En La Bodega de la Avenida tienen la receta para el ascenso de la UD

La Bodega de la Avenida fue ayer el punto de encuentro en el que se gestó la comunión entre los jugadores de la UD y los miembros del cuerpo técnico para conjurarse con el único objetivo que planea sobre la mente de la familia amarilla: hacer posible el ascenso a Primera División el sábado en la final contra el Deportivo Alavés (20.00 horas, #Vamos).

Como viene siendo costumbre a lo largo de la temporada, ya sea por iniciativa de los capitanes del vestuario o por motu proprio del club, la plantilla cada equis tiempo suele reunirse para pasar tiempo juntos alrededor de una mesa y disfrutando de un banquete gastronómico con el que compartir vivencias.

Locales gastronómicos como La Travesía del Puerto, Casa Brito, La Marinera o más recientemente el Río Miño –el 4 de mayo– antes de emprender el viaje a Ipurua para afrontar otra de las finales del desenlace de la temporada, han acogido las reuniones de convivencia del plantel de la Unión Deportiva.

Pero ayer la conjura era más necesaria que nunca en la presente campaña con la disputa del sábado en el Partenón de Siete Palmas para subirse al tranvía de Primera División.

Veinticuatro jugadores más el cuerpo técnico de la UD se dieron cita alrededor de cinco mesas en el restaurante situado en la Avenida Alcalde José Ramírez Bethencourt, 18. Solo faltó a la cita el lesionado Vitolo y Pejiño.

En la composición de las mesas fueron elegidas por afinidad entre los jugadores y miembros del cuerpo técnico.

La principal y la que más atención tuvo por parte de los miembros del servicio del local de alimentación no pudo ser otra que la que estaba capitaneada por Jonathan Viera, acompañado por Sandro Ramírez, los dos estandartes del navío de Xavier García Pimienta en este tramo decisivo de la temporada y que casualmente fueron los primeros en abandonar el restaurante.

Junto a los dos atacantes con mayor cartel en la UD estuvieron sentados dos inseparables como Benito Ramírez y Kirian Rodríguez. El aldeano, aunque tenga la ficha desactivada en un gesto de implicación con el club y tras ceder su dorsal 11 a Loren, quien también estaba en la mesa, está siendo parte de los viajes del equipo y no podía faltar tampoco al almuerzo. Mientras que Álvaro Valles completaba la mesa.

Por otro lado, otro ración de cubiertos para la vieja guardia del Anexo modelada por Álex Suárez, Eric Curbelo y Fabio González, quienes acogieron a los francófonos Enzo Loiodice, Wilfrid Kaptoum y el segundo capitán de la plantilla Nuke Mfulu; además de dos de los encargados de percutir por la banda derecha, Marvin Park y Álvaro Jiménez, que posteriormente cambió su ubicación con otro grupo.

El cordobés se unió a la división formada por los tinerfeños Óscar Clemente y Alberto Moleiro, junto a los catalanes Álex Domínguez, Sergi Cardona y y Marc Cardona, junto al zaragozano Enrique Clemente y el gallego Álvaro Lemos; todos ellos junto a su compañero defensivo, Saúl Coco.

Precisamente esta mesa fue la última en abandonar el local y como afirmaron fuentes consultadas permanecieron «jugando a la baraja» después de haber concluido el reparto de la comida.

Una menú de mediodía que estuvo compuesto por varios platos de jamón 100% de bellota, quesos de Canarias y empanadillas criollas de ternera como entrantes que hicieron las delicias de los allí presentes para abrir boca junto a las primeras bebidas.

Acto seguido se procedió a repartir los segundos platos que habían elegido los miembros de la UD y que tenían que determinar entre su amplia variedad de carnes de las que dispone el restaurante –solomillos, secreto ibérico, paletilla de cordero de Ávila o codillo de cerdo, entre otros–, así como los diez tipos distintos de arroces que tienen en su carta, o pescado a preferir entre el bacalao, tataki de atún, salmón o cherne a la plancha.

Los miembros del servicio del restaurante destacaron que Álvaro Valles fue el único de los presentes que advirtió de si le podían hacer un plato especial con el pescado que eligió, así como su papel de animador al pronunciar unas palabras para motivar al equipo de cara al ascenso.