Llegó hace ya casi un año como un desconocido para la gran mayoría de aficionados de la UD Las Palmas y hoy es el arquitecto de un equipo llamado al ascenso a Primera División. Es Xavi García Pimienta, que si bien no empezó su andadura en el banquillo con buen pie, sobre todo a nivel de resultados, luego se convirtió en el entrenador de los récords. El técnico llevó al equipo a la promoción de ascenso la temporada pasada con el mejor tramo final del equipo isleño en toda su historia y en el presente curso le ha mantenido entre los tres primeros la mayor parte del tiempo, sin embargo, pasado mañana se enfrenta a un reto personal: ganar al CD Tenerife por primera vez.

Porque en las dos anteriores, las que correspondieron a los partidos de ida y vuelta de las semifinales del playoff, la UD cayó, y con justicia, porque el cuadro chicharrero supo tener el partido donde quería en todo momento. De alguna manera, Luis Miguel Ramis le ganó la partida táctica: Las Palmas fue incapaz de meter mano a su eterno rival, al que sólo pudo marcar en una acción de córner –gol de Curbelo, de cabeza– en el descuento del choque del Gran Canaria cuando ya casi no había esperanza. Ni tiempo.

Tras firmar un final de curso histórico, con nueve victorias de 11, la UD se diluyó ante los chicharreros

La UD llegó a aquella cita después de haber completado su mejor final de siempre, con nueve victorias, las últimas cinco seguidas, y dos empates en las 11 jornadas finales, pero el esfuerzo por llegar fue tal que cambiar el chip a una eliminatoria tan sólo tres días después del choque decisivo resultó fatal. Es fue uno de los argumentos utilizado por el entrenador para explicar la caída en el momento clave después de haber salido airoso de otros tantos, pero también hubo explicaciones futbolísticas que el barcelonés se ha esmerado en poner solución de cara al derbi del sábado.

Vías hacia el gol

La misma pasa fundamentalmente por saber encontrar vías de acceso a la portería contraria ante un equipo que presumiblemente instalará una muralla en la frontal de su área para tratar de robar y salir a la contra como única vía hacia el ataque. De alguna manera, es el mismo problema al que ha tenido que enfrentarse Las Palmas en varios partidos del presente curso y que en algunos caso no ha sabido resolver, como ante el Racing de Santander (0-0), el Ibiza (0-0), el Huesca (1-0) o el Burgos (0-2).

En el partido del Heliodoro el pasado mes de junio la UD fue muy lenta y previsible, lo que facilitó al Tenerife plantarse en su campo y superar a su rival en agresividad. No tuvo el balón, pero marcó y tuvo otras dos ocasiones claras para ampliar su ventaja; los amarillos, por su parte, también desperdiciaron alguna oportunidad, pero la sensación que desprendían era de impotencia.

De la misma forma transcurrió la segunda parte. Días después, en el choque de vuelta, los blanquiazules se adelantaron pronto como consecuencia de una jugada a balón parado y luego la UD fue incapaz de superar la barrera defensiva del conjunto de Ramis, menos todavía cuando Jonathan Viera, sobreexcitado por sus declaraciones nada más terminar el partido del Rodríguez López –declaró «Veo mucha fiesta aquí, y me parece bien, pero les esperamos en el Gran Canaria–», tuvo que retirarse por lesión antes de que acabara la primera parte.

El barcelonés trabaja en la búsqueda de soluciones ante la esperada muralla defensiva del rival

El exceso de protagonismo del capitán de la UD en el juego, en aquellos partidos, no fue bueno para el equipo, que ha aprendido a sobreponerse a las ausencias de su líder. Cuanto menos, ya no es un drama que el de La Feria no esté; sin él, Las Palmas ganó esta campaña al Málaga, al Andorra y al Leganés –saltó al campo en la segunda parte cuando los amarillos ya vencían y ayudó al triunfo– y empató ante el líder de entonces y de ahora, el Deportivo Alavés.

En la equiparación de la intensidad que presumiblemente pondrá el Tenerife y en el aumento del ritmo que la UD propuso en el Heliodoro está una de las claves para que Las Palmas tome su revancha particular contra el vecino de enfrente. Aunque el discurso de puertas hacia afuera sea el de normalidad, hacia adentro el vestuario tiene claro que quiere redimirse de lo sucedido hace tan sólo cinco meses. Corresponde a García Pimienta la búsqueda de soluciones. El derbi es un examen para él. Un reto personal.

Jonathan Viera toma la palabra


La UD Las Palmas tiene previsto completar la tercera sesión de la semana esta mañana a partir de las 11.00 horas en Barranco Seco y tras la misma tomará la palabra Jonathan Viera, el capitán amarillo. Protagonista en el playoff el pasado mes de junio por su «veo mucha fiesta aquí, y me parece bien, pero les esperamos en el Gran Canaria» después de que su equipo cayera en la ida de las semifinales en el Heliodoro (1-0), el de La Feria busca su pequeña revancha particular ante el eterno rival por mucho que el vestuario pregone que el de pasado mañana (21.00 horas) es un partido más y que aquella eliminación ya está olvidada. Para colmo, el ‘21’ tuvo que retirarse lesionado en el choque de vuelta antes del descanso y poco pudo ayudar a la UD a obrar una remontada que nunca llegaría. Sus ganas de ganar el sábado son infinitas. | P. F.