Radiografía del líder UD: un escudo en las alturas

Abonados a la gloria. Ático amarillo en el Empire State Building. La UD maravilla en las alturas. La formación del estratega Xavi García Pimienta gobierna la Segunda División tras la victoria conquistada en El Molinón (0-1). Con 34 unidades, está igualado con el Deportivo Alavés -segundo-, pero los amarillos luce mejor gol average general (+12 por el +6 del bloque vitoriano de Luis García Plaza). Con esta 18ª jornada, Las Palmas contabiliza siete en el trono. 

Además, ha permanecido trece semanas entre las dos primeras posiciones, que certifican el ascenso de forma directa a Primera. En total, van 17 en esa zona privilegiada de la promoción de ascenso -del primer puesto a la sexta plaza-. Solo en la primera jornada, tras empatar ante el Real Zaragoza en el Gran Canaria (0-0), los pupilos de Pimienta, con Marc Cardona de pichichi (5 tantos), bajaron más allá de la sexta plaza. Tras la igualada ante los maños, arrancaron esta edición liguera en el puesto número 13. Luego volaron a la cuarta plaza tras golear al Málaga CF en el estadio de La Rosaleda (0-4) con un sello explosivo. 

El campeón de la regularidad es también el monarca de la tabla visitante. Se acabó el síndrome del chárter. Con 16 unidades, cuatro victorias, cuatro empates, una derrota -ante el Huesca en El Alcoraz-, doce goles a favor y seis en contra, nadie puede con la partitura de Pimienta. Cartagena (14), Levante UD (14), Alavés (13) y Burgos CF (13) completan la parte alta de los conjuntos de mayor grado de precisión lejos de sus fortalezas. 

Disparos bloqueados

Con 85 bloqueos, la UD marcha primera en esta categoría de aspectos defensivos. También comanda la de saques de esquina (121) y en la de recuperaciones del esférico ocupa la quinta posición (1.072). En posesión, los amarillos manejan un 65% de media y son el segundo conjunto de mayor índice. El Andorra de Eder Sarabia y Raúl Lizoain es la fórmula de mayor apego al balón, con un 66%.  

Pimienta se doctora como un devorador de récords. En la pasada campaña 21-22, firmó el mejor cierre de la historia en la UD con once jornadas sin besar la lona: nueve victorias y dos empates. Voló de la 14ª plaza hacia la cuarta con una remontada de época. Luego llegó al playoff de ascenso sin aliento y fue triturado por el CD Tenerife del hormigón armado -1-0 en el Heliodoro y 1-2 en el Estadio de Gran Canaria-. Fue la eliminatoria del ‘veo mucha fiesta aquí’ y que la confirmó el dominio brutal de Viera de la escena. Como orador y como capitán general.

A ese registro para el recuerdo, el de cerrar un curso de forma impecable, cabe sumar el inicio de la actual 22-23. La UD permaneció los doce primeros combates ligueros sin varapalos. Siete victorias y cinco empates. En sus 33 participaciones anteriores en la categoría de plata, nunca había aplazado tanto su primer revés. Por ejemplo, en la 1999-00 con Sergio Kresic, la del último ascenso como campeón de Segunda, recibió tres derrotas en las primeras doce contiendas. En la 14-15, con Paco Herrera en la dirección técnica, que finalizó también con ascenso en el playoff mágico del 21-J, metabolizó un bofetón en el citado tramo. Fue en el Heliodoro (2-1). 

El espíritu de Araujo

Pimienta, con esos 16 puntos de visitante tras la disputa de 18 jornadas, clona el registro de Herrera y su UD supersónica. El técnico catalán, en la campaña del ascenso, con Sergio Araujo como máximo realizador (25 tantos), también logró cuatro victorias, cuatro empates y una única derrota -la citada ante el bloque chicharrero-.

Mañana (18.00 horas), el cuadro amarillo visita al Real Oviedo en el Carlos Tartiere. Una grandísima ocasión para sumar la quinta victoria foránea de la temporada en LaLiga. Luego toca Albacete Balompié en Siete Palmas y cerrar el 2022 ante el Villarreal B Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza.

La UD de Herrera contabilizó, en el kilómetro 18 de Liga, diez jornadas de líder (tres más que la sinfonía de Pimienta). Al final de la primera vuelta, alcanzó un total de trece. Los amarillos acabaron cuartos en junio de 2015. Por su parte, Kresic subió a lo grande en 2000 en el Insular. Lucir el liderato es una sobredosis de Red Bull. Anfetaminas para la excelencia.