«Hay que analizar, pero la frustración es muy grande»

El rictus de Diego Martínez ayer a la conclusión del partido era de auténtico drama. Intenta encontrar un resquicio de positividad, pero tiene que rendirse a la obviedad de que la situación es crítica al no haber conseguido ganar en 2025 y acumular seis partidos sin conocer la victoria. «Estamos atravesando una racha de resultados negativa. Creo que es importante diferenciar y mantener la objetividad, tenemos que analizar las situaciones aunque hoy [por ayer], justo después del partido, sea muy difícil, porque todos sentimos una gran frustración».

En un alarde de optimismo e intento de autocrítica, con vistas a la jornada 38, Martínez explicó la situación por la que atraviesa el equipo amarillo: «El partido no ha sido bueno, nos han superado claramente y han sido mejores. Pero también es cierto que debemos mantener la calma y la frialdad. Tenemos 23 puntos, sabíamos que esta visita iba a ser muy complicada, y ahora estamos en plena lucha por salir de abajo».

Sobre la diferencia de actitud en las dos áreas, tanto la propia como la rival, el gallego admitió que tenían analizadas las fortalezas de Jagoba Arrasate, pero que no supieron frenarlas. «Últimamente, la falta de acierto nos está castigando bastante, y evidentemente el partido podría haber sido otro, porque si hubiéramos acertado, también habrían aparecido los nervios en el rival, igual que nos sucedió a nosotros después del mazazo del 2-0, que nos hizo muchísimo daño. Lo revisaré y lo analizaremos. Está claro que era algo que teníamos previsto, sabíamos cómo debíamos actuar, pero también hay que reconocer la calidad del rival, tanto del jugador que centró como del que finalizó la jugada. Lo estudiaremos durante la semana, pero es evidente que encajar dos goles en los dos primeros centros es un hándicap enorme para competir y ganar partidos en Primera División», avisó Martínez a sus jugadores sobre lo vivido ayer después de que Muriqi encontrase dos balones muy factibles para sus remates y que además estrelló otro en el palo de un Cillessen que no tuvo el mejor día. n