El detallazo de Alberto Moleiro en el frío polar de Andorra

El centrocampista de la UD regala su camiseta a un joven aficionado junto a la guagua amarilla. Se lo había prometido

Moleiro, junto al joven Aarón López, el viernes en Andorra la Vella.

Moleiro, junto al joven Aarón López, el viernes en Andorra la Vella. / laprovincia.es

Son cerca de las once y media de la noche en Andorra la Vella y la temperatura ha bajado ya hasta los cinco grados negativos, uno menos que algo más de media hora antes, cuando López Toca pitó el final de un partido malo en el que la UD Las Palmas no supo meter un gol a un equipo con 10 jugadores desde el primer minuto de juego. El duelo, en cualquier caso, había quedado atrás desde el mismo instante en que acabó para el pequeño Aarón López, que desde entonces sólo tenía un objetivo: llevarse la camiseta que Alberto Moleiro le había prometido.

El joven seguidor espera detrás de uno de los fondos del Estadio Nacional de Andorra, en la Baixada del Molí –en español, bajada del molino–, donde la guagua amarilla comandada por César Robledo aguarda para partir rumbo a Barcelona, donde la expedición pernoctará para volar pronto a Gran Canaria al día siguiente. No está solo, sino con sus padres y sus abuelos, acompañados por una treintena de aficionados que piden fotos a los jugadores a medida que salen del recinto.

El plan familiar era perfecto: los abuelos, por su lado junto a un grupo que optó por un viaje organizado; los padres y el hijo, por el suyo, que incluía unas cuantas jornadas de esquí en los Pirineos. Y con un evento central: el partido de la UD Las Palmas.

Cartulina

Moleiro, a quien espera mientras porta una cartulina azul escrita con rotulador en la que pregunta al centrocampista: «¿Me regalas tu camiseta?» La ha mostrado durante buena parte del encuentro justo en el otro fondo, en la zona habilitada para la afición visitante, representada en el Principado por unas 150 personas. Pero Moleiro tarda en aparecer e iba a hacerlo un poco más. 

Porque el tinerfeño fue uno de los elegidos por la televisión con derechos para ser entrevistado, junto a Fabio, lo que retrasaba su presencia. Minutos antes Xavi García Pimienta acababa de revelar que el jugador había tenido fiebre en los días previos, pero que había querido jugar sin estar en su mejor condición para ayudar al equipo. Seguramente por eso, pero también porque el entrenador le privó de actuar donde más le gusta, por el centro, su actuación fue más bien discreta, pero llena de esfuerzo.

Como el que hizo cuando por fin se dejó ver, cuando ya casi todos sus compañeros habían subido a la guagua. Moleiro, con los ojos cuajados y con síntomas de estar malo, detectó a Aarón antes que nada, y una vez confirmó su presencia, acudió a la llamada de todo aquel que le solicitó una instantánea, unos seis o siete, hasta que por fin llegó el turno para este joven seguidor de Vecindario.

Dani López, hermano del joven Aarón y hoy jugador de Las Palmas C, coincidió con el ‘10’ cuando éste llegó

Hicieron falta pocas palabras. La secuencia fue rápida: un saludo, una sonrisa y una mano al bolsillo izquierdo del abrigo inmenso que portaba y de donde sacó la camiseta blanquinegra con la que acababa de jugar. Por delante, el escudo y la publicidad de la Isla; por detrás, el 10 y el nombre: A. Moleiro; en el ambiente, felicidad.

La explicación llegó después de que inmortalizar el momento. «Le dije a mi hermano que se lo dijera, se lo dijo y le respondió que me la iba a dar». El referido es Dani López, que juega en Las Palmas C y con el que Moleiro coincidió cuando llegó al club. Su compañero hoy ya es profesional. Y cumplió su palabra.