En los últimos diez días, José Mel Pérez -128 duelos de amarillo- y Juan Manuel Rodríguez (125) han saltado por los aires. Son el cuarto y quinto entrenador de mayor recorrido en los 73 años de historia de la UD. En el caso del preparador isleño, dejó el filial por petición propia. En lo referente al madrileño, por la falta de contundencia lejos del Gran Canaria y el deficiente nivel defensivo (30 goles en 24 jornadas de Liga).
El final del ciclo del novelista se fundamenta en la ley de la Big Data, como determinan los ejecutivos de la UD y verdugos. 128 duelos, 1.057 días en el cargo y el miedo en el cuerpo en la zona noble. La derrota ante el ‘Fuenla’ en el Fernando Torres (3-2) deja a los amarillos a tres puntos de la sexta plaza del Girona y significa el despido de todo un superviviente. A solo unos días del cierre del mercado (31 de enero) y solo tres semanas después del Centenariazo en el Heliodoro del 2-E, Mel se quedó solo y sin coartadas.
Se trata del estratega más longevo bajo el mandato de Miguel Ángel Ramírez -desde la 2005-06- y es devorado por el grado de ambición que anida en el club tras el fichaje de Jonathan Viera. El madrileño de 58 años no logró taponar la sangría de tantos en contra y solo ha sumado dos victorias de visitante -ante la Real B y el CD Tenerife- por las cinco que llevan los chicharreros.
Encuesta | ¿Le parece oportuna la destitución de Pepe Mel como entrenador de la UD Las Palmas?
Cadena de acontecimientos
Ahí estuvo su losa. Tras presenciar el partido del filial de la UD en el Anexo de Siete Palmas, la cúpula amarilla, encabezada por el presidente Miguel Ángel Ramírez, escenificó una cumbre de urgencia ante las peticiones de la dirección deportiva. Luis Helguera, director deportivo, lideró de forma urgente la búsqueda del relevo, García Pimienta.
A las 11.50 horas, figuraban en el palco del Anexo, Ramírez, Nicolás Ortega, vicepresidente, así como Manuel Rodríguez ‘Tonono’, director de formación. Avanzado el encuentro, se personó en el palco del principal recinto de la cadena, el director general de Gestión Patricio Viñayo.
En el tramo final del primer tiempo, apareció Luis Helguera, que había acompañado a la expedición amarilla a Fuenlabrada. Fue en el descanso del partido del filial, cuando se apreciaron las conversaciones insistentes de Helguera con Ramírez. Tras el (0-3), el principal mandatario no quiso dar pistas sobre el baile de los acontecimientos. «En este minuto, el entrenador es Pepe Mel». De la confianza a la cumbre de urgencia de Pío XII y el finiquito a José Mel Pérez, que se personó sobre las 20.00 horas en el chalé.
Tras escapar de mil balas, ayer el proyectil impactó en el funambulista. «Los datos que manejamos nos indican que así no llegamos», una decisión fundamentada en la ciencia y que dejan 18 jornadas del campeonato abonado un estilo barroco. La UD se envuelve en la bandera del FC Barcelona y en el sello ‘cruyffista’.
El 23-E deja la sentencia del consejo de administración hacia una figura que no fue silbada por el Gran Canaria. ¿Pero cómo se piensa cicatrizar la herida de los goles en contra? Con la vitamina Quique Setién. Es una medida de elevado riesgo y más si cabe si se evoca la salida de Manolo Jiménez -con los amarillos en puestos de playoff en noviembre del 2018-. La cruenta racha de una victoria en los últimos siete pulsos ligueros de 2020 dejó una fractura kilométrica con los rectores de la entidad. «No hay ultimátum [se aseveró en relación a los partidos ante el CD Tenerife y UD Almería]. Pero ya se había iniciado la cacería al novelista.
Sentarse con los candidatos
La última renovación de Mel -4 de junio de 2021- dejó una serie de situaciones curiosas. Helguera reconoció que se había sentado con varios candidatos al banquillo grancanario como De la Barrera o el propio Miguel Ángel Ramírez -ahora en el Charlotte-.
Fue una continuidad fijada desde el suspense, y que generó más inconvenientes tras la salida de Ángel. La soledad del novelista. Queda avalado por su rigor y su amor a la filosofía de cantera amarilla. Generador de beneficios con el déficit del peregrinaje de visitante. 128 latidos y un domingo que hizo de guillotina.
