La crónica / Penúltima jornada (La tarde loca de los transistores)

Apoteosis de la UD en Cartagena y el ascenso aguarda en el Gran Canaria (1-4)

El once de Pimienta maravilla en el Cartagonova (1-4) con tantos de Sandro (2), Enzo y Sergi -Ortuño adelantó a los blanquinegros y luego llegó el tsunami amarillo -Vale el empate el sábado en Siete Palmas ante el Alavés

Paco Cabrera

Paco Cabrera

Tsunami Sandro Ramírez. Guarden el champán. A noventa minutos del Edén. La carambola de los inmortales pasa por la suma de punto -salvo una goleada de escándalo del Levante al Oviedo en el cierre liguero-. La UD superó con holgura al Cartagena (1-4), gracias a una primera parte descomunal, y puede festejar su séptimo ascenso el próximo sábado 27 de mayo ante el Deportivo Alavés en el Estadio de Gran Canaria (20.00 horas). Vale el empate ante la formación vitoriana, pero sin que el cuadro granota supere la diferencia de goles general de Las Palmas.

Fue una jornada de nervios, transistores y magia en el Cartagonova. La formación grancanaria estuvo cerca de subir en el feudo blanquinegro. Lo acarició con los dedos pero se deshizo con la reacción del Deportivo Alavés y Levante. Los tantos de Sandro Ramírez (2), Enzo Loiodice y Sergi Cardona -tras tocar en Olivas- certificaron el paseo triunfal de los pupilos de García Pimienta, que puedo ser más amplio sin Marc Cardona no malogra un mano a mano.

Mismo once y una reacción para la épica. La defensa a ultranza de un ideal y de una alineación que se repite de memoria. El 'pimentismo' ilustrado. Con el mismo equipo que maravilló en los primeros 30 minutos ante el Villarreal B, la UD remontó el tanto inicial de Mikel Rico con las dianas de Enzo Loiodice, Sandro Ramírez y Sergi Cardona -que contó con la estimable colaboración de Olivas-. Un primer acto sublime en materia ofensiva, con combinaciones explosivas y un papel sobresaliente de Enzo Loiodice en la medular. Kirian inspirado, Viera como en 2015, recuperando balones y Sandro con su recortada. Los Globetrotters del Cartagonova.   

Acabar de cine tras un inicio repleto de tinieblas. Se pensó en lo peor. Pero Pimienta ha encontrado el Santo Grial. La UD flaqueó en defensa. Miedosa y en ocasiones de rodillas ante un Cartagena que llegaba con suma facilidad. El primer envío en largo fue para Ortuñó e irrumpe la figura de Saúl Coco. A los diez minutos, remate a bocajarro de Eteki y paradón de Álvaro Valles como carta de presentación. Es uno de los benditos de la temporada. Con la única respuesta de un tiro de Sandro, que se fue a las nubes, el partido era un ejercicio de impotencia para los amarillos. Como si siguiesen en la caseta. La combinación entre Rico, Darío Poveda y Eteki dejó al exjugador de la SD Huesca y Granada solo ante Valles. Picó lo justo el cuero para burlar la salida de Valles. Muy fácil, muy plácido, totalmente ridículo. Pero fue para despistar. Se activó el 'modo tsunami' y Las Palmas sentó cátedra.

Entre despistes, pérdidas y concesiones, la UD salió como un flan. Hasta que llegó Enzo Loiodice para reparar los daños colaterales. Había que evitar el iceberg del Titanic. Como el pintor de la Capilla Sixtina. Un ser bendecido y para la eternidad. El galo clonó su remate de oro del Belmonte con otro golpeo para el éxtasis. Letal desde larga distancia. En el siguiente fotograma, control de De Blasis en el interior del área y un tiro inocente tras acomodar su cuerpo. De la tarde de Mikel Rico a la de Enzo. El galo aniquiló la capacidad creativa del Cartagena. En esa fase de búsqueda de los equilibrios, Pejiño habilitó de forma magistral para Sandro Ramírez. Un pase al espacio de libro. Generó el silencio. El escolta de Messi presionó el botón. Tercera dianas en las tres últimas jornadas. Tanto anulado a Alfredo Ortuño (24') y la UD estiraba su monólogo. Crecida. Desatada. 

Fue una carnicería. Doble parada de Aarón a remates de Sandro y Álex Suárez. Otro de Pejiño se fue rozando el palo. Bajo los fuegos de artificio, de la mejor UD de la temporada, el tanto de Sergi Cardona. Otra vez, con un disparo desde la frontal que tocó en Kiko Olivas y el juez atribuyó al defensa del club cartagenero. Las prestaciones de Enzo bien merecían el pago de la entrada. Descanso y paz en el corazón de los amarillos. Viento en popa a toda vela. Duelo abierto y de poder a poder. En el segundo tiempo, más control y posesión. Había que adormecer la contienda.

Viera conectó con Sandro y el cuero llegó a Moleiro, que erró en el tiro. Un de Kirian a Sandro fue una obra de arte. Se vivió una escena surrealista con el primer cambio tras un desliz del delegado Rubén Fontes. El técnico Pimienta reprendió al ejecutivo. Se retiraron Sergio Cardona -de forma errónea- y Moleiro. Por el tinerfeño, saltó Fabio. En relación al lateral zurdo, Marvin Park. Fue preciso que entrase Enrique Clemente para salvar este disparate. Sandro Ramírez hizo el cuarto y Marc Cardona tuvo el quinto -desperdició una vaselina en el mano a mano con Aarón-. La gloria pasa por el Gran Canaria. Ganar o empatar ante 32.000 gargantas sellan el salto de categoría. Un camino plácido, tras 41 kilómetros por el infierno. Solo falta la puntilla.

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