remates de Gallar y Rubén Castro (13’). Pero una torpeza de Boateng, que acabaría expulsado, ejerció de desfibrilador automático. Se alzó el telón. Llamada a la sinfonía del pánico. Comenzó la película ‘El reino de Viera y Jesé’. Por encima del grado de precisión -tres tiros a portería, tres goles-, la UD se gustó. Acabó recreándose y levantando a los espectadores del asiento.
El ‘21’ no marcaba desde el 8 de diciembre del 2019 ante el Numancia. 666 días después, inicia la cabalgada hacia los cielos. Ese 1-0 dinamitó el mecano blanquinegro. Lo celebró sacando el puño. La pegada de acero del candidato.
La descomposición fue absoluta en el rival. Saltó por los aires. Pejiño, que parecía renqueante, miró a la banda buscando refugio en la pizarra mágica del novelista. Salía a calentar Peñaranda como recambio urgente. En ese instante de dudas sobre el estado físico del pichichi amarillo, nada mejor que mandarlo todo al garete. Control y disparo al palo largo de Martínez. Segunda ración del éxtasis apenas 200 segundos del torpedo de uranio de ‘JV-21’. Faltaba la brocha de Moleiro. El tinerfeño se alió con Fabio y el sureño dibujó la asistencia perfecta. Arrancada del bisonte. La estampida del artesano. En ese mano a mano ante Marc Martínez, se podían hacer muchas cosas. Pero el ‘10’ optó por la solución más barroca. Le picó el cuero con una elegancia supina. Como Picasso o Velázquez. Bienvenidos al Prado de Siete Palmas. La pinacoteca de los sueños.
Faltó la ola en el partenón de Siete Palmas. ‘¡Guarden uno para el Tenerife!’, gritó un aficionado con la mirada perdida en Singapur. Pocos equipos en la categoría tienen la capacidad de desfigurar a los rivales como esta UD del novelista en un plazo récord. Es el otro Jack el Destripador. Si te despistas, acabas retratado. Es un campo de concentración de magia y pases al espacio. La tortura del Cartagena. Y eso que se le anuló a Cardona un tanto por un fuera de juego de Viera, al chocar con Delmas.
Quinta amarilla cómica
Triple cambio de Carrión. Había que llamar a urgencias. En el 53’, otra llegada de Cardona que se marchó rozando el palo. El lateral catalán firmó un señor partido, su mejor actuación. Consagrado a nivel defensivo, se sumó de forma decidida al ataque. Carece de límites. Fabio y Nuke seguían a lo suyo. El control era total en la medular. Tintes absolutistas para una contienda que vale de homenaje.
Adiós a Pejiño -con ovación- y llegó el turno de Peñaranda, que forzó la quinta amarilla de forma cómica -se pierde los pulsos ante Almería y Tenerife al estar citado con Venezuela-. Tenía carta blanca. Roja a Boateng y Carrión retiró a Rubén. Para el Moña, división de opiniones: hubo pitos, pero más aplausos para el eterno. Quedó sepultado por el latir arrollador de la UD. No hubo noticias del ‘killer’.
En inferioridad, poco podía hacer el conjunto blanquinegro ante el vendaval. Cardona, Nuke, Viera y Jesé disfrutaron como niños. El ‘10’ se hizo un autopase para superar la entrada de Silva y envío de seda para Peñaranda -solo tuvo que empujar el esférico a la red-. Hubo tiempo para hacer justicia con los rostros silenciosos. Debutó Veiga y primeros minutos del campeonato para Mujica y Ale Díez. Además, Benito Ramírez sepultó la pesadilla de Anduva y tuvo la ‘manita’ en su bota izquierda. Mujica, que malogró un penalti, parece presa de una maldición. Los rivales -Almería y Tenerife en el horizonte- ya deben sentir el vértigo de los Globetrotters. Artistas del balón, que manejan la contra a la perfección. Renacentistas de una agitación constante.
Dauda hizo el tanto del honor con un golpeo imparable desde la frontal. No fue una victoria al uso, el (4-1) es el pasaporte hacia la tierra prometida. El bueno. Mel patenta la versión explosiva a la octava jornada y Pejiño engorda sus guarismos con cinco tantos. Cuatro ‘Goyas’ para el Teide. La sorna del clásico. Que comience el derbi. En el viaje hacia la contienda del siglo, la prueba del algodón es el Almería. La UD ya come en la mesa del ‘playoff’. El BMW edición Roque Nublo destila pánico con unos 11.873 caballos.
Ficha técnica:
UD Las Palmas: Raúl Fernández; Álvaro Lemos (Ale Díez, 78'), Erick Ferigra, Eric Curbelo, Cardona; Nuke, Fabio González (Unai Veiga, 66'); Pejiño (Adalberto Peñaranda, 57'), Jonathan Viera, Alberto Moleiro (Benito Ramírez, 78'); y Jesé Rodríguez (Rafa Mujica, 77').
Cartagena FC: Marc Martínez; Delmas, Andújar, Gastón Silva, De la Bella; Gallar (Cavanga, 45'), Claveria (Bodiger, 45', Boateng, De Blasis (Neskes, 70'); Rubén Castro (Alfredo Ortuño, 64')y Okasaki (Dauda, 45').
Goles: 1-0, min. 32: Jonathan Viera -penalti-. 2-0, min. 36: Pejiño. 3-0, min. 43: Jesé Rodríguez. 4-0, min. 72': Adalberto Peñaranda. 4-1, min. 83: Dauda.
Árbitro: De la Fuente Ramos (C. Castellano-Leonés). Expulsó a Boateng (63'), además amonestó a Andújar y a Álex Gallar, así como a Fabio González.
Incidencias: Estadio de Gran Canaria, ante unos 11.000 espectadores.
