El guiño de Jonathan Viera a la 'marea amarilla' del Municipal de Santo Domingo. El '21', que sumó de falta su cuarto tanto consecutivo en cuatro jornadas, incidía en la dificultad de tumbar a un Alcorcón que se jugaba su dignidad. "Nadie se deja ganar en Segunda, tenemos que ir a todos los campos a ganar y es complicado. Necesitamos los puntos y lo hemos logrado. Ahora hay que pensar en el partido del sábado ante el Oviedo desde ya mismo. El estadio estará lleno". Sobre el hecho de marcar de falta, algo que no había conseguido en este cuarto periplo de amarillo, detalló que no es un aspecto del juego que le obsesionase. "Sabía que iba a entrar, semana a semana estaba más cerca. No me obsesiona meter de falta. Y si no entra, pues a intentarlo en la próxima jornada. Ese tanto sirvió para ponernos 0-1 y fue importante".

En relación a la presencia de 500 seguidores de la UD en el estadio alfarero, Viera hizo pública su sorpresa. "No había visto nadie igual y eso que llevo muchos partidos con la UD a mis espaldas. Ni en Zaragoza en la disputa del playoff de ascenso [junio de 2015]. La gente está volcada con el equipo y eso se nota. Desde hoy vamos a pensar en el Oviedo, es el partido de la temporada y queremos el estadio a reventar".

Moleiro y el valor de la victoria desde el padecimiento

El atacante tinerfeño Alberto Moleiro, que dejó una jugada de gran belleza en el primer acto, recordaba que en el ADN del club amarillo figura el término 'agonía'. "Solo se gana sufriendo y para ser mi primera temporada, ver tanto cariño de la afición te emociona. Me hace todavía ser más de la UD Las Palmas. La clave es ir partido a partido y hemos logrado estar una posición muy favorable. Lo de Oviedo es una final y queremos contar con el aliento de todos los amarillos". En relación al desplome en el segundo acto, recordó que "hacía mucho calor", pero el coraje y el compromiso apareció en el instante preciso. "El 0-2 no fue casualidad, seguimos trabajando durísimo y finalmente tuvimos la recompensa en un campo complicado".

Rober y su familia

Rober González, como ya hiciese en El Toralín, logró un tanto sobre la bocina. En esta ocasión, para certificar una victoria fundamentada en el padecimiento. "Va dedicado a mis padres que estaban en la grada. Han venido desde casa, ya que solo están a tres horitas [Extremadura]. Nos vamos a dejar la piel hasta la última jornada, hemos aprendido a competir y a sufrir. Les necesitamos y quiero hacer un llamamiento para llenar el Gran Canaria".