La Provincia - Diario de Las Palmas

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Ni tiki-taka ni tocomocho

La UD no consigue marcar ni con el estilo de toque que Pimienta defiende ni como ayer cuando tuvo que optar por los contraataques

Jonathan Viera es desequilibrado por un empujón del suizo Djibril Sow, del Sevilla; al fondo a la derecha, Sergio Ramos. | | LOF

Las Palmas no sabe ya cómo emplearse para poder meter un gol a los rivales. Han pasado 421 minutos desde que Viera viese portería en el estreno liguero. Desde entonces, ni tener el control del partido ni aguantar las embestidas rivales para salir al contraataque han servido para volver a firmar un tanto.

A Las Palmas no le está valiendo con ningún plan establecido para poder marcar. Ya han pasado 421 minutos desde que Jonathan Viera lograse anotar el único gol de la temporada, cuando batió a Rajkovic en la primera jornada para el empate con el Mallorca. Desde entonces, por mucho que la UD haya dejado buenas sensaciones en su nivel de juego, incluso dejando constancia de que ha evolucionado en su capacidad ofensiva, no es capaz de ver portería.

No le vale al equipo de García Pimienta versar el tiki-taka que tanto defiende, ese con el que argumenta que sus jugadores tienen un perfil determinado y que son mejores con la pelota que sin ella. Ni tampoco cuando opta por aguantar atrás y salir al contraataque. No está encontrando la UD la fórmula para volver a experimentar la sensación de lo que significa marcar un gol.

La presión alta del Sevilla ayer asfixió a los mediocentros amarillos. Solo con poner los ojos sobre Mika Mármol, que siempre se muestra tan esbelto en su salida de balón con la cabeza alta desde su zona, se entiende que si no pudo dejar su sello en el Pizjuán con esas conducciones fue porque en realidad Las Palmas no tuvo el balón por mucho que los datos reflejen un 55% de posesión durante los 90 minutos del encuentro.

Las Palmas acumula 421 minutos sin ver portería, aunque es el tercer equipo menos goleado, con cuatro

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Mendilibar sabe cómo gestionar la energía de su bloque y no le importó entregar la pelota en zonas inertes. Eso sí, en el centro del campo plantó una telaraña con un objetivo fijado: presionar a Kirian para que no pasara el balón por sus botas.

Con el juego continuamente volcado por las bandas, ahí el Sevilla multiplica su poderío. Lo de Sergi Cardona ayer fue una auténtico martirio ante las oleadas de centros que mandó el conjunto hispalense a la olla de Valles, que se tuvo que poner un día más la capa de superhéroe para que a Las Palmas no se le tradujera el diluvio del sábado noche en tantos goles recibidos.

El Sevilla anuló a los tres mediocentros de la UD y la defensa optó por mandar balones en largo a Sory Kaba

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En esta secuencia del encuentro, con Kirian totalmente anulado, Enzo sin saber cómo levantar la cabeza, y Jonathan Viera a un ritmo impropio de lo que estaba demandado la Unión Deportiva para encontrar soluciones rápidas en las transiciones hacia el campo rival, el olfateo del resultado apuntaba a que tarde o temprano el conjunto local iba a marcar.

Así pues, se los casi 600 aficionados amarillos que se agolparon en el sector visitante del Ramón Sánchez Pizjuan tuvieron que vislumbrar cómo en muchas ocasiones la zaga daba un patadón al balón para que Sory Kaba se fajara él sólo ante los centrales rivales como si estuviera en Isla Mágica.

El remedio que encontraron los jugadores insulares para superar la línea del centro del campo fue la de directamente saltársela. De los defensas a la línea de ataque y en especial si Sandro era capaz de llevar el balón pegado al pie mejor.

Pecados estáticos

Porque por mucho que Pimienta dijera en rueda de prensa que la presencia de Viera en el terreno de juego concentraba la atención de hasta «seis del Sevilla», para «eliminarlos», no se palpó lo mismo desde fuera del recinto de juego. La sensación que se tiene cada vez que al 21 le llega el balón es que tiene que bajar revoluciones para que su magia aparezca a la velocidad que él decreta.

En Hispalis los fotogramas del film discurrieron a una celeridad que ya no puede asumir las piernas de Jonathan Viera. Si el estandarte del equipo sólo puede sacar su divinidad cuando el dominio es total y cuando está resguardado como interior, encorseta al resto de los jugadores. Y no es algo nuevo, esta percepción ya viene desde la pasada temporada.

Ahora llega el Granada al Gran Canaria el próximo domingo. El conjunto nazarí es hasta la fecha el equipo que más encaja de la competición con 13 goles en contra y hoy podrían ser más en el choque frente al Girona.

Qué mejor oportunidad para el escuadrón de Pimienta para disipar las dudas sobre qué versión emplear frente al conjunto de Paco López. ¿La del tiki taka en el que prime el bienestar de Viera, o la de las transiciones rápidas para ir directo a la portería de Raúl Fernández?

Al menos la asignatura defensiva sí se está cumpliendo con creces, pues a pesar de tener un solo punto, la UD es el tercer equipo que menos encaja de Primera con cuatro tantos.

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