Por fin, el balón dicta sentencia. El cuero ejercerá de Blas Trujillo. No vuelvan sin El Teide. A la conquista del Heliodoro y de la montaña sagrada. Llega el derbi de la incertidumbre y de la guerra civil entre directivas por el aforo. La UD, con nueve bajas -Álvaro Lemos y Rafa Mujica por lesión, así como Nuke Mfulu, Maikel Mesa, Enzo Loiodice, Álvaro Valles, Clau Mendes y Adalberto Peñaranda por Covid-19-, calibra su cuestionada eficacia en una cita con la eternidad. Son 21 años -desde diciembre de 2001- sin conquistar El Álamo chicharrero en plena fiesta por el centenario. La formación amarilla llega herida y bajo un debate existencial, una victoria en las últimas siete jornadas generan el interrogante: ¿atacar como bisones o centrarse en recuperar el rigor defensivo de antaño?
Sedientos de venganza, este clásico (este domingo a las 20.30 horas, Movistar Vamos) conforma el primer capítulo de 2022, el comienzo de la segunda vuelta y una prueba de fuego para el novelista José Mel Pérez -octavo derbi canario como rey de reyes y 126 duelos en el banquillo amarillo como cuatro con más recorrido de la historia-. La devastadora ómicron dejó huérfana la medular de Las Palmas y será Fabio González el que porte el estandarte. No hay otro -el resto de propuestas son el descartado Veiga o el canterano Pol-. Por delante del sureño, los fantasiosos Jonathan Viera, Alberto Moleiro, Kirian Rodríguez y el Concorde Pejiño.
Con la ametralladora en la mano y tratando de emular los pasos de Sergio Ruiz, Cristian Cedrés, Momo, Quiroga, Darino o Roberto Trashorras, Jesé Rodríguez y un estadio que se le resiste. Jey-M (seis goles y pichichi de la UD) encadena siete jornadas sin ver portería y será la tercera vez que pise el Heliodoro. Un galáctico reivindicativo. «Somos el equipo que mejor fútbol plasma de la categoría, el resto lo hacen a otra cosa». Desde su particular Speakers’ Corner de Hyde Park, ‘JR-10’ lanzó un desafío a los puristas. La UD, 216 disparos y 28 tantos, busca su segunda victoria foránea de la campaña ante un Tenerife de acero. Una cámara acorazada.
Los de Ramis lucen 28 goles en 192 lanzamientos en su expediente. Pero la gran nota diferenciadora de estos dos reinos reside en el concepto defensivo. La idea de cómo proteger su alma. Mientras la legión de Mel ha encajado 26 tantos -0,80 por partido- en esta primera vuelta, los blanquiazules solo 16 -0,76-. Los tinerfeños son el segundo escudo menos batido, solo por detrás del líder Almería.
Fabio, el salvavidas de Ingenio
Raúl Fernández y Soriano han disputado la totalidad de minutos. Dos dragones medievales. Para dinamitar la verticalidad de Samuel Shashoua -cinco dianas- y el oficio de Enric Gallego (4), Raúl Navas y Eric Curbelo afrontan una de las noches más comprometedoras. Bailar con el demonio. Ale Díez y Benito Ramírez, en los costados, tendrán su partida de ajedrez con Pomares y Mellot. Jaque mate, victoria o ruina. Gloria o muerte.
El ‘Tete’ maneja las ausencias de Víctor Mollejo, Ethyan González, Álex Muñoz, Pablo Larrea, Carlos Ruiz y Rubén Díez. Con el 50% del Heliodoro -unas doce mil almas- y sin presencia de afición ‘pío pío’, tratará de defender la tercera plaza. La formación de Mel, con la dupla del glamour Viera-Jesé, no puede permitirse encadenar otra semana lejos de la zona de privilegio. En la memoria, el recuerdo del (2-1) de la primera vuelta, con el tanto de Álvaro Lemos en el minuto 92. Han pasado 78 días, y en ese tramo, el Tenerife, desde su obsesión por el orden, le ha ‘metido’ siete puntos de renta a los pistoleros del novelista.
Aitor Sanz, Corredera y Míchel tratarán de arrinconar a Fabio. Una derrota en las últimas ocho contiendas de la pasión. Cinco derbis sin saltar por los aires. La UD no cae en el Heliodoro desde mayo del 2019. Una cita con la leyenda. Ganar este domingo te hace inmortal. Las entradas de cortesía, no facilitadas por el Tenerife a Las Palmas, conforma el último episodio de la guerra entre directivas. Que ruede el balón...
