La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La UD Las Palmas, fiable en el ocaso

En las dos últimas décadas, Las Palmas salió exitosa las cinco veces que se jugó algo en la jornada final, aunque en una de ellas falló | No luchaba por nada en el cierre desde 2014

Jonathan Viera y Xavi García Pimienta se abrazan después de la sustitución del capitán, el sábado pasado en el choque entre la UD y el Oviedo. | | ANDRÉS CRUZ

La UD Las Palmas vuelve a jugarse algo en la última jornada ocho años después. En este caso, depende de sí misma: necesita al menos un punto el domingo (19.00 horas) frente al Sporting en El Molinón para sellar matemáticamente su participación en la promoción de ascenso a Primera, circunstancia, la de luchar por algo en la fecha final, que únicamente ha sucedido cinco veces en las dos últimas décadas, periodo que sirve como referencia porque comienza después del penúltimo descenso a Segunda, en 2002. En todas ellas, el cuadro amarillo salió exitoso.

En cuatro de las cinco tenía en sus manos conseguir el objetivo final y en una falló; en la otra, dependía de los resultados de otros equipos, pero en los que respecta a Las Palmas ganó su partido. En cualquier caso, siempre se dieron los requisitos para que el conjunto isleño saliera favorecido en el ocaso del curso.

Tras la decepción que supuso el descenso a la categoría de plata en la temporada 2001-02, después de que la UD llegara a la última jornada con la necesidad de ganar a la Real Sociedad en Anoeta y el Mallorca pinchara en casa ante el Valladolid, y no se diera ni una ni otra cosa –los amarillos empataron (1-1) y los bermellones vencieron (2-1)–, la primera vez que ocurrió fue cuatro años más tarde.

En concreto, en la campaña 2005-06, con el equipo en Segunda B. En aquella ocasión a Las Palmas le valía con sumar un punto en la Ciudad Deportiva de Lanzarote para jugar el playoff, y no sólo lo consiguió, sino que le sobraron, puesto que ganó (0-1) con un gol de David Rodríguez en el tramo final del choque.

Por si fuera poco, su rival directo, el Rayo Vallecano de Miguel González del Campo Míchel, pinchó en Vallecas frente al Castillo del Romeral, aunque en realidad el partido decisivo lo habían jugado una semana antes en el Gran Canaria, donde los amarillos se impusieron a los madrileños por 1-0 gracias a un tanto de Marcos Márquez de penalti y se pusieron por encima en la clasificación.

El delantero sevillano fue, precisamente, en garantizar la tranquilidad amarilla en el curso 2008-09. A aquella última cita la UD llegó virtualmente salvada, pues sacaba tres puntos al Alavés, con el que tenía el golaverage particular igualado, pero al que aventajaba con claridad en el general. Aún así, Márquez se encargó de disipar cualquier duda con su doblete en el Ciudad de Valencia ante el Levante (2-2).

Fue el preludio a la jornada final más agónica de las cinco en las que Las Palmas se ha jugado algo en las dos últimas décadas, porque llegaba en puestos de descenso y, aunque dependía de sí misma, se jugaba la permanencia con otro equipo que luchaba por lo mismo, el Nàstic de Tarragona.

En una tarde dramática en el Gran Canaria, el equipo de Juanito logró imponerse gracias a un gol tempranero del venezolano Salomón Rondón. El cuadro catalán, por su parte, se salvó, pero sólo porque el Murcia pinchó. Había hasta ocho equipos implicados en el descenso.

No fue hasta tres años después (2012-13), ya con una UD con aspiraciones más altas, bajo el mando de Sergio Lobera, cuando la suerte le sonrió en la jornada final. Fue la única vez que dependía de sí misma y falló. Le bastaba con ganar para jugar la promoción de ascenso, pero lo que hizo fue perder en Murcia (1-0). Por suerte, la Ponferradina, que de ganar habría sobrepasado a los isleños, empató en su visita al Lugo (2-2), para el que había marcado dos goles el examarillo Mauro Quiroga al principio. Aquella temporada la UD cayó en las semifinales del playoff frente al Almería.

Un año después, en el ocaso de la campaña 2013-14, sucedió todo lo contrario. El equipo entonces entrenado por Josico no dependía de sí mismo, pero cumplió con su triunfo ante la Ponfe en casa (3-2) y accedió a la lucha por el ascenso porque el Córdoba y el Recreativo de Huelva pincharon. Este último fue el que se quedó fuera y finalmente los andaluces subirían a Primera aquel trágico 22-J.

El domingo que viene, ocho años después, la UD Las Palmas tiene todo a favor para volver a salir exitosa de la última jornada del campeonato. Vale un punto en Gijón ante un rival que no se juega nada. Si es por la historia, los amarillos son fiables en el ocaso.

Compartir el artículo

stats