Ascenso UD Las Palmas

Un inolvidable recibimiento a los héroes

Media isla acudió ayer a la Plaza de España para recibir a los 31 jugadores de la Unión Deportiva tras lograr el ascenso a Primera

Celebración en la Plaza de España del ascenso de la UD Las Palmas a Primera División

Lourdes S. Villacastín

La celebración del ascenso anoche de la Unión Deportiva en la Plaza de España tuvo una aureola mágica. Ese carácter histórico en el que toda una isla se moviliza alrededor de un acontecimiento que influirá de muchas maneras en la felicidad y el bienestar de sus habitantes. Un sueño que se hacía realidad para miles de personas. Media Gran Canaria quería tener un hueco en el que poder posicionarse para ver lo mejor posible a sus ídolos cuando llegaran del Estadio. Algunos, a pesar de llevar más de diez horas en esta zona emblemática de la capital grancanaria. Nada más acabar el partido una inmensa ovación inundó los aledaños de Mesa y López que se prolongaría durante bastantes minutos a veces de una forma desgarradora. La llegada continua de aficionados para recibir a sus ídolos no pararía en ningún momento adquiriendo, ya de madrugada, el aspecto parecido al logro de una copa del mundo.

Para amenizar esos momentos ocuparon el escenario Luis Quintana, Los Coquillos y Los Gofiones hasta la llegada de los héroes a eso de la 1.30 de la madrugada. Y el modo en el que se produjo no podía ser más épico, con la policía escoltando a la carroza desde el recinto de Siete Palmas hasta el mismo centro de la ciudad. Una guagua que iba ralentizando el paso a medida que iba entrando por la calle principal de esta parte de la capital e iba incluso parando en ciertos momentos porque la multitud impedía a veces que avanzara de forma regular. El tránsito por Mesa y López casi se extiende hasta la eternidad con infinidad de grancanarios con banderas o bufandas del equipo ya sea andando o en coche haciendo ostentación de forma bien clara, con gritos o cánticos, de qué era lo que más les emocionaba en sus vidas. Por fin, la carroza llegó a la Plaza de España a eso de la 1.20 de la madrugada mientras Los Gofiones cantaba el himno del equipo acompañado, no solo por los seguidores, sino también por los propios jugadores.

Tras la salida de los ídolos de la guagua, el humorista Daniel Calero hizo de maestros de ceremonias en la pasarela dando paso y presentando a los jugadores de la Unión Deportiva de uno en uno. Así, fueron llegando desde el primero Alex Domínguez hasta el último Jonathan Viera. Y en medio recibieron grandes ovaciones, entre otros "ese canterano que hace su sueño realidad de jugar en primera con el equipo de su tierra" referido al central Alex Suárez; un Vitolo Machín que entró con muletas y que fue especialmente agasajado por sus continuas roturas y operaciones; el mediocentro Fabio González medio resentido por la lesión que había sufrido minutos antes en el encuentro; Sandro Ramírez al que acompañaría el grito unánime del publico con el "Sandro quédate"; el "chiquitito pero matón" Alberto Moleiro, o el delantero "Diego Armando Marc Cardona" como fue presentado al ser otro de los grandes nombres de esta temporada. Calero quiso dejar para el final al capitán Jonathan Viera que, como líder del equipo, cogió el micrófono y se digirió a los presentes. "La fiesta es de nosotros y nadie más", señaló desde el principio el jugador. "Porque no vamos a incluir a nadie mas que no se lo merece, el año pasado no pudo ser pero siempre dije que confiaran en este equipo y hoy sí que hay fiesta aquí"

También hubo protagonismo para el equipo técnico. Sobre todo para el técnico García Pimienta que recordó que "el año pasado no se pudo ascender pero ahora sí" y continuó asegurando que "habéis demostrado ser la mejor afición de segunda pero ahora vais a demostrar que sois la mejor de primera" al que siguieron los gritos generalizados de "Pimienta quédate". La fiesta acabó con todos los aficionados y el equipo con las manos arribas y cantando el himno de la Unión Deportiva. Al mismo tiempo, y cerca ya de las dos de la madrugada, todo el conjunto bajaría de la escalinata para hacerse una fotografía de familia cerca de los aficionados.