La UD Las Palmas no tiene un secretario técnico de manera oficial desde el pasado lunes 13 de junio, cuando el club anunció que Tino Luis Cabrera, el que entonces ocupaba el cargo –casi de manera simbólica, porque había dejado de ejercer las funciones desde hacía tiempo–, había terminado su vínculo con la entidad pese a que todavía le quedaba un año más de contrato. El puesto, de alguna manera, había quedado vacante y de hecho todavía lo está, sin embargo, hay una persona que, de facto, realiza tales labores: el exjugador amarillo Deivid Rodríguez.
No es nuevo, porque en realidad el grancanario, yerno del presidente Miguel Ángel Ramírez, participa en la confección de la plantilla de la próxima temporada desde hace meses. Incluso formó parte de varias expediciones de la UD a la Península la temporada pasada y también a Tenerife en el duelo de ida de las semifinales del playoff. Acabado el curso, participa como uno más en la comisión deportiva pese a que no tiene un cargo oficial. Contactar con agentes, analizar jugadores o interactuar con los ojeadores del club son sólo algunas de las tareas que ha acometido.
El 13 de mayo, cuestionado por este medio en una entrevista por si le gustaría ser director deportivo, respondió: «Me formo. Estoy cursando el título de entrenador, de director deportivo y además estoy haciendo otro de scout –analista–. Me vale para ir aprendiendo». Reconoció, por tanto, que es una actividad que le gusta y que contempla para el futuro, pero que en la práctica realiza en la actualidad.
De hecho, el máximo mandatario amarillo reconoció que fue el propio Deivid el que, en una fiesta en Ibiza hace unas semanas, inició los contactos con Cesc Fábregas para que el doble campeón de Europa y campeón del Mundo con España recalara en la UD.
Según la versión de Ramírez, el examarillo convenció al catalán, sin equipo hasta que anteayer firmó por el Como de la segunda división italiana, con el argumento, entre otros, de que el entrenador era Xavi García Pimienta, que le dirigió en la cantera del Barça y que se habría trasladado desde Formentera hasta Ibiza para persuadir igualmente al jugador de que el proyecto de Las Palmas era ideal para él.
Tal y como relató el presidente, Luis Helguera, el director deportivo, apareció como tercer eslabón hasta que finalmente viajó él mismo a Barcelona el fin de semana pasado para tratar de cerrar el asunto. Según la explicación del lado amarillo, Cesc estaba convencido deportivamente, pero tenía un propuesta económica mejor. Al final, calabazas.
La secuencia vale como ejemplo de la participación de Deivid, amigo personal de Jonathan Viera, con el que esta ese día en Ibiza, en el día a día deportivo del club, que asegura, por su parte, que el exjugador amarillo ejerce labores en la Fundación de la UD, comandada por Paquito Ortiz.
Desde que Deivid y el Atlético Paso rescindieron en septiembre del año pasado el contrato que les unía el grancanario ha pasado mucho tiempo en Barranco Seco. Sólo dos semanas después se le vio por las instalaciones de la UD –en la imagen que ilustra esta información aparece Deivid en uno de los accesos al campo David García–, cuestión que se repitió a lo largo del curso, sobre todo cuando terminó el campeonato de Tercera con el Villa Santa Brígida.
No ocupa un cargo oficial, pero Deivid Rodríguez ejerce como miembro de la dirección deportiva que lidera Helguera, que si bien no tiene un secretario técnico al uso, tiene en él a uno de facto. Mientras se forma, las prácticas en la UD valen de mucho al grancanario. Participa como uno más, de momento, en la sombra.
