La UD va como un tiro. Ganó al FC Andorra, algo que podía entrar dentro de lo normal por tratarse de un equipo recién ascendido y con la mayoría de sus futbolistas desconocidos en el panorama futbolístico, pero lo hizo bien, con justicia y, además, de una manera extraña, con un nuevo registro. Porque sólo tuvo el balón un 34% del tiempo y eso es muy poco, según su filosofía, pero le bastó para marcar dos goles con cinco disparos entre los palos y terminar la jornada segundo en la clasificación. Los logró Marc Cardona, uno en la primera parte y otro al final, de penalti, lo que finiquitó el debate sobre su idoneidad para ser el '9' de Las Palmas. Sí, parece que tiene gol. Y llenó de razones a Xavi García Pimienta, arquitecto de un señor equipo que volvió a ganar sin nombres.

Con Jonathan Viera, Vitolo y Sandro en la grada por distintos motivos, el cuadro amarillo volvió a demostrar que el grupo está por encima de las individualidades, y eso es una mejora que el entrenador se ha encargado de ejecutar. Todos saben lo que hay que hacer para el beneficio común. Las ausencias del capitán, aunque dolorosas, por fin no son un drama, más todavía si el que le sustituye es Alberto Moleiro, brillante nuevamente por delante de Mfulu y Loiodice y determinante con la asistencia del primer tanto.

Salvo un cuarto de hora de adormilamiento inicial en el que el Andorra, sin nombres pero con atrevimiento, lo que le hace ser un buen equipo que seguramente consiga mantenerse un año más en la categoría, todos estuvieron bien, incluidos los que salieron desde el banquillo. Cuando reaccionó encontró los huecos que buscaba y llegó el primero, una buena obra de Coco, Moleiro y Marc. Luego, en la segunda parte, ni creó ni sufrió, hasta que sentenció. De alguna manera, no le afectó el 23% de posesión que registró. La otra UD también sabe ganar.

Fiel al tópico que dice que si algo funciona, mejor no tocarlo, el técnico apostó por casi el mismo once inicial que siete días atrás había fulminado al Málaga en La Rosaleda a base de juego y precisión, con la novedad de Curbelo por Sidnei en el centro de la defensa. Aunque en realidad era un una apuesta por el mismo plan.

No pareció salir bien de entrada, porque el Andorra fue fiel a las instrucciones de su entrenador y salió valiente, atrevido, tanto que antes del minuto 10 ya había rozado el gol con un remate de cabeza a la salida de un córner y con un mano a mano que si no terminó en gol fue porque Valles, inmenso una vez más, se mantuvo firme hasta el último instante posible para desviar con la pierna el tiro de Marc Fernández.

Estaba dormida la UD, dominada por el rival y sin la intensidad mínima para poder robar un balón. Así, era imposible. Tan raro estaba el equipo que las dos primeras ocasiones llegaron en acciones a balón parado, primero con un disparo espectacular de Curbelo desde fuera del área que se estrelló en el larguero de Ratti (20’) tras recoger un rechace en la frontal, y después con otro testarazo, esta vez de Marc Cardona (22’), en un golpe franco.

Para ese entonces Las Palmas había entrado ya al partido. Apretó los dientes, encimó más y comenzó a robar balones. Y en ese panorama, este equipo es letal. No iba a tardar en llegar el gol, y llegó.

Coco, que había provocado el mano a mano anterior por haber salido mal al corte, y se había mostrado despistado en otra acción, se redimió con un pase milimétrico a la espalda de la defensa en busca de Moleiro, al que encontró. El tinerfeño, eléctrico como siempre, se deshizo de su rival como quiso con un cambio de ritmo que incluyó un recorte con el exterior para ganar la línea de fondo y brindar el gol a Marc Cardona, que estaba en su sitio, esperando el regalo (26’). Segundo tanto del catalán en tres partidos.

Con el marcador a favor, y con un equipo enfrente que no iba a cambiar su estilo, y menos cuando tenía que remontar, la UD fue un vendaval. En otro contraataque producto de un robo, Mfulu, que había llegado hasta la frontal en busca de su primer gol como profesional, encontró a Ratti.

Fue la antesala de la ocasión más clara de los amarillos, con participación también del franco-congoleño. Nuke entregó de primeras a Moleiro y éste, a lo Modric, con el exterior, dejó solo a Álvaro Jiménez frente al portero. Alguno habrá imaginado que intentaría una vaselina como la semana pasada, pero eligió tirar por bajo y Ratti salvó a los suyos de encajar el segundo (41’). Todo le fue mal, porque bien en la carrera o bien en el disparo, se rompió. Fue cambiado en el descanso por Pejiño.

Antes, el Andorra recordó que, para derrotarle, la UD tendría primero que sentenciar el partido. La manera en que lo hizo fue con una contra de libro, y pese a que los amarillos corrieron como leones hacia su portería, aunque de forma desordenada, con sólo dos jugadores los del Principado pudieron empatar, pero Morer olvidó que Valles está de dulce: paradón hacia arriba y balón al córner.

El paso por vestuarios sirvió para comprobar que el equipo de Eder Sarabia había tenido más el balón que el de Xavi García Pimienta, y no cambio la tónica en la segunda, porque la UD estaba decidida a copiar el guion de Málaga. La diferencia con entonces fue que Las Palmas no encontró tantos espacios porque el Andorra es un equipo mejor ordenado y porque Moleiro se dejó ver menos, y eso, encima sin Viera, es un hándicap demasiado grande.

Tampoco sufrió, por lo menos durante media hora, en la que Fabio y Benito entraron por Loiodice –con tarjeta– y Clemente, menos fino que siete días atrás. Un disparo de Marc Fernández acabó con el letargo en el 75’. El tiro se envenenó porque tocó en un amarillo, pero se fue fuera. Las Palmas ha demostrado tener una defensa más sólida de lo que era: cero goles en tres jornadas lo atestiguan.

Con esa solidez y con la efectividad que pocas veces se le ha visto, Las Palmas encontró la sentencia con un penalti claro sobre Benito que transformó Marc Cardona a lo Jorginho, pese a que Pejiño estaba loco por lanzarlo. Pero el delantero había cogido el balón con determinación. García Pimienta le premió con la sustitución en el descuento para que se llevara la ovación del Gran Canaria. Casi 20.000 personas vieron cómo su otro equipo ganaba por primera vez en casa. Genera ilusión.

Ficha técnica.

UD Las Palmas 2

FC Andorra 0

UD Las Palmas: Valles; Álex Suárez (Lemos, 82'), Coco, Curbelo, Sergi Cardona; Mfulu, Loiodice (Fabio, 66'), Moleiro; Álvaro Jiménez, Marc Cardona (Ale García, 91') y Óscar Clemente (Benito, 66').

FC Andorra: Ratti; Morer (Gil, 79'), Petxarromán (Pastor, 43'), Adri, Martí Vilà (Pampín, 54'); Marc Aguado (Jandro, 79'), Molina, Jacobo (Carlos Martínez, 55'); Alti, Héctor y Marc Fernández.

Goles: 1-0.- (26'): Marc Cardona; 2-0.- (89'): Marc Cardona, de penalti.

Árbitro: González Quintero (C. Anadaluz). Amonestó a los locales Loiodice, Mfulu y Álex Suárez, y a los visitantes Hector. En el VAR estuvo Prieto Iglesias (C. Navarro).

Incidencias: partido correspondiente a ltercera jornada de LaLiga SmartBank, disputado en el Estadio de Gran Canaria ante 19.223 espectadores.