Nueve balones de Oro en la Isla

Kopa, Di Stefano, Luis Suárez, Cruyff, Rivaldo, Figo y Zidane visitaron el Insular con la UD en Primera

Messi y Cristiano Ronaldo jugaron en la última etapa en el Gran Canaria

Cruyff, con la camiseta del Barcelona, pelea el balón con Germán Dévora.

Cruyff, con la camiseta del Barcelona, pelea el balón con Germán Dévora. / David Rodríguez

David Rodríguez

David Rodríguez

Una pléyade de nueve jugadores ganadores del trofeo Balón de Oro pasaron por la Isla con el galardón bajo el brazo para enfrentarse a la UD. Di Stefano, Kopa, Luis Suárez, Cruyff, Rivaldo, Figo y Zidane bailaron en el Insular; mientras que Messi y Cristiano Ronaldo lo hicieron en Siete Palmas. Primera significa glamour y otras tantas leyendas como Ronaldo, Stoichkov, Modric o Benzema también llegaron a la Isla.

Jugar en Primera División es sinónimo de glamour. Una obviedad, claro está. Pero cabe reseñarlo para darse cuenta de la relevancia que adquiere que la UD vuelva a estar en la máxima categoría del fútbol nacional y los nueve balones de Oro que han pasado a lo largo de la historia por el Insular y el Estadio de Gran Canaria. Sin estar luchando con los grandes, Kopa, Di Stefano, Luis Suárez, Cruyff, Figo, Rivaldo, Messi, Cristiano Ronaldo y Modric rara vez hubieran viajado hasta la Isla para disfrute de los futboleros.

Desde que la entidad insular alcanzara por primera vez la Primera División en 1951, comenzaron a desfilar un torrente de las leyendas que han escrito la historia del deporte rey. Hasta que se instaurara el premio ideado por la revista France Footbal cinco años después, jugadores de la talla de Ladislao Kubala o Paco Gento se vistieron de corto en el recinto de Ciudad Jardín, sin que tuvieran oportunidad de ganar el galardón.

Ya a partir de 1956 y hasta 1960, cuando Las Palmas descendió a Segunda, pasaron por el Insular los primeros ganadores del Balón de Oro. Alfredo Di Stefano fue el primero de los Cinco Grandes que se bajó del avión en Gando. La Saeta Rubia, ganador dos veces del premio de la revista francesa (1957 y 1959) disputó siete partidos en la Isla y solo en uno de ellos pudo golear a la UD.

Eso sí, fue con una exhibición de cuatro goles en el 57 para contribuir en el 1-5 de los campeones de Europa a los amarillos y quitarse la espina de la temporada anterior en la que el argentino fue expulsado en el minuto 56 después de enzarzarse con Beneyto en una pelea y acabar escoltado por la fuerza pública del órden policial a los vestuarios mientras el respetable del Insular le abucheaba, dado que la leyenda madridista se negaba a abandonar el terreno de juego.

Nueve balones de Oro en la Isla

Di Stefano es escoltado por un miembro de la Fuerza Pública del Insular tras ser expulsado y no querer retirarse del terreno de juego / David Rodríguez

También su compañero de gestas continentales del primer Madrid tiránico en Europa, Raymond Kopa, visitó la cancha de Pío XII entre el 56 y el 59. Tres partidos del francés, ganador del Balón de Oro en 1958, en el que no pudo batir en ningún día a Pepín, el guardián de la portería amarilla.

El que sí se hinchó a perforar la portería de Las Palmas fue Luis Suárez Miramontes con la camiseta del Barcelona. El Arquitecto disputó tres partidos en Gran Canaria en los que anotó cuatro goles al portero nacido en Valencia. De grato recuerdo para el gallego fue cuando anotó tres dianas en la temporada 1959-60 en un histórico día de horror local cuando cayeron por 0-8 justo el año que ganó el premio y tomó rumbo al Inter de Milán.

El holandés volador

Tras el desfile de las leyendas de la década de los 60, hubo que esperar hasta 1974 para volver a disfrutar de un ganador del Balón de Oro en el terreno de juego de Ciudad Jardín. Johan Cruyff hizo su puesta en escena en la Isla con el relumbrón que le llevó a romper una sequía de catorce años sin que el Barça ganara la liga española, pero al menos contra Las Palmas no pudo ganar.

De las cuatro veces que el gran alma del club catalán pisó el Insular, en ninguna resultó victorioso. Todo derrotas y un solo gol, en el 76, contra la ya UD de los argentinos para salir cabizbajo después de perder por 3-1, en un año que los amarillos concluyeron decimoterceros, aunque germinando el equipo que finalizó cuarto la siguiente temporada.

Pero si la espera en esta década se hizo dilatada, para ver al siguiente Balón de Oro en Gran Canaria se congeló el reloj hasta la llegada de Rivaldo en el año 2000 y después de haber sido nombrado con el trofeo una temporada después. El brasileño, en su única ocasión que se enfrentó a Las Palmas consiguió batir a Nacho González para un solitario 0-1 en un Barça de trincheras que comenzaba a dar síntomas de su peor etapa en el nuevo siglo.

Ese mismo año Luis Figo también hacía su puesta en escena en el Insular, aunque hubiera jugado anteriormente con la camiseta azulgrana en la semifinal copera del 97, en las filas del Real Madrid. Después de cometer su traición, el portugués jugó una sola vez en liga en un 0-1, dado que en el 4-2 de la temporada 2001-2002 no estuvo presente dado al virus Fifa.

El que sí estuvo en ese partido de grata memoria para la hinchada amarilla fue Zinedine Zidane. El francés, que marcó un golazo de falta a Nacho González en la derrota que rubricó Rubén Castro con un doblete mágico a Iker Casillas en el delirio de la grada de Ciudad Jardín y que sería su última gran noche de la UD en el Insular.

Últimas leyendas

Porque con la mudanza de Las Palmas a Siete Palmas, al unísono el representativo estuvo inmerso en un pozo negro de trece años alejado de Primera hasta que Sergio Araujo marcó el gol con el que inscribir el 21-J en el libro histórico del club. Catapulta a la liga de las estrellas y por consiguiente abierta la veda para que el último duo tiránico del fútbol desfilara por la Isla.

Primero fue Lionel Messi el que apareció en el Gran Canaria. Un 20 de febrero de 2016 en la jornada 25 de liga, en la que Las Palmas cayó por un estrecho 1-2 pero en el que dio una imagen esperanzadora y que dio pie a seis triunfos en los siguientes siete partidos y certificó la salvación del equipo dirigido por Quique Setién.

Leo Messi, en la gala de los Laureus.

Leo Messi, en la gala de los Laureus. / Laureus

El argentino tuvo que esperar a su última visita a la Isla para poder marcarle a la UD, con un tanto de bella factura de libre directo para batir a Chichizola. Aun así, ese partido quedó 1-1 en el que sería el último día digno de Las Palmas en Primera División al descender ese mismo 2018.

Veitiún días después de la visita de Messi le siguió Cristiano Ronaldo, que a diferencia del argentino no pudo marcar ningún gol a Las Palmas en el Gran Canaria y por tanto el estadio isleño se le quedó como uno de los pocos feudos en los que el luso no fue capaz de hacer una de sus icónicas celebraciones en sus 837 goles en competiciones oficiales.

Otros balones de oro

Esta relación de jugadores que consiguieron el galardón se refiere exclusivamente a los que pisaron la Isla con el título ya en su haber. Sin embargo, otras estrellas también han desplegado sus virtudes sobre los dos tapetes deportivos y les ha llegado la vitola aurica posteriormente, o bien jugaron partidos de Copa del Rey.

En este último caso, dos azulgranas levantaron pasiones en el Insular el 26 de marzo de 1997. La semifinal del torneo copero citó al Barcelona en Pío XII en la ida de la eliminatoria y Bobby Robson dispuso de una delantera formada por Hristo Stoichkov, ganador del balón de oro en 1994 y que estaba de vuelta tras su huida momentánea al Parma; además de la sensación mundial de aquel año, Ronaldo Nazario.

El búlgaro jugó 56 minutos, ya casi en el declive de su carrera, situado más como un segunda punta que como el ocho que había maravillado con Cruyff en el Dream Team y le sustituyó Pep Guardiola. La crème de la crème.

Por su parte, el mejor delantero centro de la historia –perdonen, pero no hay duda–, dejó dos goles en el recinto de Ciudad Jardín. El primero de penalti, en el minuto 43, después de que la UD de Paco Castellano estuviera aguantando las embestidas del gigante catalán y de que el carioca, de pillería se dejara caer al sentir el contacto de Toni en el área.

Ya en la segunda parte, con 0-3 en el marcador –no luminoso–, Ronnie marcó el definitivo cuarto gol en una de sus cabalgadas sello de la casa.

Cristiano Ronaldo, en un partido con Portugal.

Cristiano Ronaldo, en un partido con Portugal. / EFE

Después del paso de estos dos balones de Oro por la Isla gracias a la Copa y pasados 19 años otros ganadores del trofeo regresarían a la Isla. Junto a Cristiano, también se plantaron en Siete Palmas, Modric y Benzema. Con la peculiaridad de que estos dos todavían no habían alcanzado el galardón, que recibirían en 2018 el croata –dos años después– y en 2023 el francés.

Luka jugó tres veces en Gran Canaria, con dos triunfos (1-2 en marzo de 2016 y 0-3 en marzo de 2018) y un empate por 2.-2 en octubre de 2016. En esa igualada que rubricó Araujo en los últimos minutos del partido Karim no estaba en el verde y se perdió por tanto una de las tres visitas del Real Madrid a la Isla en la última etapa de la UD en Primera.

Para el recuerdo de ese partido quedó el vaticinio de Quique Setién a Luka Modric: «Eres un fenómeno me encanta verte jugar, disfruto muchísimo contigo», después de que el entrenador hubiera hecho una comparación de mediapunta de la camiseta ajedrezada precisamente con el otro deporte que ama el entrenador: «Luka sería la dama del tablero, tiene la movilidad de esta pieza y controla todo». Palabra de maestro de los escaques.

Arriba, cuando Di Stefano es escoltado por un miembro de la Fuerza Pública del Insular tras ser expulsado y no querer retirarse del terreno de juego; abajo, Cruyff, con la camiseta del Barcelona, pelea el balón con Germán Dévora. |

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