El viaje de la expedición del Granada a Gran Canaria no fue corriente por varios motivos. Valgan como ejemplos que tuvo que hacerlo un día antes de los previsto, que el tiempo que le esperaba en la Isla no era el habitual o que el recorrido fuera más largo del normal por aquello de incluir un avión más en la ruta hacia Canarias, pero también que ni si quiera sabía cuándo iba a jugar definitivamente su partido frente a la UD Las Palmas. El enigma que planeó sobre la cabina del avión durante casi tres horas quedó resuelto en cuanto aterrizó en el aeropuerto de Gando, pasado por agua.
Luego, ya en el hotel de concentración en la capital, el director general de la entidad nazarí, Alfredo García Amado, resumió las horas intensas vividas en el club desde que el viernes el Archipiélago entrara en alerta máxima por la tormenta tropical Hermine.
«Ayer –por el viernes– fue un día muy intenso porque estuvimos en contacto con LaLiga en todo momento desde que tuvimos la previsión de las inclemencias meteorológicas. Teníamos previsto volar mañana –por hoy– directamente desde Granada en vuelo chárter por la mañana para estar en el Estadio Insular –en realidad, el Estadio de Gran Canaria– una hora y media antes, como marcan los protocolos de LaLiga, pero ante la recomendación de las autoridades y de la propia Liga adelantamos el viaje a hoy –por ayer– para poder estar aquí y asegurar que el Granada CF estuviese en el Estadio a la hora que correspondía», comentó el dirigente.
«Una vez hemos aterrizado, nos ha llamado LaLiga para confirmarnos que el partido se aplazaba al lunes. Había varias opciones, desde la suspensión del partido a que se pudiera jugar mañana –por hoy– a puerta cerrada, sin público, o a que se jugara el lunes, cuando parece que las inclemencias meteorológicas amainan. Es la decisión de LaLiga y la acatamos», agregó García Amado.
Finalmente el Granada ya está en Gran Canaria y hoy tiene previsto realizar un entrenamiento suave, seguramente en las instalaciones de la UD. En tal caso, Raúl Fernández y Sergio Ruiz volverían a la que fuera su casa.
