Cuando terminó el partido del domingo, el del fiasco ante el Villarreal B, el vestuario de la UD Las Palmas vivió su segundo día más triste desde que Xavi García Pimienta cogió el timón del equipo en marzo del año pasado, tal y como reconocieron a este medio varias personas que estuvieron allí. El primero había sido el día de la eliminación frente al CD Tenerife en el playoff la temporada pasada después de haber culminado una remontada histórica para acabar en la cuarta plaza y caer en la orilla; no era para menos.
Pero no muy lejos de esa decepción estuvo la que supuso el empate frente a un equipo prácticamente salvado y que marcó en el tramo final del choque. Ese silencio que retumbaba en las paredes de la caseta, sin embargo, se transformó ayer en ruido en la primera sesión de la semana porque de repente, el cuadro amarillo volvía a depender de sí mismo.
Una nueva oportunidad, la enésima, gracias al batacazo del Levante en casa contra el descendido Ibiza (0-0) se abre, por tanto, para la UD, que si gana sus compromisos ante el Cartagena, el sábado (17.30 horas), y el Alavés, siete días después (20.00) será de Primera División. Podría ascender incluso en el Municipal de Cartagonova, pero la combinación para que eso suceda es muy complicada: tendría que ganar, el Alavés que perder y el Eibar y el Levante que perder o empatar. Por tanto, subir esta jornada no sólo depende de lo que haga, sino del resultado que se produzca en otros tres partidos. Así las cosas, lo más normal es que los dos primeros puestos se decidan en la última fecha.
2
Triunfos en 11 partidos
La UD Las Palmas sólo ha ganado dos partidos de los últimos 11, en Albacete y en Eibar, lo que le ha impedido distanciarse en la tabla. Le ha salvado que los demás también han pinchado.
5
Partidos sin ganar en casa
La última vez que el cuadro amarillo sumó los tres puntos en el Estadio fue en febrero, ante la Ponfe. Empató ante el Málaga, el Sporting, el Levante y el Villarreal B y perdió ante el Oviedo.
Lo más importante de todo es que la UD vuelve a depender de sí misma, otra vez, pero con la diferencia de que ya no tiene margen de error. Todo lo que no sea un triunfo en Cartagena podría truncar sus opciones de ascender por la vía rápida con un posible triunfo en el Gran Canaria ante el cuadro vitoriano, y tal circunstancia nadie la contempla cuando, además, el rival del sábado apenas se juega nada, pues tendría que ganar sus dos partidos y el Albacete perder los suyos para participar en la promoción.
Hay, por tanto, dos partidos que ganar, y para ello García Pimienta deberá dar una vuelta al equipo, que si bien se llevó el triunfo de Eibar bajo la fórmula de la resistencia, la elección del mismo modelo cuando ganaba en casa a un rival sin demasiadas preocupaciones fue perjudicial. De alguna manera, Las Palmas guardó la ropa en la segunda parte y lo pagó caro. Empate más que justo pese a los dos palos de Pejiño y la buena primera media hora de los amarillos; el filial del Submarino también había perdonado.
Tanto confió el técnico catalán en las posibilidades de los suyos de defender el resultado que eligió unos cambios que debilitaron por completo el ataque y luego, cuando fue necesario irse hacia arriba, no había nadie que pudiera generar peligro. Si bien las sustituciones de Jonathan Viera y Sandro entraban en lo previsto porque ambos habían llegado al partido sin estar a tope por culpa de sendos problemas musculares, la retirada de Moleiro y de Pejiño poco después resultó inexplicable. En ese momento, la UD se había quedado sin ningún poder ofensivo.
33
Puntos como visitante
La UD es el mejor equipo de la categoría fuera de casa. En 20 partidos ha sumado 33 puntos gracias a sus ocho victorias y nueve empates. Sólo perdió en Huesca, Tenerife y Granada.
15
Goles de los delanteros
Entre todos los delanteros de la UD, hasta cuatro, suman tan sólo 15 goles, pocos para un aspirante a subir directo. Marc Cardona lleva siete, Sandro cinco, Andone dos y Loren uno.
El cuadro amarillo acabó el choque con Óscar Clemente en un extremo, Marvin en el otro y con Marc Cardona y Andone en el centro, sin coordinación, sin plan. Poco antes Kirian se había marchado del terreno de juego sin relevancia alguna como interior, posición en la que comenzó a jugar desde que Fabio entró para actuar como pivote. Más cansado si cabe en un lugar que le exigía un mayor despliegue físico, el de Candelaria no brilló.
Además, García Pimienta tuvo que aceptar que Jonathan Viera eligiera jugar cuando no estaba ni al 50% de sus posibilidades por culpa de una microrrotura en el aductor que había sufrido menos de seis días antes en Ipurua. Su nivel no era el óptimo, tal y como él mismo reconoció al término del encuentro, pero el capitán quiso jugar. El resultado: uno de sus peores partidos como amarillo.
Múltiples opciones
Con Fabio y Curbelo más a tono después de que ambos entraran en la lista el domingo pasado tras superar sus respectivas lesiones, el barcelonés cuenta con toda la plantilla menos Mfulu y Sidnei –Vitolo fue operado y ya no cuenta– para diseñar una estrategia que sirva para que la UD gane en Cartagonova y no pierda la condición de depender de sí misma.
Tras protagonizar una remontada histórica la temporada anterior y llevar al equipo a una situación inmejorable a dos jornadas para el final, el técnico tiene ante sí una nueva reválida, el examen definitivo en un momento clave. Suspendió en junio del año pasado en el playoff y también hace tres días. También le vale para dejar al equipo en Primera y seguir al menos un curso más.