Su ausencia se notó. Mucho. Tanto como para que Xavi García Pimienta aplauda más que nunca su regreso de cara a la cita del sábado (17.30 horas) frente al Villarreal B en el Mini, el campo principal de la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza, lugar del que se despide el filial del Submarino –a partir de enero comenzará a jugar en el estadio de La Cerámica, que acaba de ser remodelado–. Porque el francés es un fijo en los esquemas del entrenador de la UD Las Palmas, que sin él perdió la semana pasada contra el Albacete (1-2).
Los motivos de la derrota fueron varios. Por encima de todos, tal y como reconoció el propio técnico, los errores individuales de algunos jugadores, en este caso Coco y Curbelo, que facilitaron el segundo tanto del cuadro castellano-manchego cuando los amarillos estaban en su mejor momento –el primero perdió el balón incomprensiblemente y el segundo cometió un penalti infantil–. Pero también la falta de consistencia en el centro del campo, cuestión para la que el galo es fundamental.
Nuke Mfulu, que estuvo acompañado en los interiores por Óscar Clemente y Alberto Moleiro, se vio más sólo que nunca a la hora de defender. Siempre había tenido por delante bien a Jonathan Viera o bien a Loiodice, pero el domingo pasado faltaron los dos por primera vez, y la sala de máquinas amarilla de atascó.
Carencias
Si bien Moleiro, más dado a tareas ofensivas que defensivas, fue el mejor, sobre todo por su actuación en la segunda parte –entre otras cosas, dio la asistencia de gol a Pejiño después de una magnífica jugada individual–, Óscar estuvo más perdido, salvo en un par de arrancadas en la primera parte que, por otro lado, dejaron desguarnecido el centro del campo.
Ninguno asumió la tarea de generar juego desde la parte de atrás como hace habitualmente el francés, que no tiene un sustituto claro en la plantilla, que carece de un perfil parecido. Iba a ser Kirian, sin embargo, el tinerfeño no ha podido debutar esta temporada porque se recupera de una enfermedad –un linfoma de Hodgkin que se le detectó en julio, al comienzo de la pretemporada– y tampoco está claro que pueda hacerlo antes de que acabe el curso –la UD o el jugador deberán pronunciarse al respecto próximamente–.
Cumplida su sanción por acumulación de amonestaciones, Enzo regresará al once para dotar al equipo de ese jugador capaz de crear juego desde atrás, llegar al área rival en busca del gol y liderar la presión arriba. En esa tarea, los interiores asumen un papel clave y Loiodice más que ninguno, toda vez que suele tener como compañero al capitán o a Moleiro, que se regulan más a nivel físico.
Tan fundamental lo considera García Pimienta que hasta que fuera expulsado por doble amarilla en la cita del Día de la Constitución en Oviedo, el galo había sido titular en todos los partidos menos en uno que se perdió porque acudió a París al entierro de su abuelo. Aún así, estuvo en el banquillo de El Alcoraz.
Incluso, el técnico catalán tuvo que tirar de él –y de Sandro– en la segunda parte del choque de la primera eliminatoria de la Copa del Rey en Teruel, donde entró justo tras el descanso. Con él, Las Palmas dio un paso al frente y Pejiño marcó el gol del triunfo.
Cabe recordar que una tarjeta amarilla volverá a privar a Loiodice de jugar el siguiente partido, ya que al recibir una doble tarjeta amarilla en el Tartiere, mantuvo las cuatro anteriores. Cada vez que falte, será perjudicial para la UD. De momento, le supone un refuerzo de lujo para Villarreal.