Vierina antes de la final del siglo del 27-M ante el Deportivo Alavés (mañana, 20.00 horas y por #Vamos). Vitamina Mesías. Diecisiete minutos y 49 segundos de arenga para el planeta. «Este partido cambiará nuestras vidas, subir fortalece la economía de la Isla y es bueno para todos». Voten a Jonathan Viera Ramos. El ‘21’ tiró ayer de megáfono para aportar las claves motivacionales y deportivas desde su experiencia en el mágico 21-J de 2015. Busca su segundo vuelo a Primera para hacer historia –hace 69 años que un jugador amarillo no repite salto a la máxima categoría–. «Hace ocho años lo logramos desde la tranquilidad. No puedes estar nervioso desde el lunes, eso no ayuda. Debes comer bien y dormir bien». Cambiaría todos los registros de su carrera –internacional absoluto o jugar Liga de Campeones– por la fiesta de la Plaza de la Victoria. Volver a competir en la liga de las estrellas de amarilloes el éxtasis absoluto.
«Esta es la final, esperemos que no haya más. Aquí se acaba todo. Todos estamos sufriendo y ya toca. Se están escapando oportunidades; no es fácil ganar. Dependemos de nosotros y le debemos una gran alegría a la afición. Vamos a por la victoria. No sabemos jugar a otra cosa». Entre la emoción, el cálculo futbolístico y la humildad. Elogia la figura de García Pimienta, al que avaló en la crisis de resultados de la pasada temporada, antes de la victoria ante el Valladolid –marzo del 2022–, que activó la remontada total.
El llanto de la familia
El ‘21’ suma en esta edición liguera 31 duelos disputados y 2.446 minutos. Siete tantos y el corazón a mil por hora cuando piensa en la guagua descapotable del 2015. «Ver a tus familiares y amigos llorando, eso no hay dinero que lo pague. Subir en tu tierra es emocionante. Lo cambiaría todo, ser internacional fue un logro muy grande en mi carrera [lo alcanzó en octubre de 2017]. Lo logré, pero si me dices qué prefieres...Lo tengo claro: subir con Las Palmas». Para Viera, hay méritos de sobra y el vuelo de categoría tendrá un impacto importante en la economía de Archipiélago. «Hay que estar orgullosos, el mérito es de todos. Del plantel, de ustedes [la prensa]». Sobre si tendrá un discurso motivacional para el vestuario, detalla que «ya estoy mayor para eso». «No me pondrán un micrófono, las barbaridades serían increíbles». Pregona con el ‘salir y disfrutar’. Oratoria Johan Cruyff. «Les digo a los más jóvenes, que sobre todo, salten al campo y lo pasen bien. Esto no se vive siempre, es algo único y debemos estar orgullosos de toda la temporada».
El icono mediático de la UD prometió un ascenso al Gran Canaria en agosto del 2021 cuando regresó del Beijing. «Me gusta cumplir con mis promesas». Si besa la gloria, no tiene dudas. Se queda con el de 2023. Más sufrido, más exigente. «Sería tremendamente feliz, me más que el último ascenso. Yademás, detecto en las calles una alegría increíble. Nunca lo había percibido así, están volcadísimos».
Cuestionado por Pimienta, lo etiqueta como el elegido para llevar a la UDa buen puerto. «Lee el fútbol como nadie, es un preparador de futuro. Tiene una oportunidad muy buena». Con 33 años, Viera no quiere excusas. Ha soportado la presión de la exigencia de la caseta. «No me vale de pretexto, en los partidos en los que no estuve bien, lo reconozco y punto. Cuando ya esté cansado, me iré. Me llevaré mis botas verdes, que ya están bastante gastadas». Urticaria a la ansiedad. «Siendo veterano y capitán tengo que transmitir tranquilidad. Nos jugamos mucho y que un ascenso nos podría cambiar la vida».