La apisonadora de Pimienta

La contracrónica del UD-Ponferradina: de los silbidos al delirio en otra noche mágica

El toque de atención del Gran Canaria, ante la espesura de Las Palmas en el primer acto, dio paso a la versión fantasiosa con Moleiro haciendo de Viera -Actuación impecable de Álex Suárez

El gesto de Sandro tras anotar el 1-0, ayer, en el Gran Canaria.

El gesto de Sandro tras anotar el 1-0, ayer, en el Gran Canaria. / JUAN CASTRO

Paco Cabrera

Paco Cabrera

De los pitos a la ola. La apisonadora de Pimienta es un Rolls-Royce embalado a Primera.Un parque temático de los récords. El Eurodisney de Moleiro. La UD, tras malograr un penalti en el primer acto de Loren Morón, superó una etapa melancólica del pulso ante la Ponferradina (2-0), gracias a la irrupción redentora de Sandro Ramírez (62’) y Marvin Park (71’). Cada pieza en su sitio. No hay más. Historia de una reconciliación en una noche sin Jonathan Viera -se cayó de la relación de citados el sábado por la noche por una gripe-. 

Sandro prepara el disparo desde la frontal, ante la Ponferradina.

Sandro prepara el disparo desde la frontal, ante la Ponferradina. / LA PROVINCIA / DLP

El delantero grancanario, a centro del extremo cedido por el Real Madrid, fabricó un remate acrobático desde el corazón del área para sepultar el tedio. Golazo de Superman Sandro. Una cuestión de resistencia y de cambio de guion. El segundo tanto, a centro del ‘9’ amarillo, tocó en Paris Adot y se introdujo en la meta de Amir. Las dianas made in Sandro contaron con la ayuda del defensa navarro, marcado por el infortunio. 

Una mascarita con el traje de novia, esta noche, al término del partido contra la UD.

Una mascarita con el traje de novia, esta noche, al término del partido contra la UD. / JUAN CASTRO

La política conservadora y destructiva del once berciano les permitió firmar un primer acto excelso. Contundentes en la presión y en esta labor oscura sin balón -aferrados al 4-4-2. Más allá del penalti a Loren, cometido por Amo sobre el ariete marbellí en un regalo infantil, no había noticias de aproximaciones de relieve. Las cabalgadas de Moleiro -por la izquierda- cautivaron al partenón por su plasticidad. El esmero del ‘10’ dejó en evidencia a Paris Adot, que afrontó su particular calvario en el Gran Canaria. Con Pejiño por el otro costado, el efecto Kaptoum no terminó de funcionar. Para dinamitar la muralla de los templarios, la única alternativa válida era la de Moleiro ejerciendo de Viera. Por el centro, con la mirada al horizonte y el balón pegado a su bota.

La velocidad como herramienta

Pimienta reaccionó a tiempo. En el 62’, se orquestó el desmadre. Retiró a Loren Morón por Marc Cardona -nueve por nueve- y mandó a la ducha a Kaptoum por Sandro Ramírez. El ariete isleño quedó emplazado en el costado zurdo y Moleiro tenía libre la vía central del frente ofensivo. Baile de piezas perfecto. La resistencia de la Ponfe se esfumó. Solo con alguna contra llamaban a la puerta de Álvaro Valles. Con la apuesta por Marvin Park (71’) por Pejiño, se encendió la luz. Si ante el Leganés en Butarque, Pimienta se quedó petrificado y apostó tarde por Loren y Sandro, ante un rival en inferioridad, ayer encendió la máquina a tiempo. El latido de la bestia.

Nueve jornadas sin ponerse de rodillas y 490 minutos de imbatibilidad. El recelo de la afición, pitos en el tramo final del primer acto, se tradujo en una ovación cerrada a Pimienta cuando abandonó el terreno de juego. El veredicto de Naciente. Bendita profundidad de banquillo y alternativas.  

La fortaleza defensiva (15 goles en contra, 29 jornadas) carece de precedentes en las 33 participaciones de la UD en Segunda. Desde el rigor, balones a Moleiro con Nuke de escudero. Cuando Pejiño parece maniatado, irrumpe el velocista Marvin Park. La fortuna de disponer de Loren, Marc y Sandro marca la diferencia.El tirón de orejas del Gran Canaria sentó de maravilla. Cuando la propuesta táctica de la legión del Lamborghini tenía la emoción de un telediario, el respetable agitó el teatro de los sueños. Dos partes, dos equipos.

Dos instintos. La UD previsible y la UD atómica. La cintura de Pimienta y los destellos de Moleiro, que es el príncipe que más se acerca al Mesías Viera. Este proyecto es invencible y está alineado para besar el ascenso. Supera a la versión de Herrera (2015) en este punto kilométrico de la competición, y está por encima de las individualidades. Restan trece finales y con la garantía de la portería a cero (van 18), todo está de cara. Mérito incontestable de Pimienta, que pone la directa. La dificultad radica en cómo frenas la ofensiva amarilla. ¿A quién le pones el cascabel? Preparen la guagua descapatoble, la UD se repone a todo y siempre despierta a tiempo. 

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