La guagua, sin batería en una noche negra

La expedición tarda una hora y media en irse del Heliodoro en un nuevo vehículo

La guagua, sin batería en una noche negra | LP/DLP

La guagua, sin batería en una noche negra | LP/DLP / Pablo Fuentes

Pablo Fuentes

Por si la caída con estrépito frente al CD Tenerife en el derbi (4-1) no hubiese sido suficiente, la expedición de la UD Las Palmas iba a sufrir un último percance: el retraso a la hora de marcharse del Heliodoro Rodríguez López rumbo al aeropuerto de Tenerife Norte para regresar a Gran Canaria porque la guagua se quedó sin batería, aunque el incidente sólo provocó una demora de 15 minutos en la salida del vuelo.

La noticia llegó al vestuario de la UD minutos después de que Arcediano Monescillo pitara el final del encuentro: la guagua no estaba en el estadio. Tras dejar a los jugadores en el recinto para la disputa del encuentro, el vehículo fue escoltado por la Unidad de Intervención policial hasta el Puerto de Santa Cruz de Tenerife, de donde debía partir de vuelta el Heliodoro alrededor de un cuarto de hora antes de la finalización del choque, tal y como marca el protocolo de seguridad.

El chófer rompe la bodega a golpes para poder sacar todo el equipaje; el vuelo se retrasa 15 minutos

Sin embargo, la sorpresa del chófer al tratar de arrancar la guagua fue que el autocar se había quedado sin batería, lo que impedía, además, abrir la bodega en la que se encontraba todo el equipaje de la expedición, incluidas las tarjetas de embargue del vuelo de vuelta a Gran Canaria, tal y como relatan a este medio varias fuentes del club.

Ante la imposibilidad de abrir el compartimento, mientras crecía la incertidumbre y el nerviosismo en el estadio, el conductor tomó la determinación de reventar las puertas de la bodega con el fin de poder sacar el equipaje.

La guagua, sin batería en una noche negra

La guagua, sin batería en una noche negra / Pablo Fuentes

En ese punto la expedición amarilla ya tenía claro que se trasladaría al aeropuerto una guagua distinta a la que le había llevado al hotel de concentración y el Heliodoro. Nada más llegó el nuevo vehículo a las entrañas del Rodríguez López, los miembros de la UD pudieron al fin partir hacia Los Rodeos, una hora y media después de finalizado el choque, sobre las 20.50 horas.

El equipaje y las tarjetas de embarque, por su parte, fueron llevados por la Unidad de Intervención Policial directamente a Tenerife Norte en cuanto tuvieron acceso a los mismos. Finalmente, el vuelo de vuelta de la UD, que tenía programada su salida a las 21.30, despegó alrededor de las 21.45.

Tal y como revelaron las mismas fuentes a este periódico, el clima en el regreso fue de funeral, previsible después del varapalo sufrido por el equipo amarillo horas antes sobre el terreno de juego. El silencio fue el gran protagonista dentro del avión.

Funeral en el avión de vuelta; un grupo de seguidores recibe y anima a los amarillos en Gando

A la llegada a Gran Canaria, un pequeño grupo de seguidores recibió a la expedición con cánticos de aliento después de la derrota. La guagua llegó a la ciudad deportiva de Barranco Seco en torno a las 23.00 horas y cada uno se fue por su lado en sus respectivos vehículos. El drama que faltaba.

Arriba, el presidente del Tenerife, Paulino Rivero, y el vicepresidente de la UD, Nicolás Ortega, estrecharon lazos en el almuerzo de directivas. Abajo, el derbi de los equipos I+i. |

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