La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

García Pimienta convence a la directiva y al vestuario

El entrenador, al que le queda un año de contrato, tiene el aval de Viera y de los resultados hasta el ‘playoff’ | El estilo, innegociable

UD Las Palmas - CD Tenerife Juan Castro

Xavi García Pimienta es el hombre elegido para liderar desde el banquillo el proyecto 2022-23 que arrancará con la pretemporada a principios del mes que viene y que tendrá por objetivo el ascenso a la Primera División. A falta de la comparecencia anual del presidente Miguel Ángel Ramírez al final de cada curso, prevista para el miércoles o el jueves, la meta es volver a luchar por subir, tal y como confirmó Jonathan Viera justo después de que el equipo cayera ante el CD Tenerife en las semifinales del playoff, y para conseguirlo, tanto la directiva como el vestuario están convencidos de que el técnico actual es el que debe llevar el timonel.

El barcelonés, llegado a la entidad amarilla a finales del pasado mes de enero, tiene un año más de contrato y continuará al frente de la UD, a la que consiguió llevar a la promoción tras registrar la mejor racha histórica del equipo en la categoría de plata: nueve victorias, las cinco últimas consecutivas, y dos empates en 11 encuentros. Esos 29 puntos de 33 posibles permitieron a los amarillos concluir en la cuarta posición y al entrenador, por su parte, ganarse el crédito para continuar al mando.

Sobre todo el de Ramírez, que se planteó destituirle si el equipo no reaccionaba de inmediato después de la derrota frente al Girona a mediados de marzo, cuando casi todos, incluidos miembros de la cúpula de la UD, dieron por perdida la temporada tras perder un partido que consideraban trascendental para optar al menos a la sexta plaza.

Sin embargo, el triunfo en Valladolid con un gol accidental de Armando Sadiku –se aprovechó de varios rebotes–, en un partido en el que Las Palmas dio una versión muy mejorada de sí misma, cambió todo. Porque a partir de ahí el cuadro amarillo fue imparable. Ganó otros tres choques más, al Leganés, a la Ponferradina y al Amorebieta; empató en Eibar y en Ibiza y se impuso en las últimas cinco jornadas al Málaga, el Mirandés, el Alcorcón, el Oviedo y el Sporting. Hubo un elemento común en la serie triunfal: la mejor versión de Jonathan Viera.

Sintonía

La comunión entre el entrenador y el capitán es total y eso es clave para la continuidad de García Pimienta. Si el ‘21’ da el OK, perfecto. Y lo ha dado. La buena relación entre ambos, contada por los dos protagonistas en algunas de sus comparecencias, quedó escenificada el sábado pasado, cuando el centrocampista dirigió al equipo junto al preparador en la zona técnica después de retirarse del campo por lesión.

A García Pimienta no le importó, sino todo lo contrario. Luego, tras la consumación de la eliminación, se dirigieron al público de un sector de la grada Naciente con lágrimas en los ojos. El técnico pidió sobre todo perdón; el jugador, ratificó lo que acaba de decir en la televisión con derechos: «Tranquilos, el año que viene volveremos a intentarlo».

La imagen de ambos un paso por delante del resto frente a las cámaras de fotos y de televisión refrendó la sintonía entre el técnico y el capitán, y por ende, el resto del vestuario. De hecho, la plantilla demostró desde muy pronto que estaba con él.

Mayor implicación

Lo que transmiten los jugadores fuera de la mazmorra en que se ha convertido la ciudad deportiva de Barranco Seco –el club decidió cerrar las puertas a la afición y a la prensa desde principios del año, primero por la incidencia del covid y luego sin explicación– es que el método del entrenador les gusta, creen en su manera de ver el fútbol y aceptan que las sesiones se demoren más debido a lo que consideran una mayor implicación –que Pepe Mel, el anterior– del barcelonés en los entrenamientos.

Por lo tanto, no hay dudas en el vestuario con respecto a la continuidad del vigente entrenador. Tampoco en el presidente ni en el director deportivo, Luis Helguera, el que puso su nombre encima de la mesa para sustituir a Pepe Mel, cuestionado por Viera en el último partido del año pasado y de la primera vuelta, ante el Eibar, cuando reconoció que no le había parecido bien que el técnico pusiera a Eric Curbelo como lateral derecho.

Menos de un mes después el madrileño estaba en la calle después de ganar al Tenerife en el Heliodoro, empatar frente al entonces líder, el Almería, y perder en Fuenlabrada.

Llegó García Pimienta y no comenzó bien, pues en sus siete primeros partidos al frente sólo ganó uno –Cartagena–, empató tres –Real Sociedad B, Lugo y Huesca– y perdió otros tres –Burgos, Zaragoza y Girona–. Por ese entonces el equipo carecía de una falta de gol alarmante que desapareció en el momento en que el técnico apostó por Sadiku en el José Zorrilla y trasladó a Jesé a la banda. De alguna manera, el estilo, de toques y más toques, cuestiondo por buena parte de la grada, adquirió tintes de verticalidad que lo fortalecieron.

Sin embargo, los resultados empezaron a llegar. Ya sin la presión de tener que alcanzar el playoff la UD adoptó como discurso el partido a partido, Pimi creó un once tipo para abandonar las probaturas y el equipo emergió, aunque en ese momento, y también antes y después, dependía del gran estado de Viera para tener éxito.

Liderados por el capitán, Las Palmas voló en el último tramo del curso. Se estampó en la promoción, a la que llegó fundida y de la que salió trasquilada por el eterno rival. Toca renovar la plantilla para volver a luchar por lo mismo. Con García Pimienta.

Compartir el artículo

stats