Sólo 4,6 kilómetros separan el Congreso de los Diputados del estadio Santiago Bernabéu, dos de los edificios más emblemáticos de Madrid. En el primero, la casa de todos los españoles, la investidura de Alberto Núñez Feijóo a la presidencia del Gobierno resultará fallida a lo largo de la mañana; en el segundo, el hogar del rey de Europa, unos cuantos jugadores vestidos de amarillo y azul tratarán de salir investidos héroes sobre las 20.00 horas, cuando está previsto que acabe la cita entre el Real Madrid CF y la UD Las Palmas, tan repetida a lo largo de la historia, hasta 39 veces en la capital de España. Adquirir tal condición no será fácil, pues habrán de conseguir algo inédito en la historia de la entidad isleña: ganar en Chamartín.

Cada equipo de la categoría de la UD que acude al Bernabéu lo hace siempre con poco que perder y mucho que ganar; es normal: las plantillas, los clubes, son incomparables. Bastante es con poder competir en el mismo campeonato y tener la posibilidad de dar la mayor de las alegrías a los aficionados con un triunfo imprevisto, de los que quedan en los anales. Al cuadro isleño se le resiste pese a que a lo largo de las décadas ha estado cerca de conseguirlo alguna vez. Cinco empates es todo el botín que se ha llevado a la Isla.

Condiciones

Hay dos premisas claras para que haya lugar a la sorpresa: que la UD Las Palmas esté muy bien y que el Real Madrid esté mal. Si una de las dos no sucede, es casi imposible. Para que ocurra lo primero favorece el hecho de que el equipo haya logrado la victoria el domingo pasado, algo que quita presión al grupo y da confianza para plantarse en el remodelado Bernabéu a jugar; que pase lo segundo es complicado, más todavía tras la derrota del cuadro blanco en el derbi que despertó muchas críticas a Carlo Ancelotti. Todo depende, como casi siempre, de la inspiración de las estrellas.

Real Madrid-UD Las Palmas: Que la investidura sea de héroes La Provincia

La más grande que tiene el Real Madrid, Vinicius, vuelve a la convocatoria y supone una amenaza para la UD, si bien lo normal es que parta desde el banquillo. En cualquier caso, el poderío de jugadores como Bellingham, que suma cinco goles, Rodrygo y Joselu está sobradamente acreditado, como el de todos los centrocampistas. Por ahí se esperan rotaciones del italiano, que mira de reojo el choque del sábado en Gerona.

Encerrarse, una opción con poca garantía de éxito ante el equipo que más ataca y tira a puerta

Carvajal es el otro recuperado que regresa a la citación, pero al igual que el brasileño apunta al banquillo, si bien los dos tendrán minutos. En realidad, cualquier combinación que haga Ancelotti, que cuenta con las bajas de Courtois, Militao y Arda Guler, que ayer recayó, debiera ser superior a la de García Pimienta, que pierde a un fijo para él como Mika Mármol por sanción. Sandro, Moleiro y Benito, por su parte, están lesionados.

Hay otra condición para ganar en el Bernabéu: la valentía, el olvido del temor. Encerrarse no suele ser una buena opción ante un equipo que no para de centrar y de tirar, por lo que la UD deberá ser lo suficientemente equilibrada como para saber tocar la pelota para respirar y atacar sin miedo, y defender todos juntos con extrema concentración. Cualquier pequeño despiste puede resultar fatal.

Mil amenazas

Se dice fácil, pero la realidad es que el devenir del encuentro dependerá mayormente de lo que los jugadores del Real Madrid, casi todos internacionales, sean capaces de hacer. Su grado de inspiración será determinante, jueguen los centrocampistas más físicos como Tchouameni, Valverde y Camavinga, o los de más calidad como Kroos, Modric y Ceballos. La mezcla también es temible. Todo lo es en el Bernabéu, hasta la grada, que si bien no estarán llenas, rugirán si es necesario. En el Madrid, ya se sabe, no hay espacio para la rendición.

Coco por el sancionado Mármol y Marvin por Pejiño, las posibles novedades en el once de la UD

García Pimienta avanzó que la intención inicial de su equipo será quitar el balón a un equipo que lo tiene más que el suyo (60%, por 59%), por lo se espera que incluya más centrocampistas que delanteros. Por eso el once será casi el mismo que el del domingo ante el Granada, con Coco por Mármol en el centro de la defensa y quizá con Marvin por Pejiño en el extremo derecho, pero con Munir en la punta del ataque y Sory Kaba a la espera. Pero igual el técnico catalán volvió a jugar al despiste.

Sea quien sea el que esté sobre el césped tendrá que multiplicarse. La derrota entra dentro de lo previsible, pero no competir sería imperdonable. Entregarse a una derrota temprana si el equipo encaja un gol pronto sería inconcebible por los cientos de aficionados que llenaron los aviones de ayer y de hoy para ver a su equipo en una plaza grande. Esa de la que esperan salir investidos héroes la familia de la UD Las Palmas.