La explicaciones al suceso estrambótico que aconteció el sábado pasado con el viaje de la UD Las Palmas a Sevilla para la disputa del choque de ayer llegaron terminado el partido, en las entrañas del Ramón Sánchez-Pizjuán. Primero fue Xavi García Pimienta el que dio su versión de lo acontecido en la sala de prensa; luego, Álvaro Valles, elegido el mejor del encuentro gracias a sus ocho paradas que evitaron que el equipo amarillo saliera goleado, compareció en la zona mixta, una planta más abajo y cuando ya casi todos los jugadores habían entrado ya en la guagua que debía llevarles de vuelta al hotel de concentración.
Cuestionado por este medio por quién consideraba que había sido el culpable de que 15 futbolistas y dos fisioterapeutas perdieran el vuelo, si los propios rezagados y el delegado, y por si convenía que la entidad tomara la decisión de empezar a viajar en chárter a partir de ahora, tal y como lo hacen la gran mayoría de equipos de LaLiga EA Sports, el técnico barcelonés fue claro en su versión.
«Esto es un tema de club, yo no me puedo meter –en si deben viajar en chárter–. Ponen todos los medios a su disposición para que viajemos bien. Lo de ayer –por el sábado– fue un malentendido, un incidente que no puede volver a pasar, está claro. Todos somos mayorcitos y hay una hora para coger el vuelo y tenemos que estar atentos. Cada uno tiene su función y la tenemos que asumir. Hay otros compañeros que sí se subieron al avión», deslizó García Pimienta para terminar su exposición, en la que señaló claramente a los jugadores como los culpables principales de haber dejado escapar el avión, que primero hacía una escala en Madrid.
Asunción con recado
Minutos después, el portero de la UD, uno de los 15 miembros de la plantilla que se quedaron en tierra, asumió la culpabilidad, si bien quiso dejar claro que no fueron los únicos responsables. Su explicación es la que sigue: «Nosotros tenemos nuestra parte de culpa. Aunque haya un jefe de expedición –el delegado Rubén Fontes–, nosotros somos lo suficientemente mayores y responsables para asumir la culpa. Creo que no hay que darle más bombo, somos humanos y todo el mundo comete errores».
El entrenador, sobre la conveniencia de viajar en chárter: «Es un tema de club, no me puedo meter»
Justo después, preguntado por el motivo por el que habían llegado tarde a la puerta de embarque, relató: «El vuelo se había retrasado un poco y muchos de nosotros, como siempre, fuimos a tomar café mientras. Nos despistamos un poco, nos confiamos con que nos iba a avisar y no fue así». Al que el portero de Rinconada –barrio al norte de Sevilla– hacía referencia era a Fontes, que se había subido al avión antes de que todo el grupo estuviera dentro y que después se bajó para comandar la segunda expedición, que tuvo que regresar a Barranco Seco para viajar en chárter horas después.
Finalmente, el club alquiló un avión para los 15 jugadores rezagados –todos menos Aarón, Araujo, Mika Mármol, Mfulu, Loiodice, Perrone, Marvin y Sory Kaba– y los dos fisios –Juan Naranjo y Raúl Quintana–. En la aeronave también viajaron el propio Fontes y el vicepresidente Nicolás Ortega, que iba a poner rumbo a Sevilla en un vuelo comercial más tarde de lo que salía el avión alquilado, que partió de la Isla a las 19.20. Tras aterrizar en Sevilla dos horas y 40 minutos después, los últimos expedicionarios llegaron al hotel a las 23.50 peninsulares, dos horas y media después que el resto.