El 21-M se incluye en la relación de días grandes del partenón de Siete Palmas. Al son de Viera y de un Moleiro magistral, la UD tuvo paciencia para encontrar las fisuras en el planteamiento de Ziganda. En esa telaraña macabra, el temple del timonero Mfulu. El congoleño firmó su mejor partido desde que ficharse por la UD. El Día de Canarias se adelantó en el calendario y ‘JV-21’ fue aclamado como monarca de los sueños.
Noventa minuti en el Viera Arena son molto longo. Bienvenidos al cielo. El Mesías de la UD Las Palmas Jonathan Viera Ramos se empeña en estirar este milagro que pronto tendrá su formato televisivo bajo la fórmula de pago Netflix. Me llamo Viera y he venido a hacerte feliz. El título de la última telenovela de la esperanza que ilumina el Roque Nublo y siembra el pánico en el jardín del Teide. El artista de La Feria acudió al rescate con un tanto de fábula, arrancada, técnica y potencia, en el definitivo (2-1) a los 62 minutos para escenificar la remontada imposible. Diez duelos a un ritmo diabólico: ocho victorias y dos empates en 64 días de alta tensión en el alambre.
Los ventajistas repiten que conocían el plan del ‘21’, sabían el final de la serie. Pitonisos. Tras sucumbir ante el Girona (1-3), explotó el pesimismo.La rutina en estos cuatro años de padecimiento. Todo lo cambia el enviado de los cielos. Los que lo elogian ahora desde las ondas vaticanas lo llenaban de estiércol cuando fichó por el Beijing de la Superliga de China (2018) e hizo las maletas para abandonar la Isla. Viera es el destino. El único camino válido en este delirio constante es dejarse llevar en el Viera Arena. La catedral de lo impredecible. El alma libre de un proyecto repleto de glamour.
Contar con un extraterrestre es una garantía para dinamitar el alma de los rivales. Bajo la dictadura del ‘21’ y sus trece goles en 2.594 minutos, no hay muralla de acero que se sostenga. Ante el Real Oviedo en la final del siglo del 21-M, los pupilos de Xavi García Pimienta alcanzaron el sobresaliente dos teloneros como Alberto Moleiro y Nuke Mfulu. El primero, con una volea sublime, logró el 1-1 y el mediocentro congoleño, siempre con el pico y pala, se licenció bajo el barro. Invisible Jesé. Sin rastro del ‘10’, fue el diamante Moleiro el que se puso en el escaparate.
Un pecado capital de Eric Curbelo (7’) dejó a Borja Bastón la autopista liberada. Misil de uranio y despeje poco efectivo de Álvaro Valles. El esférico quedó muerto y a merced de Borja Sánchez. Cuando todo parecía perdido, llegaron los zarpazos de Moleiro y Viera.
Uno en cada tiempo, uno en cada portería. Con la participación más gris de Jesé, Sadiku pasó de puntillas y Kirian Rodríguez despertó en el segundo tiempo. Rober González forzó la roja a Pierre y Fabio dio una lección de oficio. En relación a Rafa Mujica –suplió al albanés–, cabalgadas interesantes en ese océano de dudas que fue la partitura del Cuco Ziganda.
El cuadro ovetense se defendió desde el orden y la anticipación. Recurrió a las faltas (16) y abortó todo el circuito de fantasía de los amarillos. El tanto del empate llegó tras un saque de esquina y el Van Gogh de Viera fue objeto de la inspiración más elevada.
Refugiarse en la pelota
Los mejores minutos llegaron con el 2-1 en el marcador. Custodiados por los 30.063 guardianes del escudo, Nuke Mfulu se alineó con Fabio González para estirar la posesión. El chispazo del ‘21’ cambió el panorama. El reo se convertía en juez. Ciganda tardó en reaccionar y se lanzó a por su presa de forma desesperada. Pimienta fue más pragmático y superó su primera gran prueba de fuego de forma exitosa.No se descompuso Las Palmas en ningún momento, desde el toque, refugiados en la posesión, reinaron sin titubeos. La ola se apoderó del Viera Arena y se escenificó la mejor noticia tras el bochornoso descenso de 2018. Es como si el ‘21’ pagase de forma holgada su particular duda con el Gran Canaria. Su fuga para jugar en China ya está abonada. Verlo jugar es un orgasmo. Destrozó a Costas y a Calvo, para ser homenajeado este domingo en El Molinón. El Sporting ofrecerá escasa resistencia. Pasillo para la UD del Mesías. La Iglesia Vierista dispara su nómina de adeptos. Todos se suben a la metroguagua del ‘21’. Lo fichó Ramírez. El presidente es el único que puede sacar pecho.