A falta de la última fecha en El Molinón, Las Palmas presenta guarismos récord. Las ocho victorias y dos empates del preparador barcelonés, desde la 32ª fecha ante el Valladolid (0-1) y el éxtasis ante el Oviedo en la 41ª jornada y penúltima (2-1), evidencia una trayectoria intachable y sin precedentes. Solo en la 1963-64, con Dauder, se acaricia este milagro. Si sale airoso de Gijón, elevaría a once esta racha única.
Guarismos de época. Un caminar amarillo de leyenda. El mejor final de Liga en las 32 temporadas en Segunda División –desde la 32ª fecha liguera a la penúltima, de la 28ª a la 37ª, de la 20ª a la 29ª y de la 19ª a la 28ª – en un tramo mágico. Los restos del naufragio más hermoso. El resurgir de los invencibles. La UD Las Palmas, a falta del pulso de mañana ante el Sporting de Gijón en El Molinón (19.00 horas, Movistar LaLiga) ha batido todos los registros si se contabilizan los diez encuentros previos al cierre. La secuencia que ha mostrado la cara más indomable de los isleños desde el despertar en Valladolid con el tanto de Sadiku.
En su casillero, 67 puntos y que se fundamentan en la racha pletórica de diez contiendas a toque de corneta. Desbocados bajo la gasolina del Lamborghini. Cuatro victorias, dos empates y cuatro éxitos para escenificar un señor milagro con 26 unidades de 30 en litigio –con el respaldo de 28 tantos y solo ocho en contra–. Lo nunca visto. La pimirevolución que carece de precedentes desde las 1950-51 en el universo de plata.
Cuatro formatos (competición con quince, dieciséis, veinte y veintidós conjuntos) y dos sistemas de puntuación (hasta la 1994-95 era con dos unidades y luego se establece el botín de tres puntos por el triunfo). En el cuadro del margen inferior, se apuntan los techos numéricos –todos con tres puntos para evitar la confusión del lector– y que dejan a García Pimienta con siete más que el final que cumplimentó, por ejemplo, Paco Herrera en la 2014-15.
Juan Manuel estuvo diez jornadas invicto en 2008 con cinco victorias y cinco empates (20 unidades)
En la citada edición liguera, la del imperial 21-J, los amarillos acabaron cuartos con 74 puntos. Durante la primera vuelta lograron 43 unidades (líderes), para disponer de una despensa llena en los instantes críticos. Con Araujo y el propio Viera desatados, los amarillos conquistaron seis victorias, un empate y tres derrotas. Al término del curso, la UD besó la cuarta plaza y fulminó en los cruces de la promoción al Valladolid y Zaragoza. Solo con Juan Manuel Rodríguez en la 2007-08 se luce la condición de invictos en ese tramo de diez encuentros en este siglo. Luego en la 42ª jornada, sin nada en juego, y con el histórico debut de Omar Fleitas, sí se cayó (3-1) ante el Albacete en el Belmonte.
En relación al otro plantel amarillo que logró el ascenso a Primera en este siglo (el de Kresic en el 2.000), lograron 20 puntos con seis victorias, dos empates y dos derrotas. En esa 1999-00, Las Palmas fue campeón de la categoría con 72 unidades. Si los de Pimienta hacen los deberes y baten al Sporting, en un Molinón vestido de amarillo –quieren celebrar los tantos de la UD–, se besarían los 70 puntos. Una cifra récord en relación a los puntos de promoción de ascenso y que solo supera el Córdoba (72) en la 2013-14.
Únicamente en la campaña 1963-64, ocho victorias, un empate y una derrota (25 unidades con protocolo actual de tres puntos) se amenaza la marca de Pimienta en el caso de sucumbiese en Gijón. Con Dauder en el banquillo, los isleños conquistaron el ascenso a la máxima categoría. En la última jornada lograron un empate ante el Mestalla. Por lo tanto, acabaron con 26. Si Pimienta cumple con el programa y certifica el playoff, ya tiene el mayor registro en un cierre de once fechas ligueras.
