Xavi García Pimienta no quiere que los entrenadores rivales le pillen la matrícula. El entrenador de la UD Las Palmas se mantiene en el discuso de que su equipo tiene una identidad definida, pero a la vez está experimentando con sus jugadores. Como si se tratase del protagonista de la Isla del Doctor Moreau [H. G. Wells, 1898], esta temporada el técnico llega a los estadios y da una pincelada de sus ensayos mentales.
Ya en la previa del encuentro frente al Leganés, Pimienta advirtió de su deseo en el que la UD «dé un paso adelante» y «domine más registros». Ahora es capaz de entregar el balón sin que se le caigan los anillos y esperar a la contra. Ayer, en la segunda parte cedió la posesión y se quedó en el 47%. Una opción que hace unos meses hubiera significado un pecado capital en la religión cruyffista.
El darwinismo que puso a examen ayer Pimienta partió desde antes del pitido inicial, justo cuando se hizo público el once titular y aparecían cinco defensas en la lista. Sin embargo, la respuesta a la confusión de ver a Álex Suárez y a Álvaro Lemos quedó resuelta al rodar el balón. El gallego iba a jugar de extremo diestro y el canterano continuaría una jornada más como el experimento estrella del entrenador durante la temporada, en la que ya no parece un parche momentáneo.
Quince minutos tardó Lemos en imponerse a la selección natural. Fuera de su habitat natural, el santiagués sacó un latigazo desde fuera del área para alojar el balón en las redes pepineras.
De la posesión a la entrega
Tanto desconcierto arrojó el gol de Lemos como el juego de la UD a partir de la segunda parte. Porque si en los primeros 45 minutos concentró el balón con un 61%, tras volver del descanso lo entregó al conjunto de Idiakez.
Con la posesión perdida, Pimienta trató de humanizar a la mayor bestia que tiene en la Isla y decidió que colocaría a Jonathan Viera como falso 9. Una posición inédita para el de La Feria, pero que en su regreso de lesión le resguardó de sobreesfuerzos en la selva del Leganés.
Tanto resguardo, que con la posición centrada de Jony en la última media hora, fue Marc Cardona el que pasó a la banda diestra después de que Óscar Clemente se hubiera desfondado.
¿Quién pensaría que es buena idea poner a tu pichichi a trabajar tirado en la banda? Pues nada más que al Doctor Moreau Pimienta, que con todos los experimentos que está exhibiendo en su Isla, ni a H.G. Wells se le hubiera ocurrido en su protacienciaficción que iba a servile para ir líder de Segunda.