El objetivo propuesto por la entidad amarilla de alcanzar una afluencia de 25.000 espectadores en el derbi de esta tarde (17.15 horas, Movistar Vamos) entre la UD Las Palmas y el CD Tenerife está cada vez más cerca. A las 17.00 horas de ayer el club había vendido ya 14.041 entradas, por lo que, sumadas al número de abonados, que asciende a casi 12.000, acerca la asistencia a la cifra marcada.

La expectación ha crecido con el paso de los días, ya que al buen momento de uno y otro equipo –el Tenerife es cuarto y suma tres puntos más que la UD, que está dos puestos por debajo– se le suma el hecho de que el encuentro es por la tarde.

En la UD esperan un arreón final entre esta mañana y la hora de inicio del choque que acerque la afluencia a esos 25.000 espectadores que se propuso el presidente Miguel Ángel Ramírez. Si todos los abonados acuden, la cifra se superará.

Cabe destacar que 1.500 de esas personas que estarán presentes en el Estadio de Gran Canaria vendrán desde Tenerife y se ubicarán en una zona entre las gradas Sur y Curva. En un primer momento la entidad blanquiazul solicitó 1.100, pero la gran respuesta de la afición chicharrera para viajar a Gran Canaria para presenciar el derbi le obligó a pedir más. En los sectores donde se ubicarán hay espacio para 1.800 personas, sin embargo, no se completarán.

Del total de personas, que deben llevar mascarilla, unas 1.500 animarán a los blanquiazules

Las más de 14.000 entradas vendidas no reflejan sino las ganas de derbi que existe a un lado y otro del charco, porque no se juega un duelo de máxima rivalidad canaria con público desde el 25 de enero de 2020, cuando UD y Tenerife empataron a cero y ofrecieron un espectáculo pobre. Hoy, mejor situados en la tabla y con aspiraciones de ascenso, están llamados a proponer mucho más.

En aquella UD estaba Pedri González, pero no Jonathan Viera, que se disponía a regresar a China después de una cesión de unos cuantos meses que había concluido semanas antes. Ahora el mago de La Feria vuelve a estar presente como faro del cuadro de Pepe Mel y en busca de su primer gol al eterno rival.

Sin gente

Meses después del último derbi con público, el 15 de noviembre de 2020 –la temporada pasada–, se disputó el primer clásico sin público en las gradas por culpa de la pandemia. Fue una cita histórica que la UD se llevó gracias a un gol en propia puerta del entonces portero del Tenerife Adrián Ortolá, que introdujo el balón en su meta de manera incomprensible.

Ahora, con el mundo en plena regeneración tras los estragos más duros del covid, el público vuelve al Gran Canaria con la única obligación de llevar mascarilla. Todo apunta a que alcanzar la cifra mágica de 25.000 espectadores es posible. Todo por el derbi.