Pimienta emula a Kresic

La versión italiana. Control sin daños colaterales. El Pimi-catenaccio. La versión Sergio Kresic. Con solo diez tantos en contra, la UD Las Palmas ya es el segundo conjunto menos batido de la competición liguera. Solo el Burgos CF de Julián Calero, con un pulso menos, luce mejores guarismos defensivos que los amarillos de García Pimienta (que ya contabilizan 19 contiendas). Tras salir airosos del microondas del Carlos Tartiere (0-0), la formación isleña ya lleva once porterías a cero. En la 2014-15, con Paco Herrera en el banquillo, el cuadro amarillo comandaba la tabla. Con 39 unidades, cinco más que la actual, había recibido 19 tantos.

La diferencia es de nueve dianas. Una cantidad importante en relación al plantel que conquistó el ascenso del 21-J. Con un Álex Suárez intratable, la UD ha conseguido fundamentar un equilibrio imperial con Saúl Coco y Curbelo. El satauteño dejó su puesto el martes en el descanso a Sidnei, que ha pasado de puntillas en este campeonato. Al menos, no dejó ninguna concesión y el meta Álex Domínguez completó el resto de la labor.

Final de taquicardia

En un señor ladrillo de partido, la expulsión cómica de Enzo Loiodice, al ver la segunda cartulina de forma evitable, provocó un final de taquicardia durante quince minutos. Pero en ese tramo de espinas, emerge la arista incuestionable de sacrificio y pundonor. Bajo la propuesta preciosista, también hay momentos para la furia. Marvin Park dejó cabalgadas en su Vespino de oro. Vitolo, Florin Andone y Fabio González completaron la legión de alternativas tácticas. Para batir a este equipo, hace falta sangre, sudor, lágrimas y el bazuca de Rambo.

En la 99-00, con Kresic, la UD Las Palmas ascendió a campeón y Cicovic conquistó el Zamora. Tras 42 jornadas, los amarillos habían recibido 41 dianas. En el punto kilométrico de la 19ª jornada, la cifra de tantos en contra ascendía a 20. Pimienta ha perfeccionado la fórmula del Lamborghini. Ahora es un meteorito. Indescifrable a balón parado y una garantía lejos del Archipiélago. Mitos urbanos como el síndrome del chárter ya forman parte de la historia. Alcanza la perfección con actores de lujo de la tierra como los citados Suárez, Curbelo, Coco y Cardona –este último con paso por el filial–. Los fichajes Sidnei y Enrique Clemente han quedado relegados a la suplencia, o al verde con algún tipo de accidente –como el martes la circunstancia del satauteño–.

De atacante a muralla de hormigón

La formación grancanaria es la que más saques de esquina ejecuta y ayer sufrió la primera expulsión en contra. De diseñar un ataque perfecto, que batió todos los récords en el cierre de la pasada temporada, a edificar una muralla de hormigón armado. Que tome nota Ramis. La formación chicharrera ha encajado diez tantos más que los pío pío. Ser líder exige una conducta ejemplar en tareas de contención y destrucción, así como de visitante. Lo del síndrome del chárter o el mal del Binter han quedado en anécdotas.

Durante el ciclo de Mel, el técnico madrileño ponía sobre la mesa las enormes dificultades para viajar y la calidad de los desplazamientos a Península –en relación a las horas de guagua, esperas en las terminales y el daño al entrenamiento invisible–. Pero Pimienta no quiere excusas. No figura en su credo portentoso para la gloria.

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