El filial de la UD es un manojo de nervios. Con dos victorias en ocho jornadas, el cuadro de Yoni Oujo mostró su vertiente más neurótica en el Barrio Atlántico. Capaz de lo mejor, capaz de lo peor. Capaz de desaparecer y luego dejar gotas de su perfume de magia -la entrada de Ale Ojeda fue redentora-. Capaz de caer en todas las trampas del ejército de Ángel López, ganador por KO del pulso más vibrante de esta Tercera con empaque de Champios. Malogró un penalti de Borja Llarena en el tramo final del primer acto y fue superado en todo momento por un combativo Villa de Santa Brígida (0-0).

El acoso satauteño se tradujo en un carrusel de ocasiones que fueron desbaratadas por la zaga y un portentoso meta Moha. Sufrir, padecer y aferrarse al talento de Ale Ojeda, que saltó en el 70' y fue el mejor de los amarillos.

El Villa sigue invicto y su humildad sienta cátedra. De las cabalgadas de Leto a la habilidad de Álvaro, se detecta las coordenadas de un sello. Hablan un idioma. Bien pertrechados sin balón y salir como aviones. Del filial solo hubo una noticia, el penalti provocado por Ale García y estrellado en el poste por Borja Llarena (44'). Pero fruto de un accidente. En el primer tiempo, el dominio y el caudal ofensivo fue verdiblanco. Especial mención, para un remate de Álvaro que fue desbaratado por Moha.

Arisay y Leto encontraron una autopista por la derecha. Una salida de Moha Ramos sobre Ale Gil fue reclamada como pena máxima por el respetable. En el 37', Álvaro se quedó solo ante Moha y se le apagó la luz. Se quedó sin cobertura cuando le esperaba la gloria. Bajo la dictadura satauteña, Yoni Oujo fue amonestado y se percibía en el verde el desconcierto de la 'vela chica'. El malestar es evidente. Dudas, reproches...Un proyecto que no termina de germinar tras el fracaso absoluto de la temporada pasada. Arisay derribó a Ale García, que dejó varias penetraciones de caviar, y el colegiado decretó pena máxima. Divorciados con la fortuna, el balón se estrelló en el palo. Borja Llarena no se lo podía creer, Oujo miró al vacío.

El Ceballos de la 'vela chica'

Para recomponerse, reclamó el balón Joaquín. Apunten este nombre. Personalidad y clase. Mejoró el filial, que comenzó a asomar la cabeza. Álvaro volvió a retar a Moha Ramos y era la tarde del meta amarillo. Falta de Leto y el esférico se marchó desviado. Al Centro de Salud de La Feria. Santi Chicha, el terror del gol, tuvo la más clara del segundo acto. Se marchó rozando la escuadra. Respuesta de Joaquín (81') con un chut milimétrico.

Sobre la bocina, Santi probó fortuna y el cuero se marchó rozando el palo. El filial escapó loco del Viera Arena. En el Belén de los sueños, donde nació el arte del '21', el Villa manda y gobierna. Bombardeo sin botín. Defienden y atacan al son de Ángel López. En la 'vela chica', un portaaviones de talento atenazado por los nervios. Se llevaron un punto de forma milagrosa. 

Ficha técnica:

UD Villa de Santa Brígida: Carlos; Leto, Ramón, Ale Gil, Arisay (David Figueroa, 65'); Álvaro, Ayoze (Pipo, 80'), Dani, Santi Chicha; Josemi (Alejo, 77') y Trujillo (Samuel, 65').

Las Palmas Atlético: Moha Ramos; Brian Velázquez, Cristian Abreu, Manel Martínez, Álvaro Santana; Pol Salvador, Julen (Samu Ramos, 80'), Borja Llarena (Ale Ojeda, 68'), Ale García (Mouhamed, 68'), Joaquín González; y Álex Pachón.

Árbitro: Javier Guillán Mateo. Amonestó por los locales a Dani, Leto, Ayoze, Álvaro Santana y Ale Gil; y por los visitantes a Borja Llarena, Pol Salvador, Joaquín y al entrenador Yoni Oujo. 

Incidencias: Estadio Barrio Atlántico. La entrada fue de 350 espectadores para presenciar la octava jornada del Grupo Canario de Tercera RFEF.