La UD está sumergida en su semana más atípica del año antes de recibir al Sporting

Hasta el kilómetro 31 de la actual campaña la conducción de la UD había transcurrido sin excesivas curvas, las normales dentro de un camino en el que pueden acontecer ciertos vaivenes. Los altibajos en el plano de los resultados numéricos de un equipo en un campeonato no es motivo de sorpresa, salvo que vengan cargados por situaciones que se escapan a los límites del terreno de juego. Ahí, el kilómetro 32 le aguardaba la semana más atípica del año dentro del seno del club.

Anómala en cuanto a la división de opiniones que han arreciado en el núcleo interno del vestuario en torno a una de las figuras del staff técnico con el que cuenta García Pimienta a su disposición y con el que ha trabajado desde el tramo final de la pasada temporada en el sprint final que metió al equipo en el playoff y con el que ha ido navegando conjuntamente hasta el día del derbi, siempre en los puestos altos de la clasificación de LaLiga Santander y con catorce jornadas como líderes –también formó parte del staff de la plantilla que ascendió a Primera en la temporada 2014-15.

Pero con la derrota en el Heliodoro Rodríguez López la semana pasada ciertas ampollas se han levantado en el seno del vestuario. El grueso del equipo ha dado un paso al frente y entienden que es cuestión de los jugadores sacar las papas del fuego.

Todo ello con cierto matiz que venía con un viento de cola desde la misma semana del derbi. Dada la carga psicológica que conlleva un partido de máxima rivalidad regional, a Jonathan Viera se le cuestionó por la relevancia de la persona encargada de gestionar las emociones en la caseta, el coach deportivo, a lo que el dueño del brazalete amarillo respondió: «Richi tiene un trabajo muy importante. Como lo tienen todos. El cuerpo técnico en sí, el míster», avanzó... y en ese instante soltó un resoplido y apuntó a Álex García. «El segundo hace una labor espectacular. Todo el cuerpo técnico tiene esta semana una labor muy importante».

Además, acto seguido, el capitán dejó una reflexión sobre la situación positiva del equipo: «Creo que hay gente con mucha experiencia. En este equipo es importante que nadie está por encima de nadie. Esto es lo importante de este año. En otros años eso no había pasado y este sí. El equipo está por encima de todo y eso es lo que creo que ha hecho que el equipo está hoy donde está».

Antes y después

Sin embargo, una vez disputado el derbi el pasado sábado en el Heliodoro Rodríguez López y encajar dos goles en apenas cinco minutos y sobrellevar el 4-1 final, la moral del equipo quedó tocada. «Ha sido una semana dura, hay que reconocerlo, pero no hay ningún drama, estamos en una situación privilegiada con muchísimos puntos en juego», indicó ayer García Pimienta sobre el transcurso de lo vivido tras el derbi.

Y es que después de que el club decretase dar dos días libres a la plantilla para «airear la cabeza» después de regresar de la Isla vecina, una vez reunido de nuevo el plantel en Barranco Seco el martes, los jugadores emprendieron la vía de la comunicación para hacer de la derrota con el conjunto blanquiazul un punto de inflexión y que la situación de tres partidos sin conocer la victoria se revierta mañana mismo frente al Sporting de Gijón (20.00 horas, #Vamos).

Una de las decisiones que se llevaron a cabo de puertas para adentro en la caseta apuntó a las dinámicas de grupo que llevaba a cabo Serrés. La plantilla tomó partida por llevar a cabo una votación en la que se decidiera si el trabajo emocional con el coach debía seguir como hasta ahora y los resultados de la preferencia de la mayoría de los miembros de la plantilla decretó que el asistente perdiese protagonismo en cuanto al trabajo coral.

Ya solo el simple hecho de que se llevase a cabo una decisión por vía democrática, en la que no hubo unanimidad de opiniones, deja claro que al menos en este aspecto hay una división de aceptación de este método de trabajo y que ha salido a la luz en el momento más delicado en el plano emocional como es haber perdido el derbi.

Así pues, después de haber llevado a cabo el sondeo de opiniones y haber vencido la opción de que Serrés concluyese con el trabajo en grupo, se le cuestionó a Loiodice sobre este tema el jueves, cuando el francés fue el encargado de dar la cara ante los medios de comunicación.

La respuesta del parisino fue aclaratoria: «El coach ya no va a trabajar colectivamente, las charlas serán a partir de ahora individuales, es una decisión del equipo», adujo el mediocentro, sin querer entrar de lleno en el asunto que manejó el vestuario.

Cuestión con la que sí quiso lidiar García Pimienta ayer después de que se le abordara en hasta tres ocasiones sobre la situación de Serrés a partir de ahora.

«Tenemos un club maravilloso que me ha dado todas las herramientas para que los jugadores tengan los mejores medios para que ellos puedan transmitir lo mejor que saben hacer que es jugar al fútbol. Lo que sucede en el vestuario es cosa nuestra», expresó en primer lugar el entrenador sobre su asistente.

Explicación que continuó ampliando al reflejar que «cada técnico tiene su función y cada uno de ellos tiene una tarea específica dentro del staff que la tiene que seguir haciendo».

Dada la respuesta, a Pimienta se le abordó por su opinión en el plano personal sobre lo que supone el cambio de rol que tendría que asumir Richi a partir de la decisión del vestuario y el técnico volvió a dejar claro que desde su punto de vista. «No vamos a renunciar a nada de lo que estamos haciendo hasta ahora», para seguir con una reafirmación tajante sobre si habría una variante en su dinámica llevada a cabo hasta ahora: «No va a cambiar nada, lo aseguro».

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