La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una pubalgia desespera una vez más a Pejiño y a la UD

El ‘24’, sin romperse en todo el curso, podría emular a Enzo Loiodice y operarse del pubis

Pejiño recibe la entrada de un jugador de la SD Eibar en su última aparición como amarillo, el 18 de diciembre de 2021. | | LP/DLP

Nadie en la UD Las Palmas sabe a ciencia cierta lo que tiene Francisco Jesús Crespo Pejiño, vital al principio e intrascendente después sin que ninguno en el seno del club ni del cuerpo médico pueda explicar los motivos. Ni siquiera Pepe Mel. «Pejiño no avanza de su lesión, es posible que vaya al quirófano», espetó minutos antes del derbi en Movistar. Luego, tanto en los canales oficiales como en la comparecencia de prensa, evitó referirse al asunto, probablemente porque se había metido en un charco con lo de la supuesta operación. En todo caso, revela la incertidumbre que existe en torno al jugador.

Ahora parece ser una pubalgia la que desespera no sólo al barbateño, sino también al club, que está por la labor de proponerle una intervención quirúrjica que ponga fin a unas molestias que no terminan de desaparecer. En lo que se refiero exclusivamente a esta temporada, primero fue un desgaste en el tendón del aductor lo que le lastró; en la actualidad, problemas en el pubis.

Lo curioso de su caso es que Pejiño nunca se ha roto, es decir, no ha sufrido una lesión propiamente dicha en todo el curso. Lo que ha sentido son molestias y, sobre todo, miedo a romperse. De alguna manera, el supuesto percance del futbolista existe más en su cabeza que en la realidad, motivo por el que incluso se ha planteado un tratamiento psicológico.

No es algo nuevo en Pejiño, que ya la temporada pasada demostró tener un umbral del dolor demasiado bajo. También durante su etapa en el Sevilla. En cualquier caso, tanto el jugador como la UD están desesperados porque uno se ve al 100% para rendir de la manera formidable en que lo hizo en el tramo inicial del curso y el otro no puede aprovechar a un jugador que marca diferencias y al que renovó por dos temporadas el verano pasado –hasta junio de 2024–.

Por eso una de las posibilidades que barajan en el club es que Pejiño, ante esta última dolencia en el pubis, pase por el quirófano al igual que lo hiciera la temporada pasada Enzo Loiodice. A eso se refería Mel con sus palabras antes de la cita frente al Tenerife, sin tenerlo demasiado claro.

Cabe recordar que el tratamiento conservador al que fue sometido el francés durante meses por la misma afección no dio resultado, por lo que finalmente todos decidieron que la mejor opción era la operación. Así, después de jugar sus últimos minutos en diciembre, el francés pasó por el quirófano en París el pasado 9 de abril de 2021 y completó su recuperación en tres meses: el 7 de julio estaba listo para empezar la pretemporada –lo hizo a un ritmo menor–.

En cualquier caso, la vuelta de Pejiño no parece pronta. Comenzó la presente temporada como un tiro, en forma, eléctrico, pleno de velocidad y también de puntería, pues en tan sólo ocho jornadas mejoró su registro goleador del curso anterior. Ha marcado cinco tantos –dos al Mirandés y uno al Huesca, a la Ponferradina y al Cartagena– en 13 partidos. En la 2020-21, sumó cuatro goles –tres al Fuenlabrada y uno al Cartagena– en 21 apariciones.

Por ahora se ha perdido nueve choques de 22; la campaña pasada, exactamente la mitad. La UD y Pepe Mel lamentan no poder contar más con un jugador determinante, pero Pejiño, que también sufre en su propia ausencia, no de ve bien para jugar. La pubalgia actual y la posible operación pueden suponer un punto de inflexión.

Compartir el artículo

stats