Al cierre de esta edición la celebración del partido entre la UD Las Palmas y el Granada CF, correspondiente a la séptima jornada de LaLiga SmartBank, no estaba garantizada, sino en el aire por culpa de los efectos que podría dejar la tormenta tropical Hermine a su paso por el Archipiélago este fin de semana. La decisión final está prevista que se tome a lo largo de este sábado. Mientras, tanto el Gobierno de Canarias como el Cabildo Insular se mostraron partidarios de que el choque se aplace.

«Cae –el partido, mañana a partir de las 20.00 horas– justamente cuando mayor previsión hay de precipitaciones. Lo previsible es que la alerta se mantenga y por tanto el partido no se celebre», aseguró ayer por la tarde en una comparecencia pública Ángel Víctor Torres, que recordó que la decisión final no corresponde al Ejecutivo canario.

«El competente es el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento donde se celebra este evento. Yo entiendo que el partido no se va a celebrar y así lo comunicarán. Por tanto, lo que sí está claro es que no se puede producir un desplazamiento para ver el partido», explicó Torres, quien abrió la posibilidad de que el encuentra pueda celebrarse a puerta cerrada.

Antonio Morales, por su parte, se mostró en la misma línea que el máximo mandatario del Gobierno regional, aunque fue más escueto en sus palabras. «Deben suspenderse todas las actividades públicas», respondió ante la pregunta de si se iba a celebrar el partido, sin aclarar la postura definitiva que iba a adoptar el Cabildo.

Los clubes, a la espera

Mientras, la UD Las Palmas se mantiene a la espera de que le informen a lo largo del día de hoy. Fuentes de la entidad amarilla aseguraron a este medio que hasta ayer no le habían comunicado nada en relación a un posible aplazamiento del partido, aunque sí se mostraron disconformes ante la eventualidad de que el choque pudiera jugarse sin público.

Varios medios de Granada informaron igualmente que la entidad nazarí tampoco había recibido comunicación alguna de ningún estamento político ni deportivo en cuanto a un eventual aplazamiento del partido.

En cualquier caso, el Granada ya tomó precauciones y adelantó su viaje a Gran Canaria. En un primer momento tenía previsto desplazarse a la Isla en un vuelo regular el mismo día del partido por la mañana, sin embargo, la previsión de lluvias le hizo rectificar y alquilar un chárter que saldría esta misma tarde desde el aeropuerto Federico García Lorca para evitar el riesgo de no poder aterrizar en Gran Canaria. En la entidad esperan conocer la decisión final de si el encuentro se disputa o no antes de subirse al avión.

Ayer, el Gobierno de Canarias pidió evitar desplazamientos durante este fin de semana y declaró la alerta máxima por la previsión de lluvias, inundaciones, viento y tormentas a partir de la medianoche pasada (0.00 horas) por la tormenta tropical Hermine ubicada al sur de las Islas, y que mostrar su mayor fuerza el domingo, día del partido que había despertado una enorme expectación entre los aficionados amarillos, que habían retirado ya más de 3.000 entradas que, sumadas a los abonados, auguraban una afluencia de más de 20.000 personas en Siete Palmas.

«Que no llueva el sábado no significa que el domingo no llegue la tormenta», aseguró Torres, quien sentenció: «Es posible que estemos ante la más importante en la última década».

Por tanto, el UD-Granada de mañana amanece en el aire. Las autoridades competentes y LaLiga tomarán la decisión final este mismo sábado. De momento, la predisposición del Gobierno de Canarias y del Cabildo Insular es que el partido se aplace.