El anuncio fue una sorpresa y en la entidad amarilla hasta presumieron de ello. Se trataba del fichaje de Hernani Santos, ocurrido el lunes 27 de diciembre de 2021, en plena semana del derbi, cuando la posibilidad de que el mismo se jugase a puerta cerrada y los resultados de los test de coronavirus después del parón navideño copaban la actualidad más inmediata de la UD Las Palmas. Un mes y medio después, el que debía ser un refuerzo de cara al objetivo del equipo de luchar por el ascenso todavía no se ha dejado ver.
Ha supuesto, en resumen, una decepción. Su entrada al terreno de juego el domingo pasado en sustitución de Rober, con 35 minutos por delante, debía servir como revulsivo después del mazazo que supuso el 0-1 nada más comenzar la segunda parte después de una cantada de Raúl Fernández, sin embargo, su aportación fue nula.
Era la primera vez que García Pimienta, entrenador de la UD desde hace tres jornadas, le ponía a jugar. Había pasado dos encuentros, frente a la Real Sociedad B y el Cartagena, en el banquillo, y por tenía su oportunidad: sólo dejó un par de arrancadas infructuosas, varios intentos de regate fallidos y un par de centros con la derecha que se fueron al limbo.
El caso es que de los cinco partidos en los que ha podido participar, en ninguno de ellos ha sido titular, ni con el barcelonés ni con Pepe Mel, que le hizo debutar en los últimos 13 minutos del duelo ante el Almería y luego, en Fuenlabrada, le regaló cuatro más. Fue ahí, en el Fernando Torres, donde dejó su único destello, un buen pase en profundidad a Jesé que acabó en un penalti a favor de Las Palmas que el propio delantero se encargó de convertir en gol.
Nada más. En cierta forma, casi nadie esperaba mucho de un futbolista que llevaba sin jugar un partido oficial desde el 30 de mayo de 2021. Lo hizo entonces con el Al-Wahda de la liga de Arabia Saudí, donde militó cedido por el Levante CF, al que tuvo que volver el verano pasado y con el que rescindió meses después tras haber sido descartado para formar parte de la plantilla profesional.
Hernani pasó a entrenar en solitario en Portugal, su tierra natal, hasta que recibió la llamada de Luis Helguera, que lo conocía de su etapa anterior en el club granota, para ofrecerle jugar en la UD hasta final de temporada y una más en caso de que el equipo logre el ascenso.
Su falta de forma era de esperar. Mel detectó de inmediato que iba a necesitar un tiempo para alcanzar el nivel físico del resto. No era, en definitiva, un fichaje de disponibilidad inmediata, algo que parece haber ratificado García Pimienta con su decisión de ponerle únicamente en el duelo del domingo pasado y de descartarle en los dos anteriores.
Hernani, además, ocupa una posición, la de extremo, en la que sobran futbolistas en el plantel amarillo. De hecho, en el mercado de invierno llegó otro, Rober González, cedido por el Real Betis hasta final de curso y el que jugó tanto con Mel como con el nuevo entrenador, algo que, por otra parte, abrió el debate de si era necesario fichar a dos jugadores que se desempeñan por el mismo lado.
El director deportivo no lo aclaró. El caso es que fichó a Hernani y de momento el rendimiento del portugués, en cinco partidos, es invisible.
