La contracrónica

Real Sociedad - UD Las Palmas: Lo de Diego Martínez no es ‘normal’

Desde que llegó a la UD Diego Martínez el 9 de octubre, el equipo ha sufrido una metamorfosis completa que le permite sobrevivir en campos que históricamente han supuesto una derrota como contra el Barça y la Real Sociedad. Y si no ganó ayer fue porque le faltó precisión, porque crearse oportunidades lo hizo

Kirian Rodríguez va a la presión para impedir un despeje de Igor Zubeldia, central de la Real Sociedad.

Kirian Rodríguez va a la presión para impedir un despeje de Igor Zubeldia, central de la Real Sociedad. / LOF

David Rodríguez

David Rodríguez

Las Palmas de Gran Canaria

Cualquier aficionado que estuviera viendo el partido ayer delante de su televisor, hubiera pensado que lo normal, viendo el dominio que puso en liza la Real Sociedad entre el minuto 10 y el 25, era que Las Palmas terminara cediendo ante un equipo que está asentado en la Europa League en el último lustro y que incluso se hizo con la Copa del Rey hace tres años. Sin embargo, lo normal, no casa con lo que está haciendo Diego Martínez desde que llegó al banquillo de la Unión Deportiva allá por el 9 de octubre.

El entrenador gallego tiene una varita mágica y que la agita a través de sus conocimientos pormenorizados de cada situación que se le puede presentar en cada partido. Esos minipartidos a los que se ha referido en sus ruedas de prensa no quedan en manos del azar, y ayer en Anoeta, volvió a demostrarse que sabe cómo convencer a los mismos jugadores que no funcionaban con Luis Carrión de que puede competir de tú a tú con cualquier equipo de LaLiga.

Si no ganó Las Palmas ayer en su visita a San Sebastián se debió simplemente a la falta de pegada de sus jugadores. Porque lo que es detectar la forma de atacar las debilidades del rival se llevó a la perfección con las tres oportunidades claras de las que dispuso el equipo insular en el área rival.

Las dos primeras en transiciones verticales con pocos pases. Secuencias parecidas a las que se vivieron en Montjüic para destrozar la espalda del Barça y que en el Reale Arena se volvieron a llevar a cabo.¿ La diferencia? Que ante Iñaki Peña dispararon Sandro y Silva y contra Remiro fue un Jaime Mata negado en los unos contra uno y que a Moleiro el balón le hizo un extraño para que se le quedara en su pierna izquierda cuando se disponía a abrir la lata.

La última gran oportunidad fue la que dispuso Sandro con su trallazo al larguero. Y si tienen oportunidad de ver la jugada repetida, se darán cuenta que el pase que le da Moleiro es a un espacio en el que no hay ningún defensor y al que sabe Ramírez que tiene que ir a atacar el remate. Un automatismo de madurez que permite a esta Unión Deportiva ser más competitiva de lo que lo era al principio de temporada.

Porque los jugadores son los mismos ahora que al inicio del campeonato. Kirian lo dijo ayer en la rueda de prensa postpartido: ¿Qué nos ha dado el míster? Competir, competir. Con Luis no llegaron los resultados y con Diego hemos ido matizando esos detalles, cada vez somos más ganadores de duelos tanto en campo contrario como en el propio, eso te hace dar un plus y si tienes la eficacia de meter las oportunidades que tienes pues eso es lo que nos pasa».

Ha conseguido el míster hacer creer a los incrédulos de que podían jugar de otra forma. Que a Kirian, el jugador que le discutió la temporada pasada el récord de pases a Kroos, sea capaz de meter la pierna –como se ve en la foto adjunta–, que para sacar puntos de lugares en los que históricamente siempre había significado una derrota se puede sobrevivir bebiendo otras aguas que la que se vendió equivocadamente de que el jugador canario solo sabe jugar dando pases bonitos y manteniendo la posesión. Algo que no es normal.

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