Elías Herrero Pérez, el ‘otro 20’ coraje de la UD Las Palmas

Tras algo más de dos años de dura batalla contra la leucemia, el joven hincha de los amarillos tocará el próximo 5 de marzo la campana del Hospital Materno Infantil que atestigua el final de su enfermedad

Santiago Icígar

Santiago Icígar

Las Palmas de Gran Canaria

A sus siete años, Elías Herrero Pérez sabe ya lo que es ganar el partido más importante, el de la vida. La leucemia, esta vez, ha chocado de frente con un muro infranqueable, el del coraje de un niño por cuyas venas corre, como afirma su padre Nauzet, «sangre amarilla». El color de una UD Las Palmas que se ha volcado en su recuperación. La próxima semana abandona las dependencias del Materno tocando la campana que pone fin a su calvario.

Junto a su familia, el joven aficionado ha peleado duro y con ilusión en cada metro del camino que desemboca en ese momento especial. Le espera una alfombra roja y una limusina para celebrar esa segunda oportunidad que le da la vida, para poder seguir haciendo lo que más le gusta, jugar al fútbol y acudir cada 15 días al Estadio de Gran Canaria para ver en acción a sus ídolos, unos jugadores que le han apoyado en todo ese duro trayecto hasta la curación.

Kirian, su referente

Si un futbolista de esta UD ha resultado importante para Elías, sin duda alguna, ese ha sido Kirian Rodríguez. El gran capitán, su gran referente hacia la sanación. Un ejemplo de coraje que le ha servido para crecerse ante la adversidad e incluso para darle una lección de vida a todos sus familiares y allegados cercanos. 

La noticia de la recaída del tinerfeño de su linfoma de Hodgkin fue un mazazo para Elías y su familia, pero ellos serán los primeros que acompañarán al capitán amarillo en la nueva batalla, como él les acompañó hasta alcanzar la línea de meta.

Lo que parecía una «falta de hierro» se convertía en un diagnóstico de leucemia para el joven grancanario a los cinco años de edad. Una noticia que cambió para siempre la vida de la familia Herrero Pérez. Desde ese momento, sus integrantes se unieron para combatir la enfermedad junto a los miembros de la Unidad Oncológica del Hospital Materno Infantil. En su caso particular, como en el de otros muchos, la detección precoz de la enfermedad resultó clave para su curación.

Un Spiderman contra el cáncer

Para hacer frente al agresivo tratamiento de quimioterapia al que tuvo que someterse desde el principio, la imaginación de Nauzet, su padre, le llevó a convertirlo en un antídoto para combatir a ese villano llamado cáncer, convirtiéndose en un superhéroe, un Spiderman capaz de superar cualquier adversidad, recibiendo cada tratamiento en una cajita decorada con motivos del archifamoso héroe de Marvel.

Si Kirian ha sido en todo ese proceso su faro y su referente, en el campo las preferencias de Elías se inclinan por el 10 de Alberto Moleiro. Le sigue con devoción, al igual que a una UD Las Palmas que está presente en cada rincón de su habitación. Entre sus trofeos cuenta con una camiseta firmada por toda la plantilla, los guantes de Álvaro Valles o las botas de Sandro Ramírez; son solo algunos de sus tesoros más preciados.

Eternamente agradecidos a Luis Helguera

Su relación íntima con el equipo amarillo arrancaba en su momento a través del canterano Fabio González. El de Ingenio, ahora en el Tenerife, encontró el respaldo de un club que se ha volcado con el joven. Mención especial para Luis Helguera. El director deportivo del conjunto grancanario se ha desvivido por arrancar una sonrisa del pequeño hincha cumpliendo algunos de sus deseos, como el de celebrar cada cumpleaños el 22 de agosto en las instalaciones de Barranco Seco, su segunda casa, viendo entrenar a sus ídolos.

El comienzo de la enfermedad de Elías coincidió con el regreso de Kirian Rodríguez al terreno de juego, y para él ver cómo el gran capitán recuperaba su vida y su mejor nivel de juego abrió un halo de esperanza que le dio un plus de fuerza para combatir y vencer al bicho. Esa fuerza extra que le otorgó el 20 es la que él quiere ahora devolverle en esta nueva batalla que ambos conocen y que el tinerfeño seguro que volverá a superar.

Esperanza es, en definitiva, el mensaje que puede trasladar este pequeño a todos los enfermos que como él esperan poder un día tocar esa campana de la libertad, que sella el final de la enfermedad. 

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