El análisis del clásico canario

La resaca del derbi: la crisis de la UD Las Palmas en las alturas

El cuadro de García Pimienta suma una victoria en las últimas cinco jornadas del campeonato y pierde la energía que lució en la primera vuelta -Terceros, el domingo inicia la fase clave ante el Sporting en el Gran Canaria -Fabio y Álvaro Jiménez piden paso como revulsivos

Pimienta, el pasado sábado, en la disputa del derbi canario.

Pimienta, el pasado sábado, en la disputa del derbi canario. / Juan Garcia Cruz

Paco Cabrera

Paco Cabrera

El lienzo de una descomposición. Motivos para la alarma. La UD de los récords y con el maillot amarillo de mejor visitante (26 unidades) encadena cinco jornadas con una pírrica victoria -la conquistada ante la SD Ponferradina (2-0) el 26 de febrero-. Una alegría, cuatro empates y el desplome histórico ante el CD Tenerife (4-1) en el derbi del chorreo le expulsan de la zona de ascenso directo cuatro meses después. Terceros con 58 unidades, igualados con el Granada CF (segundo), pero castigados por el gol average general.El cuadro de Pimienta afronta ahora la fase decisiva de diez finales en busca del salto de categoría. El punto físico no parece el adecuado, así como el rendimiento de activos claves como Nuke Mfulu, Enzo Loiodice o el delantero centro Loren Morón.

El Sporting Gijón de Miguel Ángel Ramírez (domingo, 20.00 horas, #Vamos) es el primer escollo en una secuencia determinante con cinco duelos ante rivales directos por el playoff -Albacete, Granada, Eibar, Levante y Deportivo Alavés-. Es como si fuese una promoción de dos meses hasta el próximo 28 de mayo, fecha en la que se cierra la temporada. Más allá de esa única victoria desde el 18 de febrero en esta secuencia negra, Las Palmas se empeña en ser irreconocible. Vulnerables atrás y carentes de colmillo. La posesión (una media de 67%) se convierte en un estorbo. Un arma de destrucción masiva. 

«No fuimos nosotros, es el único partido en el que no hemos sido fieles a nuestra idea (...) En el descanso, nos teníamos que ir todos». El discurso de Pimienta fue demoledor en el corazón del feudo chicharrero. La sonrojante caída ante el ‘Tete’ desvela grandes carencias y una falta respuestas tácticas por parte del entrenador. 

¿A qué se debe este cambio radical? La primera clave es la pérdida de la fiabilidad defensiva: seis tantos en contra en los últimos 180 minutos de competición. El arquero Álvaro Valles pasa de la eternidad del récord de la imbatibilidad de la UD (los 597 minutos sin encajar) a la desfiguración en un margen récord. Ante el Málaga, un error del meta sevillano provocó la pena máxima de Fran Sol, que activó las palancas del pánico. En el tanto del 2-2 de Calvo, Álex Suárez y Eric Curbelo carecieron de contundencia. En defensa del entramado defensivo amarillo, las 19 porterías a cero de la UD. Sin embargo, ante el ‘Tete’ todo salió mal con dos tantos recibidos de Enric Gallego en los primeros cinco minutos. Lo nunca visto en la historia de los clásicos canarios.

Es el marzo negro. A finales de octubre, Las Palmas sumó cuatro jornadas sin un triunfo. Logró rehacerse de forma encomiable y ahora busca clonar ese ejercicio de furia por el ascenso. Diez jornadas, diez pasos por la gloria. El 4-1 es el mayor bofetón que recibe Pimenta como entreanador en sus 54 duelos en el equipo de la Isla. Imprecisos en la zaga, sin pegada en el frente ofensivo.En este tramo de cinco partidos de LaLiga, solo un gol de un nueve como Sandro Ramírez. El resto de la aportación se la reparten Viera y Pejiño (2). 

Rostros de liturgia como Nuke Mfulu o Enzo Loiodice no atraviesan el punto de forma recomendable. Es como si la UD se quedase sin oxígeno. Moleiro (0 dianas) sigue sin ver portería y Viera contabiliza cinco tantos. La espera por el estallido de Loren se está haciendo eterna en la búsqueda del ascenso directo. Pero hay motivos para la esperanza, la UD solo ha caído en cuatro ocasiones en toda la temporada y la del Heliodoro es el primer revés del año natural -ya solo quedan los grancanarios en Primera y Segunda como invictos en estos tres mes de batalla-.

Las decisiones de Pimienta están generando dudas, como es el caso de la suplencia de Fabio González. El de Ingenio ha irrumpido en dos ocasiones -ante Málaga y Tenerife- desde el 45’ por Nuke. En el 3-0 de Waldo, la contra chicharrera se genera desde un saque de esquina grancanario. De una opción de ataque, a una contra de vértigo. En esa foto, solo bajan Cardona y Alberto Moleiro. El resto, entre ellos Nuke, no pueden. Se eleva el número de pérdidas y se mantiene la posesión como bandera. Falta el colmillo de depredadores del área como Marc Cardona o Sandro Ramírez. Se añora la clase de Kirian Rodríguez, que ya está listo para jugar, a pesar de la ceguera de Pimienta. Falta frescura y velocidad. Por eso, cuando aparece Álvaro Jiménez, la UD cautiva como quedó patente ante el Andorra y en la segunda parte ante el Tete.

Pimienta descarta que el bajón llegue por un tema de «bajón físico». «Para nada, simplemente nos falta acierto y precisión», realza el estratega catalán, que latió durante quince jornadas en la zona de ascenso directo. Descartando revoluciones, el principal responsable técnico defiende el método. «No vamos a cambiar nuestra manera de entender el fútbol». El desgaste es evidente. A falta de diez jornadas, la UD ya no puede clonar el histórico cierre de la pasada 21-22 -nueve victorias y dos empates en las últimas once jornadas de competición-. «Estamos tocados, pero vamos a subir», repetía el pasado sábado Jonathan Viera. Autocrítica y un plan para hacer historia. Ganar los cinco partidos de casa y ‘rascar’ de dos a tres victorias lejos del Gran Canaria. Los amarillos precisan entre siete y ocho alegrías para sellar de forma matemática el ascenso. 

Esta fase de tinieblas -una victoria en cinco jornadas- deja a los isleños en la cola de la tabla del citado tramo. Pero el crédito está intacto. Solo ha que cambiar un par de piezas. Pendientes de la vuelta de Marc y Sandro, la UD no se rinde. Volver a ganar, volver a levantarse. Campeón de invierno y mejor visitante, nadie baja la guardia en el reino táctico de Pimienta.  

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