Sólo hay una baja en la UD Las Palmas para el partido que le enfrentará con el CD Lugo mañana (20.00 horas) en el Estadio de Gran Canaria: Francisco Jesús Crespo Pejiño, quien, sin embargo, comienza a ver la luz al final del túnel, toda vez que está previsto que la próxima semana realice ya algunos ejercicios junto al resto de sus compañeros después de la operación de pubis a la que se sometió a mediados de enero pasado.
El barbateño comenzó su calvario a finales de octubre, cuando tuvo que parar en seco porque no podía más. Acababa todos los partidos con mucho dolor en el tendón del aductor derecho, lo que finalmente derivó en una osteopatía de pubis. En realidad, nunca se rompió propiamente, pero no podía rendir al 100%.
De hecho, trato de sumarse al grupo varias veces para probarse. Incluso, jugó unos minutos frente al Eibar en el Gran Canaria ene l último partido del año pasado y de la primera vuelta, pero las consecuencias fueron terribles; recayó y finalmente no le quedó otra que pasar por el quirófano. La otra opción, la del tratamiento conservador, no había funcionado.
Así, Pejiño fue operado en enero pasado por el doctor Ripoll en Murcia y comenzó un proceso de recuperación que debía devolverle a los terrenos de juego entre mediados y finales de marzo. El extremo suma ya varias semanas de trabajo en solitario junto a los recuperadores amarillos. También ha realizado alguna carrera sobre el césped e incluso ha golpeado el balón, por lo que la evolución es favorable. En nada ya trabajará con el grupo.
Cuatro descartes
Se trata del único jugador de la UD con el que no podrá contar García Pimienta para el duelo frente al cuadro gallego, toda vez que Álex Suárez, que no pudo estar en La Romareda por haber dado positivo por coronavirus, se incorporó ayer a los entrenamientos y está disponible.
El barcelonés, además, recupera a Raúl Navas y Enzo Loiodice, ausentes en la última jornada por sanción. Deberá dejar fuera a cuatro por decisión técnica.
