La renovación de Pimienta, el reto más inmediato

Ramírez, quien deslizó que la discrepancia radicaba en los años, da por hecho el acuerdo

Xavi García Pimienta saluda a la afición a la llegada de la carroza de la UD Las Palmas a la Plaza de España. | | JUAN CASTRO

Xavi García Pimienta saluda a la afición a la llegada de la carroza de la UD Las Palmas a la Plaza de España. | | JUAN CASTRO / Pablo Fuentes

La UD Las Palmas es de Primera División y es hora de celebrar. A la explosión de júbilo en el Gran Canaria el pasado sábado tras el pitido final del partido que el cuadro amarillo y el Deportivo Alavés empataron a cero, resultado que permitió al equipo isleño regresar a la máxima categoría cinco años después, le siguieron la cabalgata desde el Estadio hasta la Plaza de España para gozo de la afición, los discursos sobre la tarima habilitada en el emblemático lugar y la fiesta generalizada, que se prolongó hasta altas horas de la madrugada. Por su parte, la plantilla, el cuerpo técnico y demás personal del club cenaron en La Marinera, desde donde muchos se retiraron a sus casas y otros continuaron con las celebraciones. Ayer los futbolistas prolongaron los festejos con una comida sólo para ellos; los directivos, de su lado, tienen algunos retos inmediatos.

Más allá de posibles renovaciones y fichajes, el punto de partida del nuevo proyecto 2023-24 es la firma del nuevo contrato de Xavi García Pimienta. Miguel Ángel Ramírez dio por hecho nada más saberse de Primera que el barcelonés seguiría la temporada que viene. El técnico, por su parte, también manifestó su intención de continuar, por lo que, como dice el tópico, ambas partes están condenadas a entenderse.

La idea de cada uno, por tanto, es la misma, la de mantener el vínculo, algo que, por otra parte, han reiterado desde los últimos meses cada vez que se referían al asunto. Sin embargo, más allá de la garantía de continuidad expuesta por el presidente amarillo, falta cosas que negociar para cerrar definitivamente el nuevo acuerdo.

Declaraciones

El sábado, minutos después de la consecución del objetivo y tras ser manteado por los jugadores, García Pimienta se refirió una vez más a su renovación cuando fue cuestionado por ella. «Creo que sí voy a seguir. El club quiere que siga y a mí me encantaría seguir y ahora es cuestión tanto del club como de mis agentes que se pongan de acuerdo», comentó el entrenador en la sala de prensa del Estadio.

Justo después el que se sentó frente a los medios de comunicación en el mismo sitios, junto a su nieto Hugo, fue Miguel Ángel Ramírez, que aportó algún dato más. «El míster sabe que contamos con él para estar en Primera. Entendemos que creemos en un proyecto largo para la categoría, no para una temporada. Necesitamos una relación larga para consolidar este proyecto con gente que nos dé consistencia», declaró el máximo mandatario amarillo.

Dejó entrever, por tanto, que el fleco por cerrar radicaba básicamente en una cuestión de años de contrato. Mientras el catalán quiere firmar por poco tiempo, la UD quiere hacerlo por más, siempre según la versión del presidente. No se trataría, por tanto, de una cuestión de dinero, al menos por los testimonio de ambas partes. En cualquier caso, la sentencia de Ramírez hace aventurar un anuncio inminente de la renovación de García Pimienta.

No es para menos. El técnico de la UD devolvió al equipo una identidad que había perdido desde hacía mucho tiempo, en concreto desde que Quique Setién se marchó al final del curso 2016-17. Después de él llegaron hasta siete entrenadores y ninguno salvo Pepe Mel, su predecesor, dejó huella. Pero lo hizo más por el hecho de sacar canteranos y poner los cimientos de los que sería el equipo que ascendería un año y medio después de su despido que por un estilo de juego concreto.

La campaña pasada la UD de García Pimienta se quedó a dos pasos del ascenso –fue eliminado por el CD Tenerife en las semifinales del playoff– después de completar el mejor final de curso de toda su historia, con nueve triunfos en los 11 últimos partidos cuando en marzo parecía un equipo muerto. Sólo hubo que esperar un año para que Las Palmas diera el salto definitivo a la máxima categoría nacional.

Reconocible

Lo hizo de una manera justa, si bien la calidad de la Segunda División dejó mucho que desear porque los cinco candidatos al ascenso directo perdieron infinidad de oportunidades de escaparse producto de sus incapacidades. En cualquier caso, la UD fue el segundo más fiable –el Levante, tercero, tuvo los mismos puntos, pero en el golaveraje general los amarillos acabaron con mejor diferencia de tantos a favor y en contra– y por eso tuvo premio.

De alguna manera, la UD ha vuelto a ser reconocible por su manera de jugar, con la posesión del balón, la presión alta y la defensa adelantada como banderas de una filosofía con la que el club casi siempre ha convivido bien. Un mérito también de Luis Helguera, renovado para las próximas tres temporadas y el que trajo a García Pimienta.

Por todas esas virtudes, unidas a los buenos resultados –la UD con el técnico catalán ha sumado 28 victorias, 23 empates y sólo 11 derrotas–, tanto la entidad como el entrenador deben entenderse, algo que todos dan por hecho. El estratega dejó claro desde finales del año pasado, cuando el equipo quedó campeón de invierno, que quería quedarse, pero que no era el momento de hablar de su futuro. El presidente, de su lado, reveló hace unas semanas su intención de renovar al técnico subiera o no subiera el equipo. Ha llegado el momento de hablar y cerrar el acuerdo. Es la prioridad inmediata para que arranque el proyecto.

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