Moleiro da un paso al frente en la UD Las Palmas

En sólo siete partidos, el tinerfeño iguala la cifra de goles, tres, que hizo el curso pasado en 28 encuentros

Con Luis Carrión por fin se ha liberado

Moleiro celebra su gol al Betis junto a Fabio Silva.

Moleiro celebra su gol al Betis junto a Fabio Silva. / José Carlos Guerra

Las Palmas de Gran Canaria

Alberto Moleiro está de dulce. Ha dado un paso al frente esta temporada, lo que esperaban tanto el equipo como el club, y hasta él mismo, consciente de que el curso pasado no experimentó el despegue que todos presagiaban. Basta con comprobar su cifra de goles en siete partidos para comprobarlo, tres, los mismo que convirtió en 28 encuentro las campaña anterior. Más allá de eso, su incidencia en el juego de la nueva UD Las Palmas de Luis Carrión es grande, por lo que, de seguir en esta línea, el canterano amarillo habrá conseguida agrandar su caché para volar el verano que viene a un equipo con mayores aspiraciones deportivas y que le pague más.

Con contrato hasta junio de 2026, nadie espera que el tinerfeño, el valor mayor de la cantera desde que irrumpiera Pedri en 2019, continúe más allá de la presente campaña. De hecho, la intención de la entidad amarilla era venderle antes de que se cerrara el mercado estival el pasado 30 de agosto, sin embargo, no pudo pese a que había aceptado una oferta de 20 millones de euros del Al Hilal de Arabia Saudí, donde milita el brasileño Neymar, el último día de plazo.

Sin embargo, el jugador la rechazó porque no quería emigrar a una liga menor salvo que hubiera recibido una propuesta económica totalmente desorbitada, algo que no ocurrió, ni con la del Al Hilal ni tampoco con la del Al Ittihad de Benzema, que también se interesó por el centrocampista, en su caso en plena pretemporada, en el mes de julio.

Moleiro, tras marcar al Betis en el Gran Canaria.

Moleiro, tras marcar al Betis en el Gran Canaria. / José Carlos Guerra

 Por contra, y para decepción del club a nivel empresarial, pues tendrá complicado traspasar al jugador por una cantidad igual o superior a los 20 kilos no sólo porque ya fijó un precio por el que estaría dispuesto a venderle, sino también porque el futbolista sería libre de firmar con cualquier club a partir del 1 de enero de 2026, Moleiro se quedó y su rendimiento, por ahora, ha sido notable.

Lo que llama la atención de entrada es algo que el propio centrocampista había asegurado en los dos últimos veranos que debía mejorar: su capacidad goleadora. Desde que debutara en la temporada 2021-22 de la mano de Pepe Mel nunca ha marcado más de tres tantos.

Buen inicio

En aquel primer curso, en el que Xavi García Pimienta llegó al banquillo en enero para protagonizar el mejor final histórico de la UD –nueve victorias en los últimos 11 partidos– y llevar al equipo al playoff, Moleiro se estrenó como goleador en el fútbol profesional con un tanto al Ibiza en el Gran Canaria. Luego marcaría en Lezama al Amorebieta y finalmente al Oviedo en la penúltima jornada, una tanto clave para igualar pronto el 0-1 del cuadro asturiano. Participó en 37 partidos de 44.

En cambio, en la siguiente campaña, la del ascenso, fue un desastre a nivel goleador. Presa también de la mala suerte, pues estrelló hasta cinco balones en los postes, el tinerfeño no sumó ni uno en 40 participaciones. Ya en la máxima categoría, marcó el curso pasado en El Sadar, en Vallecas y al Betis en el Gran Canaria, en tan sólo 28 encuentros, pues se lesionó en la pretemporada y luego recayó porque le hicieron forzar cuando no debía.

Triplete

Y ahora, con más galones en el vestuario, en tan sólo siete partidos ha igualado su mejor registro de goles en cuatro temporadas de carrera deportiva. Se estrenó con un golazo frente al Real Madrid al recibir un gran pase de McBurnie y regatear a Militao para luego batir de tiro cruzado a Courtois. Luego empató el partido de El Sadar, donde poco antes había fallado un mano a mano, con testarazo en una acción de córner y el jueves pasado adelantó al equipo en la cita con el Betis al empujar a la red el balón tras un gran centro de Viti.

Su participación en el juego, además, es crucial en esta UD mejorada a nivel ofensivo con respecto a la del tramo final del curso pasado. Carrión ha demostrado que el problema que tenía Moleiro no era de posición, porque sigue en la izquierda, sino de tarea, ahora más adaptada a sus características. El mejor Moleiro ha surgido. La pena para la UD es que lo disfrutará bien poco.

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