Por fin con placidez

La UD, solvente y vistosa, resuelve el partido en la primera parte y gana con su segunda mayor diferencia de goles en toda la temporada

Pejiño, justo después de disparar para marcar el primer gol de la UD ante la impotencia de Óscar y Alberto.

Pejiño, justo después de disparar para marcar el primer gol de la UD ante la impotencia de Óscar y Alberto. / Andrés Cruz

Ha ganado de muchas maneras en la presente temporada, incluida la goleada como la que endosó al CD Lugo (3-0), pero hacía mucho tiempo que no la utilizaba. Tanto como dos meses y medio, si vale como ejemplo el 3-1 que el cuadro amarillo endosó al CD Tenerife en el derbi; o casi medio año, cuando conquistó La Rosaleda de Málaga en un partido en el que registró su mayor diferencia de goles hasta el momento (0-4). Ayer, por fin, los de Xavi García Pimienta volvieron a vivir una noche plácida.

Era un partido para ello, toda vez que el rival era el penúltimo y llegaba en depresión pese a su ligera mejoría la semana anterior. El Gran Canaria, además, necesitaba un triunfo así, con espectáculo y sin sufrimiento, algo a lo que no está acostumbrado por lo apretados que suelen ser los resultados de su equipo, que, por otra parte, apenas padece en la mayoría de sus partidos.

El mérito fue sencillamente de todo el grupo en su conjunto. Con la presión añadida de saltar al terreno de juego después de que el Granada, el Alavés y el Levante, rivales de la UD por el ascenso directo, hubieran ganado sus respectivos partidos, los amarillos completaron una actuación de nivel: aplicaron la intensidad y la concentración adecuadas y en esta ocasión los goles llegaron pronto, y cuando eso sucede son prácticamente invencibles.

A la fiesta se sumó además Loren, que se estrenó como goleador de la forma más rocambolesca cuando antes había podido marcar algún tanto de un modo más ortodoxo. Moleiro, de su lado, dejó una vez más otra actuación prodigiosa, aunque se le resiste el gol. Lo buscó con cuatro disparos, algunos de peligro. A cambió, dejó una asistencia más, la octava. Fue lo más destacado de una noche plácida. Un jornada menos.

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Loren Morón, en su segunda comparecencia con la camiseta amarilla, se estrenó como goleador en la UD Las Palmas. Su diana supuso el tercer tanto de los isleños, logrado de forma casi involuntaria y que finiquitaba el triunfo frente al Lugo por 3-0. Como el propio delantero andaluz reconocía, «no es el más bonito que he hecho en mi carrera pero vale igual». Además de satisfecho por su actuación personal, el exatacante del Betis consideró que su equipo había realizado «un partido muy serio». «Hemos tenido muchas ocasiones y hemos podido finalizarlas», apostillaba. «Este triunfo nos da tranquilidad para lo que nos viene, estamos muy concienciados; queremos seguir en esta dinámica, los de arriba no fallan y nosotros queremos seguir en esta línea», comentaba feliz. | P. F. 

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