Ángel López Ruano (Pozo Izquierdo, 40 años) dejó hace 41 días su cargo de segundo entrenador de la UD Las Palmas y técnico asistente de José Mel Pérez -comenzó el 15 de julio de 2020 tras la marcha de Roberto Ríos-. Aquí está un extracto de la entrevista que se publica mañana en la edición impresa de LA PROVINCIA / DLP. Habla a mil kilómetros del rencor y pensando en su salto inmediato hacia los banquillos. Desvela que llevaba más de un año "viendo cosas que no me gustaban". Valora la experiencia y no se desmarca del 'motivos personales' que ya anunció el club grancanario con un escueto comunicado del pasado 16 de septiembre. "Necesito crecer", insiste. Habla de Moleiro, las opciones de ascenso de la UD y de almorzar con Mel. "Pues no iría, pero con ninguno de Las Palmas. No comía con nadie cuando ya estaba en el club". Curiosamente , la UD juega este viernes en Anoeta, estadio en el que Las Palmas bajó a Segunda en 2002, con la presencia del sureño en el once de Fernando Vázquez.

¿Cómo se encuentra? ¿Por qué dejó su cargo de segundo técnico de la UD Las Palmas hace 41 días?

Estoy muy bien, es una cosa que necesitaba hace mucho tiempo. Creo que precisaba vivir esa experiencia en un club profesional para ver si era diferente a cómo lo había vivido de jugador. Hay cosas muy diferentes que tienes que ver, oír y callar. Después de tanto tiempo dándole vueltas, creo que era lo mejor para todos [en relación a su renuncia]. Opté por tomar mi camino, crecer y estoy a la espera de que aparezcan cosas. Empezar a entrar...

 ¿Pero por qué? ¿Cuál fue el principal motivo de su renuncia? En el escrito de la entidad, se aducía que era por motivos personales...

Fue una decisión en conjunto. No estaba muy a gusto con la situación, llevaba mucho tiempo, un año, viendo cosas que no me gustaban. Decidí aguantar un curso más y no tenía que haberlo hecho. Al final tomamos la mejor decisión entre todos, lo más importante es la UD. El equipo. Sobre todo lo que significa el club.  Como aficionado quiero lo mejor. Ya no podía sumar más. No estaba con la cabeza al cien por cien. Simplemente, los motivos son personales y lo saben los más allegados. Ya está. Me voy sin rencor y con la conciencia tranquila.

Se puede decir que el 'amor con Mel se rompió' desde finales del pasado curso, ¿en qué instante se acabó la sintonía? 

Lo único que puedo decir es que a Mel le deseo lo mejor, que suba al equipo. Considero que hay un buen bloque, como aficionado le deseo lo mejor en su lucha por el objetivo.