Copa del Rey de Juveniles

El arte de Joel no basta y adiós al sueño copero

La UD del técnico Raúl Martín sucumbe ante el Almería (0-1) en el Anexo y dice adiós a la ‘final four’ | Dos palos de los amarillos

Formación titular del Juvenil de División de Honor de la UD Las Palmas, anoche, en el Anexo de Siete Palmas.

Formación titular del Juvenil de División de Honor de la UD Las Palmas, anoche, en el Anexo de Siete Palmas.

Agencias

Las lágrimas del nuevo Jonathan Viera. El lamento del vivero inagotable.El Juvenil de División de Honor de la UD Las Palmas, con una sobresaliente actuación de Joel Domínguez, fue ayer eliminado por el Almería CF (0-1) de la Copa del Rey en el Anexo de Siete Palmas. El pasaporte a la final four de la categoría sub 19, donde ya esperaban el Real Madrid, Deportivo de La Coruña y Athletic, debía ser de color amarillo. Dos palos, un tanto anulado, decisiones arbitrales...Sin un ápice de fortuna, los pupilos de Raúl Martín, invictos en el Grupo Canario, el tanto de Juanjo en el 85’ fue una puñalada mortal. Sin margen para la reacción, los locales se llevaron la ovación del Anexo como premio mágico. Una lección para el recuerdo.Tras deshacerse del Betis (0-3) en los octavos de final, la solidez y madurez del Almería fue un calvario.

Las intervenciones del meta del bloque andaluz Bruno resultaron determinantes en un ambiente mágico. No cabía un alfiler en la grada principal del Anexo y el inicio fue de vértigo. Intercambio de golpes y en el 41’ primera acción polémica al anular el colegiado un tanto amarillo por fuera de juego –obra de Antonio–.

Llegó el recital de Joel Domínguez, así como la habilidad extrema de Moraga y Antonio. Los reflejos de Killane mantenían a la UD en un pulso sin red. Todo o nada. Los palos como imagen del infortunio extremo y un contragolpe macabro. Con el técnico García Pimienta en el palco, junto a Luis Helguera, así como con su asesor Vicente Gómez, el Juvenil cayó con aires de grandeza. La falta de precisión plasmó el jaque mate. El Almería, sólido y sin fisuras, esperó su momento en el tramo final para lucir su aguijón. Vale de experiencia formativa.

El juego, las ocasiones y el arte lo puso Las Palmas. Pero era la noche del pragmatismo indálico. Johan Guedes, otro genio del vivero, buscó sin éxito su condición de héroe sobre la bocina. El Juvenil indomable del Grupo Canario, veinte victorias y 85 goles en 20 jornadas, se quedó sin coartada. En la contienda de ida y vuelta, sin red ni pausa, fue devorada por la ansiedad. Faltó la diosa fortuna en una noche de altura. A un centímetro de la gloria.